Delapan

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Sunoo no podía dejar de pensar en lo que había visto. La figura de ese extraño caminando por la calle, su mirada penetrante, y la sensación incómoda que le había dejado no desaparecían de su mente. No se atrevió a mencionarlo de nuevo, especialmente con Soobin, quien ya estaba irritado por la paranoia que Sunoo había mostrado. Sin embargo, algo en su interior le decía que debía prestar más atención a esos pequeños detalles.

La noche llegó más rápido de lo que esperaba, y el grupo de amigos se reunió en casa de Sunoo para hacer una noche de películas. Jungwon, Felix, Jeongin, Soobin, Rino y él mismo estaban sentados en el sillón, con una gran cantidad de snacks esparcidos por la mesa. Pero aunque todos reían y bromeaban, Sunoo no podía dejar de sentir que algo estaba fuera de lugar. Las luces suaves del salón no lograban ocultar esa inquietud que crecía dentro de él.

—¿Qué pasa, Sunoo? —preguntó Jungwon, lanzándole una mirada preocupada mientras preparaba las palomitas de maíz.

—Nada... solo algo raro hoy —murmuró, pero se guardó los detalles. No quería preocupar a sus amigos.

Rino, que siempre estaba buscando una oportunidad para meterse con Sunoo, sonrió con malicia y lo golpeó juguetonamente.

—¿Estás asustado, Sunoo? ¡Ya no eres un bebé! —bromeó, mientras Felix se reía de la ocurrencia de su amigo.

—Claro que no —respondió Sunoo, intentando restarle importancia a la situación, aunque su risa sonó un poco forzada. Sentía que no podía simplemente ignorar lo que había visto. Algo no estaba bien.

Justo cuando pensaba que la noche seguiría como siempre, una voz desde la puerta interrumpió la conversación.

—¿Se puede saber qué tal la fiesta sin mí? —preguntó Jay, con una sonrisa burlona. Lo siguiente que entró fue su novio, Jungwon, que le dio un golpe en el brazo antes de abrazarlo.

—Te estábamos esperando, idiota —dijo Jungwon con una risa, y luego se alejó para dejar espacio a los nuevos arrivados.

Soobin, que siempre había sido protector con Sunoo, le lanzó una mirada antes de seguir viendo la película.

—Vamos, Sunoo, no te pongas tan raro. Relájate, disfruta de la noche —le dijo, dándole una palmada en el hombro.

Pero Sunoo no podía quitarse ese mal presentimiento. Los murmullos que había escuchado durante el día seguían flotando en su mente. "¿Habías oído sobre los vampiros?", le habían dicho algunos de los chicos más grandes de su escuela. Al principio pensó que era solo una broma, pero la forma en que lo decían... había algo extraño en sus palabras.

—Esos rumores... —pensó Sunoo, mientras sus ojos recorrían la sala, como si buscando alguna pista entre sus amigos. Todos se veían tan normales, tan... humanos.

¿Pero qué si no lo fueran? ¿Qué si, entre ellos, se encontraba alguien diferente, alguien que realmente no era tan "normal"?

La idea de los vampiros sonaba ridícula, sí, pero la forma en que algunos chicos hablaban de ellos, como si estuvieran totalmente convencidos... No podía sacarse la idea de la cabeza.

—¡Eh! ¿De qué hablan? —Felix los interrumpió con una sonrisa traviesa, mientras Jeongin le tiraba una almohada. Felix no era nada discreto, y su actitud animada solo ayudaba a aligerar el ambiente.

—Nada, solo cosas raras —respondió Sunoo con una pequeña sonrisa, tratando de despejar sus pensamientos.

Rino levantó una ceja.

—¿Cosas raras? ¡A ver, cuéntame! —dijo, y todos lo miraron expectantes.

Sunoo suspiró. Tal vez no tenía que seguir en silencio con todo esto. Si algo raro estaba pasando, tal vez ya era hora de compartirlo. Pero en el fondo, algo le decía que no debía decir nada. No ahora.

—Oye, ¿has oído hablar de los vampiros? —murmuró, mirando a todos con una ligera mueca de nerviosismo.

Todos se quedaron en silencio por un momento, y la respuesta vino de Jeongin, que parecía estar muy interesado en el tema.

—¿Vampiros? ¿Qué es eso, una broma de Halloween? —preguntó con una sonrisa burlona, pero sus ojos brillaron con una intensidad que Sunoo no pudo ignorar.

—Bueno... sí, algo así. He escuchado algunos rumores... sobre personas que se alimentan de sangre y todo eso —dijo Sunoo, sin saber muy bien cómo dar más detalles sin sonar completamente paranoico.

—¡Oh, claro! —exclamó Jungwon con sarcasmo—. Como si estuviéramos en un libro de terror o algo.

Sunoo intentó relajarse. Tal vez era solo él imaginando cosas. Después de todo, los rumores sobre vampiros no eran nada nuevos, y todos lo tomaron como una broma, como era de esperar.

Pero, en el fondo, Sunoo no podía dejar de preguntarse: ¿y si esos rumores tuvieran algo de verdad? ¿Y si, entre ellos, había algo o alguien que escondía más de lo que mostraba?

En ese momento, un golpe en la ventana los hizo saltar a todos. Soobin se levantó de inmediato y fue a ver qué había sido, pero no encontró nada. Solo el viento jugando con las hojas secas del jardín.

—¿¡Qué demonios fue eso!? —exclamó Rino, claramente alterado.

—Nada, solo el viento —dijo Soobin, pero Sunoo notó que su voz sonaba más tensa de lo normal. ¿Tal vez él también había sentido lo mismo?

La noche continuó como siempre, pero esa extraña sensación de inquietud no se desvaneció en el corazón de Sunoo. Algo estaba por suceder, y él no sabía si estaba listo para descubrirlo.

Lo único que podía hacer era seguir adelante, pero no podía evitar preguntarse... ¿qué si los rumores sobre los vampiros no eran tan absurdos después de todo?

Vampire's Game.  - Sunoo Harem ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora