Capítulo 5: La Tormenta se Desata

60 6 0
                                    


La velada en la mansión de los Rosier parecía no tener fin. A pesar de que los Rosier se mantenían distantes tras la confrontación en la pista de baile, la tensión en el aire era palpable. Newt había logrado mantener su compostura, pero su mente seguía dando vueltas a lo sucedido. Había sido un momento tan cercano, tan lleno de sentimientos encontrados, que no podía evitar preguntarse si Theseus realmente estaba comprometido con la causa o si, de alguna manera, había algo más detrás de su protección.

Theseus, por su parte, no parecía preocupado por la mirada crítica de los Rosier. Aun así, su preocupación por Newt no había desaparecido. Mientras caminaban por los pasillos, se aseguraba de que su hermano se sintiera seguro, pero había algo en su actitud que hacía que Newt sintiera una presión adicional.

—Estamos cerca de irnos, Newt. Solo un poco más, ¿de acuerdo? —dijo Theseus en voz baja, como si intentara tranquilizarlo, aunque sus propios ojos mostraban una profunda preocupación.

Newt asintió, pero antes de que pudiera decir algo, la voz de Laurent Rosier sonó desde un rincón oscuro del pasillo, haciendo que sus corazones se detuvieran.

—¿Vas a huir ya, Theseus? Me sorprende que estés tan ansioso por dejar a tu hermano solo en este lugar tan... interesante —dijo Laurent, sus ojos brillando con malicia.

Theseus se tensó al instante. Su cuerpo se puso rígido, y sus ojos se volvieron fríos y calculadores. Newt sintió un nudo en el estómago, dándose cuenta de que algo peligroso estaba a punto de ocurrir.

—Laurent, no quiero tener que repetir esto: lo que entre nosotros no es asunto tuyo —respondió Theseus, su tono firme pero lleno de una amenaza apenas disimulada.

Laurent sonrió con superioridad, acercándose lentamente a ellos. La atmósfera se volvía cada vez más tensa, como si una tormenta estuviera a punto de estallar. Newt intentó apartarse un poco, pero el abrazo de Theseus se ajustó de manera protectora alrededor de su cintura.

—¿Seguro que no es asunto mío? —dijo Laurent, y sus palabras resonaron en el aire como un hechizo maldito—. Porque me pregunto... si este compromiso es real, ¿por qué no ha habido ni una sola muestra de afecto entre ustedes? ¿Es este el "compromiso" que quieren que creamos? 

Antes de que Theseus pudiera responder, Laurent se adelantó aún más, acercando su rostro al de Newt con una sonrisa venenosa.

—Tal vez es porque, en el fondo, sabes que no mereces ser tratado así, Newt. Tú, un doncel, mereces algo mejor que ser usado como herramienta política. Y lo sabes. —La voz de Laurent fue un susurro cruel.

La amenaza implícita en esas palabras hizo que la sangre de Newt se congelara. Pero lo que realmente lo paralizó no fue la amenaza directa, sino el dolor que le causaron esas palabras. La idea de que los demás pudieran ver su vida como una herramienta, como una moneda de cambio, lo dejaba sin aliento.

Theseus, al notar la incomodidad de su hermano, reaccionó en un segundo. Su tono se volvió ferozmente protector.

—No tienes idea de lo que estás hablando, Laurent. No dejes que tu arrogancia nuble tu juicio. Newt tiene más valor que cualquier juego político que puedas intentar jugar. Y, por si no lo has notado, **yo lo protegeré con mi vida.**

Newt levantó la vista, sintiendo un nudo en la garganta. Las palabras de Theseus eran tan contundentes, tan cargadas de un sentimiento profundo, que le costaba procesarlas. ¿Había realmente algo más en este compromiso de lo que él había pensado? Las dudas comenzaron a asaltar su mente, como un vendaval que lo dejaba mareado.

Laurent dio un paso atrás, su rostro distorsionado por la furia contenida.

—Si solo fueras un poco más listo, Theseus, sabrías que esto está muy lejos de terminar.

Sin decir más, Laurent se retiró, dejándolos en un silencio tenso. Newt miró a Theseus, buscando alguna respuesta en su mirada, pero solo encontró la misma determinación que lo había visto en la pista de baile.

—Te lo prometo, Newt, lo que más quiero es verte libre de todo esto. —Theseus apretó su mano con fuerza, tratando de transmitir su protección.

Pero Newt, a pesar de la calidez en el gesto de Theseus, no podía dejar de sentir esa punzada de duda. Algo en sus palabras no terminaba de encajar. **¿Realmente Theseus lo veía solo como un hermano que proteger?**

A medida que avanzaban para salir de la mansión, el aire frío de la noche los envolvió, y Newt no pudo evitar sentir el peso de la verdad no dicha, que colgaba entre ellos como una sombra. Estos últimos días, su relación con Theseus había cambiado, de maneras que no sabía cómo entender. Y, al mirar los ojos de su hermano, ahora sentía algo más que simple protección.

Bajo las Estrellas del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora