๑ 3

120 20 0
                                    

Jisung estaba algo triste, ayer le dijo a Minho en modo de preguntar si podrían tener un bebé claro, el ya estaba embarazado, pero Minho no lo sabía, no sabía que hacer en esa situación. Si su alfa lo había rechazado.

Siguió su rutina normal como siempre, a pesar de tener sirvientas, siempre quiso ayudar en todo lo que podía aunque si Esposo no lo quisiera.

Una vez Minho se fue a su trabajo aprovecho en visitar a su amigo Felix, el cual vivía cerca a una cafetería y últimamente quería comer pasteles, así que aprovecharía la oportunidad.

.
.
.

Jisung caminaba por las calles frías del amanecer, sus pasos ligeros, pero su corazón pesado. Después de la terrible noche con Minho, no había podido soportar quedarse en el departamento. Había salido sin permiso con la excusa de comprarle un pastel como gesto de paz. Sabía que Minho no lo apreciaría, pero tal vez, solo tal vez, evitaría que su furia se desatara otra vez.

El camino hacia la casa de Felix no era largo, pero Jisung se sentía débil, mareado y agotado. Aún no había comido nada esa mañana; apenas si había tenido tiempo de beber un vaso de agua antes de salir corriendo. Con una mano sobre su vientre, trataba de calmarse. Sabía que necesitaba contarle a alguien sobre su embarazo, y Felix era la única persona en quien confiaba.

Cuando finalmente llegó al edificio, el timbre apenas sonó antes de que la puerta se abriera de golpe.

-¡Jisung! -exclamó Felix, con su cabello rubio despeinado y una expresión de preocupación al ver el estado en el que estaba su amigo-. ¿Estás bien? ¡Pareces a punto de desmayarte!

Jisung apenas asintió, entrando al apartamento con paso vacilante. Los ojos se le llenaron de lágrimas al sentir la calidez del lugar, un refugio seguro lejos del infierno que vivía con Minho.

-Lo siento por venir tan temprano... -murmuró, su voz quebrada. Felix lo guió hacia el sofá y le ofreció un vaso de agua.

-No digas tonterías, Jisung. Puedes venir cuando quieras, lo sabes. -Felix se sentó a su lado, mirándolo con preocupación-. ¿Qué pasó esta vez? ¿Minho... te hizo algo?

Jisung tragó con dificultad, sintiendo un nudo en la garganta que le impedía hablar. Pero sabía que tenía que hacerlo, que no podía cargar este secreto solo por más tiempo. Respiró hondo, intentando encontrar las palabras.

-Felix, estoy... estoy embarazado -soltó finalmente, su voz apenas un susurro.

Los ojos de Felix se abrieron como platos, su expresión cambiando de sorpresa a incredulidad en cuestión de segundos.

-¿Qué? ¿Desde cuándo lo sabes? ¿Minho... él lo sabe? -preguntó en un tono bajo, como si temiera que alguien más pudiera escucharlos.

-No lo sabe. Apenas me enteré ayer... -Jisung bajó la mirada, sus dedos apretando el vaso que sostenía-. Y no puedo decirle, Felix. No puedo... No sé cómo lo tomará.

El silencio se instaló entre ambos, roto solo por el suave sonido de la respiración agitada de Jisung. Felix suspiró y pasó un brazo alrededor de los hombros de su amigo, atrayéndolo hacia él en un abrazo protector.

-No tienes que hacerlo solo, ¿vale? -susurró Felix, con una ternura que hizo que las lágrimas de Jisung cayeran finalmente. El Omega no recordaba la última vez que alguien lo había tratado con tanta dulzura-. Yo estaré aquí para lo que necesites.

Después de un rato, Jisung se apartó, secándose las lágrimas con el dorso de la mano. No podía permitirse llorar más, tenía que seguir adelante.

-Gracias, Felix. -Le dedicó una sonrisa temblorosa-. Necesito ir a la pastelería antes de que se haga más tarde. Si no vuelvo con algo, Minho... -No terminó la frase, pero Felix entendió perfectamente.

Do you love me? || Minsung - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora