X

30 7 14
                                    

A la mañana siguiente Mark Webber se movía con apuro con la cocina:

—Vamos Fernando las papas hash tienen que quedar bien doradas, pero no tanto, si están muy quemadas a Mick no le gustarán, agrégales más mantequilla, a ver espera— dijo probando un poco —¡no le pusiste sal Fernando! ¡Dios mío, hasta cuando!

—Mark relájate por favor— dijo Fernando carcajeándose del estrés de Mark— somos solo nosotros y los amigos de Oscar, no es como que nos esté visitando la reina de Inglaterra.

—¿Hola tío, necesitan ayuda?— dijo Lando desde la puerta sonriendo y dispuesto a ayudar al ver el nivel de estrés que afrontaba Mark.

—¿Hijo pero que haces despierto tan temprano?, descuida, en unos momentos todo estará listo, claro, si Fernando deja de cometer errores— dijo reprendiendo cariñosamente a su esposo mientras este seguía riendo y agregando un poco de sal a las papas.

—En realidad quiero ayudar, sólo díganme que hacer— dijo entrando a la cocina con una amplia sonrisa y colocándose un mandil.

—¿Puedes preparar un café de olla? Nos enseñó a prepararlo Sergio, el hermano de Pato— el corazón de Lando dio un vuelco al escuchar a Mark mencionarlo— usa esta receta.

—Claro tío cuenta con ello— Lando se dispuso a servir piloncillo y canela en una olla con agua, Fernando notó las mejillas del británico ligeramente sonrojadas y sonrió mirando a Mark quien le sonrió de vuelta, con tan solo una mirada se habían puesto al tanto de la situación.

—Así que ¿saldrán con Patricio hoy eh?— Lando se sobresaltó derramando un poco de piloncillo fuera de la olla y Mark se acercó para ayudarle a limpiar.

—Ehm, si bueno, salir, si, vamos al lago con Patricio tío— respondió Lando apenado limpiando su desastre— yo limpio tío Mark.

—¿Y te gusta Pato?— preguntó atrevido Fernando.

—¡Fer!— le habló Mark poniendo si dedo sobre sus labios al ver el rostro al rojo vivo de Lando.

—Es solo una pregunta, pero si no quieres responder ahora Lando está bien— su rostro ya le había dado a Fernando la respuesta que buscaba.

—Descuida Lando, a Fer le gusta molestar y bromear con los chicos, no lo tomes personal— dijo Mark intentando tranquilizar al muchacho.

Lando permaneció en silencio mientras preparaba el café, el resto de los chicos había despertado y se acomodaban en el comedor pues los otros tres ya tenían prácticamente listo el desayuno, Dani comenzó a poner la mesa, todos charlaban cómodamente y Lando orgulloso comenzó a servirles café.

—Wow Lando, ¿tú preparaste el café de olla?— preguntó Mick sorprendido por el delicioso sabor.

—Si Mick, ¿está bien? ¿Te ha gustado?— preguntó Lando.

—Está más que fantástico ciudadano, le doy un 11 de 10— le sonrío amable Mick dando un largo trago.

Fernando, Mark y Lando se sentaron a la mesa y Fernando notó que Lando no se había servido café, sólo un vaso de leche.

—¿Vas a envenenarnos Lando?— preguntó bromeando.

Lando y todos rieron, y el británico respondió
—el café me da taquicardia, prefiero un poco de Earl Grey o un Assam (té negro indio) para el desayuno, disculpa Fer.

—Sin problema Lando, disfruta tu leche, el café te ha quedado exquisito— le respondió su tío Mark.

—Voy a ir a la tienda de los Vettel, tal vez pueda traer un poco de té del que te gusta para ti Lando— dijo Daniel complaciente, le había agarrado mucho cariño a Lando.

Llévame Contigo 🤎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora