El sol está casi en su punto más bajo, arrojando sobre la playa un manto dorado y suave. La brisa marina mueve las olas en un constante susurro, y el ambiente tiene una calma que solo un atardecer en la costa puede ofrecer. El aire salado me acaricia la piel y el sonido de las olas parece envolverme, invitándome a desconectarme del mundo, a disfrutar de este momento con Pierre, sin más preocupaciones. En un mundo donde todo parece moverse a la velocidad de la luz, estar aquí, en este instante, es lo que más deseo.
Pierre está frente a mí, de pie en la arena, sonriendo con esa expresión tranquila que siempre tiene cuando se siente en paz. Ha sido un día relajado, lejos de la prisa y el bullicio de los circuitos, un día para desconectar, para estar simplemente juntos. Aunque el mundo parece estar lleno de caos y de demandas, aquí, en este rincón apartado, solo estamos nosotros. Y ese hecho, en sí mismo, me hace sentir tan afortunada.
Cuando me propuso salir después de todo lo que habíamos vivido en los últimos días, no tenía idea de lo que me esperaba. Pensé que tal vez iríamos a dar una vuelta por la ciudad o disfrutar de una cena tranquila, pero no. Pierre siempre tiene ese toque de sorpresas que me deja sin palabras. En cuanto llegamos a la playa, entendí que este no era un simple paseo. Había algo más en su mirada, en su gesto, en la manera en que había organizado todo. El picnic improvisado sobre la arena, las flores frescas, la cesta llena de fruta y vino, el sol comenzando a esconderse en el horizonte... Todo parecía sacado de una película romántica, pero aún más especial porque era real. Era nuestro.
Nos sentamos en la manta que Pierre ha extendido sobre la arena. La luz cálida del atardecer nos rodea, y todo en el aire se siente como si hubiera sido creado exclusivamente para nosotros. No hay más ruido que las olas y el murmullo del viento. El mundo parece haberse reducido a un espacio pequeño, íntimo, donde lo único que importa es lo que sentimos y lo que estamos compartiendo.
Pierre me ofrece una copa de vino, y la tomo con una sonrisa. El tintineo de la copa resuena suavemente en la calma del ambiente, pero mis pensamientos están totalmente centrados en él. La brisa me acaricia el rostro, y observo cómo su cabello se mueve ligeramente mientras me mira, esa mirada tranquila y penetrante que siempre tiene cuando está disfrutando de un momento sencillo. No necesito más palabras. Todo lo que tengo que hacer es mirarlo para saber lo que está pasando por su cabeza.
— Scarlett... — dice Pierre después de unos minutos de silencio, su voz suave pero clara. La forma en que pronuncia mi nombre siempre me hace sonreír, porque tiene una manera de decirlo que suena a susurro, pero a la vez a declaración de amor.
Lo miro fijamente, sin saber muy bien qué esperar. Siempre he sabido que Pierre tiene esa capacidad de sorprenderme, de sacarme de mi zona de confort, pero nunca en una forma que me haga sentir insegura. Es como si siempre tuviera la respuesta correcta para cada momento. El sol se oculta poco a poco en el horizonte, y la luz dorada tiñe de colores cálidos todo a nuestro alrededor. El mar refleja esa luz, creando un espectáculo visual que se suma a la serenidad de este instante.
— Estaba pensando... — Pierre empieza, con una mirada introspectiva, como si estuviera buscando las palabras adecuadas para lo que quiere decir. Lo observo, esperando. — Pensaba en todo lo que hemos vivido, en todo lo que hemos compartido. Cada carrera, cada charla, cada risa, cada momento difícil. Pero lo que más he valorado, Scarlett, es cómo hemos llegado hasta aquí, cómo hemos crecido juntos, a pesar de los miedos, a pesar de las dudas. No me imaginaba que encontraría a alguien como tú.
Siento que mi corazón se detiene por un segundo. Sus palabras son simples, pero cargadas de significado. Nos conocemos desde hace tiempo, pero los últimos meses, después del accidente, han sido la prueba de que hay algo más profundo entre nosotros. Algo que no se puede describir con facilidad. Me ha visto vulnerable, me ha visto en los momentos más difíciles, y sigue estando aquí, a mi lado. Y yo, lo mismo.

ESTÁS LEYENDO
ꜱɪᴅᴇ ʙʏ ꜱɪᴅᴇ | ᴾⁱᵉʳʳᵉ ᴳᵃˢˡʸ
FanfictionScarlett acaba de unirse al equipo como ingeniera, con una mente brillante y una determinación inquebrantable. Todo en ella es preciso y calculado, pero cuando se enfrenta a Pierre, un piloto con una actitud desbordante y un carisma que parece impos...