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ɴᴀʀʀᴀᴅᴏʀ ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ

Habían pasado dos semanas desde que Scarlett había firmado con Ferrari. Eso era algo que varios fans todavía estaban procesando, lo cual es lógico; hace varios meses llegó como nueva ingeniera a Alpine y ahora está en la mejor Scuderia que ha habido durante años.

Pero quien estaba orgulloso y decepcionado por esa noticia era Pierre; el Francés estaba arrepentido de todo lo que le dijo a la rubia ese día. El piloto no había podido dormir bien desde ese momento.

Scarlett, en cambio, estaba orgullosa de si misma al ver hasta donde había llegado, pero sabía que iba a echar de menos a la persona que había confiado en ella desde que empezó en Alpine.

La recién nombrada se sienta en una de las sillas que hay en el garaje de la Scuderia y espera pacientemente a que los semáforos se enciendan; ella y su amiga, Venecia, sabían que si los ingenieros cumplían con las órdenes perfectamente y cambiaban neumáticos y todo lo necesario a tiempo, ganarían esta carrera.

En cambio, el equipo Alpine, estaba pasando una mala racha; desde que Scarlett se había trasladado a Ferrari, todo estaba siendo más complicado. Por suerte, ambos pilotos quedaban en las posiciones que otorgaban puntos, pero no gracias a las estrategias del equipo.

—Ganarán— Dice Venecia llegando junto a su amiga delante de la pantalla.

—Lo sé, lo lograrán—

Todos los semáforos se apagan y eso hace que todos los pilotos salgan a toda velocidad de la línea de salida para comenzar la carrera en Estados Unidos. Pero los ojos de Scarlett buscan ansiosos el coche de su ex casi algo, quien en ese momento no está muy concentrado en la carrera y la rubia lo sabía; lo sabía desde el momento en que el Alpine ha perdido tres posiciones de golpe.

Scarlett se cruza de brazos y suelta un leve suspiro gracias a los nervios. Que esté enfadada con Pierre no significa que haya dejado de amarlo, aunque nunca no lo haya dicho en voz alta.

Todo estaba saliendo bien para las dos pilotos británicas, no bajaban del primer y segundo puesto; pero detrás de ellas venía cierto neerlandés y cierto monegasco.

A medida que la carrera avanzaba, la mente de Pierre estaba en otro lugar; el Francés quería decirle a gritos a Scarlett que lamentaba ser un idiota, que lamentaba haberle hecho daño y que quería arreglar las cosas.

En ese preciso momento, Pierre no fue consciente de que uno de sus rivales intentaba adelantarle por la derecha en una de las curvas, causando que en ese momento el coche de Stroll chocara con el Alpine.

El coche de Pierre sale disparado de la pista, dando varias vueltas de campana por en medio; nada lo para, hasta que llega al muro, donde el fuerte golpe lo detiene, pero nada parece ir para mejor. El coche está inmóvil, sí, pero boca abajo atrapado detrás de las vallas.

La boca de Scarlett se abre levemente en cuanto ve como su amado sale de pista, pero su expresión cambia a a terror en cuanto ve el fuerte impacto que ha tenido junto a las barreras.

—¿¡Pierre!? ¿¡Estás bien!?— Pregunta repetidas veces el ingeniero del Francés por la radio.

—Scarlett...— Es lo último que se escucha por la línea del piloto.

Rápidamente la bandera roja se hace presente, todos los pilotos se retiran y la pista queda totalmente libre; ahí es donde Scarlett no se lo piensa dos veces y sale disparada de garaje.

—¡Scarlett!— Exclaman sus amigas en cuanto las pilotos han bajado de sus monoplazas en el garaje de Red Bull pero la Francesa no se detiene, salta como puedo la valla de metal y deja caer sus pies en la pista.

ꜱɪᴅᴇ ʙʏ ꜱɪᴅᴇ | ᴾⁱᵉʳʳᵉ ᴳᵃˢˡʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora