TOM COLLINS.
Un autor no debe ser solo un buen historiador.
Debe ser un gran estratega.
Y para ser un buen estratega, hay que tener ambición.
Hay historias que trato de hilar que rozar lo pretencioso, pero así soy. La ambición me mueve, no importa si debo seguir un hilo por años y años. Lo haré igual.
Chandler también.
Estamos en el hotel de Chandler, yo estoy terminando de editar mi último manuscrito, haciendo notas casuales sobre el plan para ayudarlos. Ellos están hablando de la competencia de cochecitos hace al menos dos horas.
—Creo que debo irme —Violeta le sonríe—. ¿Nos vemos mañana?
—Estarás ocupada con él, no nos arriesguemos. Él no ha visto a "Lila" con Chandler y no debería, me va a reconocer.
—Joder. —suspira ella.
—¿No puedes vivir sin mí?
—Sabes que no —le deposita un beso en la mejilla—. ya me voy, los llamo luego chicos.
—Te abro la puerta, anda.
Chandler la sigue hasta la puerta, ambos caminan lento y se detienen en cada pequeño gesto del otro como solo lo hace dos personas que no se quieren dejar ir jamás.
Pero tienen que hacerlo, Violeta irá a ver a West y los ojos de Chandler brillan cada vez que ella sonríe. Cuando ella ríe, él es feliz. Cuando ella da dos pasos, él da uno para asegurarse de cuidar sus espaldas. Cuando ella se va, él deja caer la máscara.
Me permito reír, finalmente.
—Sabes algo amigo —digo entre risas—. Si tú te volvieras actor, Ron Kennedy no tendría ni oportunidad de ganar otro Oscar.
—¿Qué?
—Que eres demasiado bueno.
—¿En qué, ridículo?
Ya se ha puesto a la defensiva. Hoy más rápido de lo común.
—Tú sabes en qué.
—No empieces con tus locuras. —refunfuña Chandler al arrastrar sus pies hasta el sofá.
—El agua moja —declaro al levantarme de mi asiento, cerrando mi laptop—. Las peras son verdes y las manzanas rojas.
Mi mejor amigo no me responde, pero eso no es nuevo, luego de las 12 él se declara en hibernación y ya no tiene contacto social con el resto de mundo. Chandler es una persona especial, diferente al resto, quizá demasiado diferente al resto, pero supongo que así son los acuario.
Supongo que es bastante raro encontrar a una persona que conserve los mismos amigos desde secundaria, súmale a eso que le gusten las mismas cosas, que se haya sacado 3 carreras en 5 años, que esté trabajando a una edad exageradamente joven en un campo que requiere más experiencia que ser un fuckboy literario y por si hacía falta, de un sujeto que no usa su primer nombre hace casi media década.
Chandler es raro. Siempre lo ha sido, pero un día conoció a violeta, entonces se volvió más raro. Ha sido una avalancha.
Y vaya, tampoco es que yo sea normal.
Pero lo que sí es anormal es pretender que nada pasa como si fueras un robot cuando hasta hace un segundo, juraría que estaba a tres pasos de romper los labios de violeta en un beso.
—Oye, a veces me das pena, amigo. —suspiro al sentarme al lado suyo.
—Déjame ya en paz con eso. Un día se te va a escapar frente a ella y...
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No apto para cobardes
Teen FictionVioleta solo tiene un objetivo, arruinarle la vida a West White. Los libros que Violeta lee promueven el perdón, la compasión y el olvido. Tres palabras que no están en su vocabulario. El infierno está vacío y todos los pecados se pagan en la tier...