Los días siguientes transcurrieron sin muchas novedades. Oscar evitaba hacer sus habituales comentarios sarcásticos a su primo, aunque eso no significaba que hubiera dejado de ser un completo fastidio para él.
Lando por su parte experimentaba cambios de humor pero lograba contenerse de comentarios groseros. En verdad buscaba mejorar su relación con todos y hacer sentir al tío Mark orgulloso, poco a poco le iba agarrando el gusto a las tareas del rancho.
Fer por su parte lo guiaba y le ponía tareas más sencillas como reparar cercas, alimentar a los pollos, cuidar a Rolly y eventualmente también cocinar con Mark, lo cual se había convertido en la actividad favorita de Lando.
—¿Y cómo van los planes para la fiesta este fin de semana?— soltó Mark de la nada mientras Lando terminaba de rellenar con queso crema unos muffins de zanahoria —creo que deberían asistir.
—No lo sé tío, Oscar no ha mencionado mucho al respecto, y no quiero ser una carga. Se que Daniel está emocionado por ir, pero no quiero causar conflictos.
—Oscar siendo Oscar, puedo asegurarte que el también desea ir. ¡Mira ya vienen! Conversaremos ahorita en la cena al respecto, no te preocupes.
Lando sonrío, le hacía ilusión salir un poco de la rutina y realizar alguna actividad más social, pues era amante de las fiestas.
Contrario a las semanas pasadas, en esta ocasión la cena transcurría armónica y cordial. Lando y Oscar habían dejado de mirarse con odio, Daniel bromeaba continuamente sobre lo viejos que eran Mark y Fernando (según él) y las risas llenaban la habitación.
La cena consistía en delicioso pollo con patatas al horno con limón y romero, ensalada de col y muffins de zanahoria.
—Papá te luciste, estos muffins están suculentos— comentó Oscar mientras saboreaba el dulce manjar.
—A quien debes agradecer es a Lando, tiene un natural talento para esto, el los ha preparado desde cero.
Los tres hombres restantes lo miraban con sorpresa y admiración, Lando sonreía complacido y algo tímido al ver reconocido su esfuerzo.
—Mis felicitaciones al chef— dijo Daniel lanzando un beso con la punta de sus dedos hacia el aire.
—Bien Lando, están deliciosos— también comentó Oscar.
—¡Gracias! Pero no hubiera sido posible sin la fantástica receta del tío Mark.
Mark y Alonso se sonreían entre sí.
—¿Y bien? ¿Listos para la fiesta de Pato?— preguntó Fernando.
—¡Sí!
—No.
Respondieron Daniel y Oscar respectivamente al unísono, y Lando hizo un pequeño gesto de decepción.
—¿Qué pasa Oscar? Será divertido, tiene mucho que no te reúnes con tus amigos, sería buena idea verlos ya que los tiempos cambian y no sabes cuándo será la última vez que estén reunidos.
—Si Oscar no va yo sí voy— dijo Daniel sonriendo, haciendo que Lando recuperara la esperanza —¡es más! Creo que el ciudadano y yo podríamos divertirnos mucho ahí, ¿no es así Lando?
—¿Puedo ir tío Mark?— preguntó Lando, le parecía necesario contar con la aprobación del mayor.
—Claro Lando, te hará bien salir de la rutina, Oscar, lo siento hijo pero tendrás que acompañarlos.
—Está bien— dijo resignado tratando de no sonar hostil.
***
Los viernes solían terminar su jornada laboral unas horas antes para relajarse, ya que usualmente los sábados viajaban a Eureka Springs o a otros pueblos cercanos a surtir mercancía, pero este fin de semana no tenían salidas que hacer por lo que se dedicaron a descansar en casa.
ESTÁS LEYENDO
Llévame Contigo 🤎
FanfictionAU Oscar es un joven viviendo una vida sencilla junto a sus padres en un pueblo rural al sur de Estados Unidos. Podría decirse que tenía la vida perfecta, tranquila, llena de amistad y amor. Pero pronto llegaría su primo británico Lando a complicarl...