Pusilánime [ daerin ]

27^᪲᪲࣪

🔮

Había conocido a Rei en una de las muchas fiestas que organizaba la alta sociedad coreana. Se había presentando hace un año en ese entonces, por lo que el aroma suave a rosas de la rubia no pasó desapercibido por ella cuando sus familias las presentaron.

Junto a la Omega había otra chica de cabellos castaños y rizos revueltos que la miraba con ojos brillantes, le ignoró, centrando la mirada en Rei, en sus mejillas rosadas y sus ojos que lucían como medias lunas cuando sonreía.

Haerin se había prendado de Rei en aquel entonces, al punto de que no le molestó en absoluto cuando sus padres le hicieron saber que habían concertado un compromiso con una de las hijas de la familia Marsh. A su mente, había llegado el rostro precioso de Rei, no había podido ni quiso quejarse en aquel entonces.

Sin embargo unos años después, terminó comprometida con Marsh Danielle y entonces, la caja de Pandora que contenía todos y cada uno de los sentimientos negativos que podria tener por una persona se abrió, volcándose completamente sobre la Omega.

La actual Marsh Rei sigue siendo una Omega jodidamente preciosa a la vista, su figura se mantiene a pesar de sus dos hijos y aunque luce un poco enferma y pálida, no opaca el porte perfecto que tiene la Omega. Haerin la escruta con la mirada, y todo lo que esa Omega había provocado en ella y en su lobo, ya no está.

Kang Haerin mira a la persona que en un pasado consideró el amor de su vida y siente...nada. Absolutamente nada.

—Gracias por reunirte conmigo. Sé que debes estar muy ocupada con el trabajo.— Rei le dijo, sacándola de su trance mental. Haerin le resta importancia al asunto, dejando caer los hombros en una posición relajada.—Además, gracias por guardarme el secreto. No te lo hubiera pedido de no ser necesario.

Ambas están sentadas en ese restaurante ridículamente caro en el hotel en el que la Omega se hospeda. Haerin la observa de reojo y Rei luce apagada, hay un apósito cubriendo el sitio donde la Alfa recuerda que descansaba una marca y se hace una idea del tema que van a tratar.

Sus comidas están intactas sobre la mesa, ninguna tiene apetito y el ambiente no es agradable como para compartir un almuerzo. Haerin solo quiere terminar la conversación e ir a hundir la nariz en el cuello de Danielle, para drogarse con su aroma.

—Supongo que lo mejor será ir directamente al grano, ¿no?— Haerin asiente y Rei suspira, luciendo visiblemente afectada.— La madre de mis bebés...me pidió el divorcio hace unas semanas.— los ojos de Haerin se abren amplios ante la información.

—»No me sorprendió la verdad, nuestra relación ya estaba estancándose desde hace un tiempo. Mi marca se está desvaneciendo. — apuntó hacia el apósito en el cuello.
—Y realmente nada de esto importa, pero ella quiere quitarme a mis cachorros, quiere la custodia para si, va a llevarlos a Europa. Ella los alejará de mí. Solo podría verlos en las vacaciones, quizás para Navidad y yo....no puedo hacer eso.— sollozó.
—Son mis bebés, no puedo perderlos.

—¿Por eso querías mi ayuda?— Rei asiente. —Aún así, nada de lo que me has dicho me explica por qué no querías que nadie de tu familia supiera de esto, ni siquiera Dani.— la Omega aprieta los labios.

—Acordamos mantener el asunto del divorcio entre nosotras, no queremos involucrar a nuestras familias. Hacerlo, significaría hacer de nuestra separación un mayor escándalo y queremos proteger a los niños de esto lo más que podamos. Es lo único en lo que logramos estar de acuerdo y quiero respetar eso. Las cosas son lo suficientemente difíciles como para empeorarlas. — Haerin asiente ante sus palabras.—Y sé que no tenemos una relación cercana pero eres la única persona capaz de ayudarme en estos momentos.