La Phantom fue descendiendo progresivamente hasta impactar a gran velocidad contra la tierra, dejando profundos surcos a su paso de medio metro de profundidad, destrozando el ala izquierda en su camino hasta detenerse; exhalando un último chirrido de metal agonizante, permaneciendo inmóvil como un animal sin vida, esperando pacientemente a que alguien viniera a rescatar lo poco que quedaba de ella.
Dentro de la nave, las luces fluorescentes titilaron varias veces seguidas en los estertores de la muerte, hasta apagarse con un chisporroteo, sumiendo el interior en una inmensa penumbra capaz de cegar a cualquier mortal e inutilizar el sentido de la vista. Un silencio inquietante se apoderó, dominando todo completamente, sin dar señal alguna de vida de los tripulantes que viajaban a bordo. Las luces de emergencia se encendieron con un parpadeo a lo largo y ancho de la nave, alumbrando pobremente el lugar en un tono rojo canela, aunque disminuyendo ostensiblemente la oscuridad reinante en la Phantom.
Recuperando poco a poco la nitidez en la vista, Lucas consiguió recargarse a duras penas en el pasillo debajo de un foco de mortecina luz roja, acompañado del crujido de varios huesos, que protestaban por el maltrato que recibieron, sintiendo un agudo dolor lacerante en el brazo izquierdo. Un malestarcapaz de someter a cualquiera, por más valiente que sea, aunado a las punciones provenientes de su nuca, justo donde recibió aquel fuerte golpe al estrellarse la nave.
Fue deslizando su mano derecha hasta palpar la herida, haciendo una mueca de dolor al tocarla. La chaqueta fue rasgada con un objeto muy filoso, dejando un profundo corte de manera horizontal en la piel del teniente, de donde salía el característico líquido rojo de los seres vivos como si de un pequeño riachuelo se tratara. Con la mano manchada de sangre, hurgó en los bolsillos del uniforme hasta encontrar lo que buscaba, una venda con la cual cubrir la herida y detener el sangrado.
Aplicándose un burdo vendaje, consiguió su objetivo e hizo un firme nudo con los extremos de la venda. Soltó un profundo suspiro de resignación mientras volteaba a ambos lados a intervalos de diez segundos, buscando cualquier indicio que le confirmara que los sargentos seguían con vida; y también vigilando que no apareciera ningún enemigo por el enorme boquete creado por la detonación del misil.
Marco Farrel y Jean Steel hicieron acto de presencia después de que transcurrieron varios minutos que parecieron horas interminables para Lucas, que fue esbozando una ligera sonrisa al verlos; al ser iluminados por las luces de emergencia, Varzzen vio los efectos del accidente en ellos. Los cinturones de seguridad aminoraron significativamente el daño en ambos sargentos pero no salieron completamente ilesos. Steel tenía un desagradable hematoma a un costado del cuello y estaba con el intenso cabello rojo alborotado. En cambio, Farrel se llevó la peor parte, tenía una herida en la frente como si se hubiera estrellado contra el cristal, y cojeaba al caminar, apoyándose en la sargento al avanzar.
— ¿Se encuentra bien, teniente? Está sangrando del brazo izquierdo —preguntó Farrel antes de que Lucas pudiera abrir la boca, caminando a paso lento hacia él, siendo ayudado por Jean y señaló la venda.
— Me encuentro completo, sargento, si eso es lo que desea saber —respondió mientras se erguía y se aproximaba a ellos—. ¿Y ustedes, qué tal están?
— Bien, bien, no me quejo —dijo, condescendiente y escupió al suelo—. Y tú, Jean, ¿cómo estás?
— Yo... estoy... —la voz se le quebró y tuvo que aclararse la garganta varias veces hasta recuperarla—... bien. Marco, esa herida en tu frente se ve fea, debes ser atendido por un médico.
— Steel tiene razón— intervino Lucas en la charla de los sargentos—. Es probable que haya sufrido una conmoción cerebral y no se haya percatado.
— ¡Oh, no es nada de lo que deban preocuparse! —dijo Marco, haciendo un ademán con la mano para restarle importancia al asunto.
Ella y él iniciaron una discusión amistosa sobre la falta de preocupación del sargento referente a sí mismo. Lucas les prestaba poca atención, ya que estaba más concentrado mirando al exterior, inquieto ante tanto silencio, cuando percibió movimientos difusos provenientes de afuera, que le revelaron la aproximación del enemigo.
![](https://img.wattpad.com/cover/31367559-288-k871093.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Imperio
Science FictionEn el 2020, Estados Unidos, Alemania y Rusia decidieron aliarse para tener una mejor economía pero esto solo fue una excusa, el verdadero motivo era conquistar al mundo y obtener más territorios y materia prima. Así se creó El IEAA (Imperio Euro-Asi...