Helado de limón y chocolate [Jordi Cruz] [Masterchef]

5: Closer To The Edge

(La foto y el vídeo son un homenaje a un gran grupo)

ESTE CAPI LO NARRA JORDI. Y ESTÁ AMBIENTADO ANTES DEL ANTERIOR

Entré en las cocinas de Masterchef y me vi, como de costumbre, a Ally con un buen libro de cocina en las manos, un boli en la boca y las piernas cruzadas.
-Hola -le di un vaso de agua.
Todos los días, a la misma hora, ella venía y yo aparecía unos minutos después con un vaso de agua y nos poníamos a hablar.
Era agradable. Aunque al principio era muy reservada, ahora era bastante abierta conmigo.
Empecé a hablar sobre la receta que estaba mirando y pronto estuvimos totalmente enfrascados en la conversación. Mis ojos se posaron por enésima vez en sus labios, mientras me asaltaban las ganas de besarla.
'Por Dios, Jordi, es una aspirante. Y está con Sam.'
Sam. No tenía nada especial contra el chico, excepto lo unido que andaba con Alice. Siempre juntos.
Volví a mirar sus labios. ¿Y si...?
En ese momento vi que ella pasaba su mano frente a mi cara.
-¿Estás ahí, Jordi?
-Lo siento, me quedé pensando.
-Nah, suele pasar. Yo me voy, quiero dar una vuelta con Sammy.
Asentí y me fui.
Al rato decidí salir, para toparme con la imagen de un Sam plácidamente dormido en el regazo de Ally, la que no estaba molesta, es más, sonreía mientras tomaba el sol.
No sé cuándo comencé a fijarme en ella. Desde el principio me llamó la atención, con el cabello blanco y esos grandes ojos rosados, tan seria siempre... menos con Sam.
Ese imbécil con suerte.
Vi como Ally trataba de despertarlo, él murmuraba algo y ella sonreía.
Joder, cómo amo esa sonrisa.
Luego volvió a insistir para que se levantara, y cuando la ignoró le gritó, logrando que cayera al suelo.
No pude evitar sonreír.
Eso por imbécil.
Luego Ally me miró y tuve que huir para no quedar como idiota buscando una excusa de por qué los espiaba, aunque vi cómo se sonreían tontamente.
Con un buen cabreo, me di una vuelta por el jardín antes de entrar en la casa. Ver a los dos juntos me hacía entrar una mala leche...
Estaba tan cabreado que ni me enteré de que me había pasado mi habitación y casi entro en la de Pepe. Casi.
Por desgracia él se dio cuenta de que alguien iba a entrar y me abrió la puerta.
-¿Qué te pasa? Estás hecho un basilisco.
-Déjalo.
-Pasa, anda.
Le hice caso y me indicó una silla.
-¿Qué te pasa últimamente? Estás en las nubes.
-Agh...
-¿Es por una mujer?
O yo era muy obvio o Pepe de verdad que era muy listo.
-¿Quién es?
Bajé la mirada. Aunque era completamente incómodo, decidí que podía ayudar.
-Ally.
Pepe me miró sin saber de quién hablaba. Enrojecí de pronto. Mierda.
-E-Es decir... Alice Rodríguez... la aspirante.
-Vaya con el pibito -silbó-, detrás de la más difícil.
-Ya lo sé -gruñí-. No sólo es una aspirante, además está ese Sam...
Mi amigo me tendió una cerveza.
Agradecí y me tomé un trago.
-Deberías olvidarte.
-Créeme, lo he intentado. No sábes cuánto. Pero es imposible.
-Pues deja de ser gilipollas y vete a por ella.
-Está con otro.
-Mira, si la quieres, mueve el culo y conquístala.
Me lo pensé largamente y llegué a la conclusión de que tenía razón.
-Gracias, Pepe. Te debo una.
-Eso nada.
De modo que fui a la prueba por equipos y noté a Ally toda en su mundo.
-¿Ally, me escuchas?
-No, chef.
Les resumí la prueba y se metieron en las cocinas. De repente, todos empezaron a cantar así, de la nada, y me quedé de piedra.
¡Si es que estos deberían ir a La Voz!
Noté que Pepe se animaba y se ponía a cantar, con lo que me puse a reírme, pero al final no me aguanté y me puse a cantar con ellos.
En cuanto volvimos, vi a Ally y fui a hablar con ella.
Mientras hablábamos, vi a Sam acercarse y se puso a hablar con nosotros.
Y menos mal, la verdad es que la noticia me alegró el día.
Y, además, al parecer Sam ya lo sabía y me aprobaba, porque me deseó suerte.
Lo que me preocupa ahora es: ¿tanto se me nota? Y si es así... ¿Ally se ha dado cuenta? Espero que no. Aún es muy pronto.