Si quieres que el terror se cuele por cada fibra de tu cuerpo. Si ansías sentir cómo late desenfrenado tu corazón al simple roce de la puerta entornada. Si deseas que tus dientes castañeteen por aquella sombra deforme que está detrás de tu espalda.
...
—¡Vamos a jugar un juego! Los otros ya dijeron que sí. Es simple, escucha bien. Tendrás que esconderte. Si te encuentran yo pierdo y sabes que odio mucho perder. Por eso debes esconderte muy bien. ¿De acuerdo?
Le dice el hombre a la cabeza cercenada de un joven que está dentro de una caja. Luego comienza a echarle tierra arriba.
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