El cielo de la mañana se teñía de un gris plomizo mientras Jisung caminaba apresuradamente por las calles aún desiertas. Había salido del apartamento antes de que Minho despertara. No había podido dormir en toda la noche, preocupado por las consecuencias de su último error en la cocina. Minho había bebido tanto que había terminado durmiéndose en el sofá, lo que le había dado a Jisung una pequeña ventana de tiempo para huir de casa.Con el abrigo apretado alrededor de su cuerpo, Jisung intentaba protegerse tanto del frío como de la realidad que lo golpeaba cada día. Sabía que no podía seguir así, pero también sabía que no tenía otra opción. Cada día que pasaba, su vientre crecía un poco más, recordándole que no podía permitirse ser descubierto.
El Omega llegó al edificio de Felix y tocó el timbre. La puerta se abrió de inmediato, y Jisung fue recibido por los brazos cálidos de su amigo.
—Jisung, ¿otra vez te escapaste? —preguntó Felix en voz baja, con una mezcla de preocupación y cansancio en los ojos. Jisung asintió sin responder, dejándose guiar hacia el interior del pequeño apartamento.
Una vez dentro, Jisung se dejó caer en el sofá, cubriéndose el rostro con las manos mientras las lágrimas silenciosas caían. Felix, siempre paciente, se sentó a su lado, ofreciéndole una taza de té caliente.
—¿Qué pasó esta vez? —inquirió, aunque ya sabía que la respuesta sería la misma: un nuevo episodio de maltrato por parte de Minho.
—Olvidé el pollo en la estufa... se quemó, y él... —Jisung dejó escapar un sollozo, su voz quebrada por la fatiga y el miedo—. Fue mi culpa. Debería haberlo hecho bien.
Felix apretó los puños, luchando por no expresar el enfado que sentía por dentro. Sabía que si presionaba demasiado, Jisung se cerraría, así que simplemente suspiró, pasando un brazo alrededor de su amigo.
—No es tu culpa, Jisung. Nada de esto lo es. Tienes que dejar de culparte por todo —dijo en voz baja, tratando de infundirle algo de ánimo.
Pero Jisung solo negó con la cabeza, aferrándose al vaso de té con manos temblorosas. No podía contarle a Felix sobre el bebé. Si lo hacía, pondría en riesgo tanto a su amigo como a sí mismo. Minho no debía enterarse; no podía imaginar lo que el Alfa haría si descubriera que estaba esperando un hijo suyo.
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.Mientras tanto, en el otro lado de la ciudad, Minho se encontraba en su oficina. El sonido constante de las teclas y teléfonos sonando llenaba el aire, pero su mente estaba en otra parte. El Alfa tamborileaba los dedos sobre su escritorio, irritado por la sensación persistente de insatisfacción que lo seguía a todas partes.
Soyeon, su amante, había dejado en claro que no seguiría con él si no se deshacía de Jisung. Habían estado juntos en secreto durante un año, y la Omega estaba perdiendo la paciencia. Minho había soportado la compañía de Jisung mucho más de lo que había querido, pero su paciencia estaba al límite. Necesitaba encontrar una forma de deshacerse de él sin levantar sospechas.
—No puedo seguir así —murmuró para sí mismo, sacando su teléfono y buscando el contacto de alguien que le debía un favor. Si quería que Soyeon aceptara mudarse con él, tendría que resolver este problema de una vez por todas.
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.Jisung regresó al apartamento unas horas después, su corazón encogido de angustia al pensar en lo que podría encontrar. Entró con cautela, asegurándose de que Minho aún no estuviera en casa. Sus manos se deslizaron instintivamente hacia su vientre, un gesto que había empezado a hacer cada vez que se sentía nervioso. Aunque no podía permitirse soñar con un futuro feliz, había jurado proteger a su bebé a cualquier costo.
Minho llegó al apartamento entrada la noche, tambaleándose por el pasillo con el olor a alcohol impregnando su ropa. Jisung lo observó desde la cocina, el miedo volviendo a recorrer su cuerpo como un veneno.
—¿Qué haces ahí parado como un idiota? —gruñó el Alfa, quitándose el abrigo con un movimiento brusco.
—Solo... estaba preparando tu cena —respondió Jisung en voz baja, intentando no provocarlo. Había rehecho la cena después del incidente de la noche anterior, esperando que eso calmara el mal humor de Minho.
Minho lo observó por un momento, sus ojos entrecerrados como si estuviera evaluando si valía la pena seguir arremetiendo contra él. Pero, para sorpresa de Jisung, el Alfa simplemente soltó un resoplido y se dejó caer en el sofá, encendiendo la televisión.
Jisung dejó escapar un suspiro de alivio silencioso, aliviado de que, al menos por esta noche, la tormenta parecía haber pasado. Pero sabía que esta paz sería temporal. Mientras él seguía ocultando su embarazo, Minho planeaba algo más oscuro, algo que Jisung ni siquiera podía imaginar.
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.En su habitación, una vez que Minho se quedó dormido, Jisung acarició su vientre con lágrimas en los ojos. Su bebé era lo único que le daba fuerzas para seguir adelante, pero sabía que el tiempo se agotaba. Pronto, su vientre comenzaría a notarse, y entonces ya no podría esconder la verdad.
—Te protegeré, te lo prometo —susurró al pequeño ser que crecía dentro de él, su voz quebrada por la desesperación.
Pero mientras Jisung hacía esa promesa, ajeno a los verdaderos planes de Minho, el Alfa se había decidido: pronto, Jisung no sería más que un mal recuerdo en su vida.
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Do you love me? || Minsung - Omegaverse
Horror──ㅤ୨୧ㅤ: 𝗝𝗶𝘀𝘂𝗻𝗴 ama a 𝗠𝗶𝗻𝗵𝗼, esperan un bebé juntos. Pero su amando Alfa no lo sabe. 𝗠𝗶𝗻𝗵𝗼 no siente el mismo amor que hacía su Omega. ¿𝗤𝘂𝗲́ 𝗰𝗿𝗲𝗲́𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗮𝘀𝗲́? ֗๑ Contenido +18 ๑ Jisung | bottom / Minho | Top ๑ Omegaver...