Amantes - Young Miko y Nicki Nicole

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Era de tarde a pocas horas de que Miko se fuera, Nicki estaba en su teléfono y Miko junto a ella con una sonrisa en los labios.

— ¿Sabías que mamá y Mariana me aconsejaron pedirte matrimonio? —dijo Miko, abrazando a Nicki desde atrás mientras ella se reía con sorpresa, Nicki dejo el teléfono.

Nicki se giró para mirarla, arqueando una ceja mientras se acomodaba sobre el codo para verla mejor.

— ¿En serio? —preguntó, curiosa—. ¿Por qué?

Miko asintió, jugando con un mechón de su cabello.

— Dijeron que no me habían visto tan feliz y tan enamorada como cuando estoy contigo. Que me notaban diferente, que no podía seguir perdiendo el tiempo si había encontrado a la persona indicada. Al principio me reí, porque no me había dado cuenta de cuánto me importabas hasta que me lo dijeron.

Nicki la miró fijamente, sintiendo una oleada de cariño y agradecimiento. No podía negar lo feliz que la hacía Miko, y cuánto la extrañaba cuando estaban separados.

— Extraño a tu familia —dijo finalmente, su tono de voz un poco más bajo—. Quiero decir, la última vez que estuve con ellos fue cuando fuimos a la casa de tus padres, ¿recuerdas? ¿Cómo están todos? ¿Tu papá, tus hermanos?

Miko sonrió con dulzura, acariciando el brazo de Nicki.

— Todos están bien. Mi papá y mis hermanos ya saben de que estamos comprometidas. Al principio, mamá se emociona cada vez que hablamos de ti. Dice que soy afortunada de tener a alguien como vos a mi lado.

Nicki se sintió reconfortada por las palabras de Miko, aunque había un poco de nostalgia en su corazón por la familia que había dejado atrás.

— Entonces, baby, ¿nos vamos de party?

— Bueno, tú sabes que si, mi amor.

Miko sonrió con satisfacción al escuchar la respuesta de Nicki, quien estaba completamente lista para una noche llena de diversión, como siempre solían hacerlo. La idea de dejarse llevar por la música, les daba esa sensación de libertad y conexión, algo que les encantaba compartir.

— Nos regresamos temprano, por tu vuelo, Vicky.

— Pero si es ciel'to, disculpame, baby.

— ¿En serio te tienes que ir?

Miko miró a Nicki con una mezcla de tristeza y comprensión en sus ojos. La idea de que se separaran por un tiempo, aunque fuera por unas horas, no le gustaba para nada. Pero entendía que el trabajo y los compromisos de Nicki siempre iban a estar en primer lugar.

— Sí, tengo que irme. Tengo el vuelo en la mañana y hay cosas que no puedo dejar para después —respondió Miko, aunque la expresión en su rostro reflejaba que no quería dejar a Miko tan pronto.

Miko soltó un suspiro y se acercó a ella, tomando sus manos con cariño.

— No me gusta la idea, pero… entiendo. Siempre que regrese, te prometo que haré que valga la pena cada segundo —dijo Miko, intentando sonreír a pesar de la tristeza que sentía por dentro.

— Tú siempre tienes una manera de hacerme sonreír, Vicky —respondió Nicki.

Miko abrazó a Nicki con fuerza, sintiendo la calidez de su cuerpo, el latido de su corazón cerca del suyo. Esa cercanía, esa conexión entre las dos, siempre la hacía sentir como si todo fuera posible.

— Lo sé, y no pienso dejar de hacerlo, aunque me toque irme por un rato —dijo Miko, besando la frente de Nicki suavemente.

Nicki le sonrió, agradecida por la dulzura de Miko y la manera en que siempre hacía que se sintiera especial. A pesar de las distancias, siempre encontraba una forma de estar cerca.