25: Hello

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Me levanté bostezando y salí del cuarto a desayunar. Alfendi me interceptó y me dijo que el programa se emitiría en Carnavales, por lo que había que ponerse un disfraz. Él iba disfrazado de Sherlock Holmes, y yo rebusqué en mi armario hasta encontrar una gabardina y una camisa. Le pedí a Al una corbata azul y un traje, y me puse una peluca corta negra y lentillas azules. Al salir, Alex —un centurión romano— y Bea —una sensual griega— se chocaron conmigo. Halina y Nathaniel, que iban de enfermera y doctor (con la bata de Alfendi), se nos unieron en el comedor.

—¿Castiel? ¿El de Supernatural? —preguntó Alfendi— Esa serie es malísima.

—No es cierto, y Mark Sheppard y Misha Collins tienen un papel buenísimo.

—Al menos yo tengo estilo —Sherlock se sirvió té y una tostada.

—Pues a mí me gusta —me apoyó el doctor Nathaniel.

—Sí, estás perfecta —sonrió el centurión.

—Bea, ¿vas de diosa griega?

—Griega a secas. Y no conozco la serie pero te queda bien.

—El tuyo también es precioso. Y el de Halina —le sonreí.

—Me voy a poner celoso —se rió Nath.

—Vaya, qué disfraces más geniales —se rió Eva entrando en un kimono.

—¡Oh Dios, es precioso! —corrí a acariciar la tela de su kimono.

Entramos en el plató y los jueces, vestidos de mimo nos indicaron que preparásemos un plato relacionado con nuestro disfraz.

Nos dieron un minuto para pensarlo, y yo comencé a pensar: "ángel, angel caído, azul, negro, blanco..." entré en el supermercado y agarré chocolate blanco, negro, arándanos, azúcar y otros ingredientes.

Puse el chocolate a fundirse y preparé unas esferas de chocolate blanco y las rellené con una mezcla de chocolate y avellanas. Hice unas alas de chocolate negro y ralladura de naranja y las coloqué alrededor de las esferas, como cubriéndolas. También realicé una salsa de arándanos, y la puse en una salsera.

—¡Manos arriba!

Miré un poco los demás platos: Halina llevaba una crema de verduras típica de hospital, Nathaniel un arroz también con pinta de hospital, Alex una pizza, Bea una moussaka y Alfendi un desayuno inglés.

—Alex, pasa por aquí.

—Esto es una pizza porque bueno, voy de centurión romano y, ya saben, la pizza es de Italia. Lleva marisco y alcaparras.

La probaron y dieron el visto bueno, Pepe quejándose de que la masa estaba menos crujiente de lo que a él le gustaba.

—Halina, trae tu plato.

—Es una crema de verduras sorpresa, parece la típica de hospital pero tiene otra distinta debajo.

Samantha hizo una mueca rara al probarlo y dijo que la presentación era un poco regular. Jordi intervino criticando que la crema era muy líquida y no pegaban juntas.

—Beatriz.

—Bueno, yo hice una moussaka que es un plato típico de los Balcanes porque Grecia está allí.

Pepe agarró un trozo impresionantemente grande y se lo comió, haciendo un ruidito de satistacción. Los jueces alabaron la realización y la textura.

—Nathaniel.

El arroz de hospital no fue un gran plato, pero no hubieron comentarios especialmente negativos.

—Bueno, parece que solo quedáis vosotros. Sam, ven acá.

—Yo he decidido hacer un desayuno inglés porque... Bueno, mi personaje es Sherlock y es inglés, además es algo con elementos muy diferentes y Sherlock es un hombre muy versátil.

Tras probar el plato, me tocó ir.

—Bueno, yo me disfracé de Castiel, un ángel de la serie Sobrenatural o Supernatural. Hice unas esferas de chocolate blanco, porque él es muy dulce e inocente, y es duro por fuera pero están rellenas de una crema porque por dentro es suave y delicado, la crema es de chocolate blanco y avellanas, que simbolizan esas dudas que hacen que no sea un ángel perfecto y robótico sino más bien un rebelde que ama la humanidad. Puse unas alas de chocolate negro porque sus alas son negras y una salsa de arándanos en parte por el cielo y en parte por los típicos ojos azules de ángel.

Cada uno cogió una esfera con salsa y la probó.

—¿Qué opinas de tu trabajo? —preguntó Samantha.

—Podría haber buscado otra cosa mejor, pero no es un desastre.

Jordi negó con la cabeza y agarró la mitad de la esfera que no se había comido.

—Pruébala.

La mordí, y de inmediato noté el chocolate negro. La verdad, estaban bastante bien.

—Está rica.

—Cuando pedimos que fuera un plato en relación a vuestro personaje, pedíamos esto. Un plato que nos dijera quién es, si es alguien dulce, si es duro por fuera y blando por dentro, si es alguien atrevido y picante, etc. Me habéis dado nacionalidades, y yo pedía personalidades.

Jordi me sonrió brillantemente.

—Además, una realización perfecta.

—Gracias, Jordi... Es decir, gracias, chef.

El chef me sonrió dulcemente.

—Puedes llamarme Jordi —me guiñó un ojo.

—No creo que haya que deliberar mucho —se rió Jordi—. Sam, Alice, seréis capitanes de la prueba por equipos.

Asentimos y yo abracé a Alfendi con una sonrisa ante la atenta mirada de Jordi y los jueces.

—¡Bien hecho, preciosa! Has tenido una idea increíble, ¿cómo se te ha ocurrido?

—Era eso o una ensaladilla rusa, y como en realidad el ruso es el recipiente, y Cas es un ángel, no tenía otra cosa que hacer. Simplemente ocurrió.

—Pues te salió genial —besó mi mejilla y me abrazó.

El cámara nos felicitó y repartimos el resto de la comida para poder probarla todos. Sam soltó un gemido (sí, como lo lees) al probar mis esferas, y todos lo mirmos fijamente antes de reírnos.

Jordi me abordó al salir y nos pusimos a hablar de chocolate.

—A mí no me gusta mucho el chocolate blanco —admití.

—¿Y eso?

—No lleva cacao, no lo considero chocolate.

Jordi me abrazó por detrás y apoyó la cabeza en mi hombro.

—Tendremos que ver esa serie un día de estos.

Asentí y subí  a mi cuarto.

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⏰ Última actualización: Feb 08, 2016 ⏰

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Helado de limón y chocolate [Jordi Cruz] [Masterchef]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora