XII

36 8 21
                                    

—Por favor pedazo de chatarra no, ¡no ahora!— escuchó Daniel a una mujer lamentándose mientras intentaba arrancar su furgoneta sin éxito.

—Hola, ¿puedo ayudar?— preguntó y la mujer se sobresaltó al igual que él.

—Lo dudo— respondió Frida bastante frustrada.

Daniel se asomó ligeramente al vehículo y comentó —debe ser una bujía, el tío Fernando tenía una similar hace unos años... era una verdadera pesadilla. Si quieres puedo revisarlo mañana, con mejor luz, de hecho puedo repararlo sin problema.

—Gracias— dijo Frida apenada — supongo que tendrá que esperar a mañana.

Eran alrededor de las 11 de la noche y la temperatura había bajado notablemente, Frida intentaba disimular el frío, sin embargo su camiseta sin mangas mostrando sus torneados brazos con tatuajes y su blanca piel erizada no ayudaban mucho.

—Frida, puedo llevarte, tengo el carro de Lance— se ofreció Daniel preocupado por su bienestar.

—No hace falta Daniel, gracias, supongo que sólo deberé esperar a que el turno de alguno de mis compañeros termine, no quiero ser una molestia.

—No lo sería para mí— respondió sonriendo, ¿para que rumbo queda tu casa?

—Thomas Drive y Highway 62—respondió Frida resignada.

—No está muy lejos de aquí, de hecho me queda de paso— respondió Daniel —se ve que tienes prisa y en verdad quiero ayudarte, permíteme subir eso— dijo tomando una pesada caja que Frida venía cargando de su camioneta.

—Si, si no llego antes de las 11:30 Claire va a matarme— dijo Frida subiendo al automóvil mientras Daniel le abría la puerta.

***

Durante el camino, que fue breve charlaron poco.

—Es un lindo auto— dijo Frida fijándose en los detalles —Lance debe confiar bastante en ti para prestártelo así nomás.

El automóvil era una belleza, un Impala 58 color rojo cereza, completamente restaurado con impecables asientos de piel blancos.

—Ah, no creo que a Lance le importe mucho, los colecciona como un niño coleccionaría canicas, pero si, somos buenos amigos— respondió Daniel con honestidad.

—Si, Lance ha sido un excelente jefe y ... un momento...— el celular de Frida sonaba con insistencia y tuvo que interrumpir la conversación para responder— ¿Hola? Si Claire, ya vengo en camino, de hecho estoy a 2 minutos, es solo que mi camioneta se ha averiado, disculpa la demora.

Del auricular salía ruido que para Daniel era inteligible, y además le parecía importante respetar la privacidad y no meterse en los asuntos de otros. Pensó que debía tratarse de la compañera de piso de Frida.

—Si Claire, voy llegando, avísame cuando estés aquí para abrirte, ¡nos vemos!

Frida vivía en un tercer piso frente al estacionamiento del edificio cuyas escaleras quedaban por el exterior, por lo que Daniel se ofreció a llevar la pesada caja de Frida.

—¿Qué cargas aquí? ¿Plomo?— dijo Daniel bromeando.

—Son sólo unas latas de pintura y algunos lienzos— respondió.

—¿Y cómo pensabas subirla hasta acá?— preguntó Daniel.

—No lo sé, supongo que me las hubiera arreglado de una manera u otra... es aquí— dijo Frida abriendo la puerta del departamento 322.

El departamento de Frida era pequeño y modesto, pero acogedor, limpio y en buen estado.
—¿Dónde pongo tu caja?— preguntó Daniel mirando hacia dentro.

Llévame Contigo 🤎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora