No apto para cobardes

6. GRIS

«Small talk, big love
Act like I don't care what you did»

Imgonnagetyouback - Taylor Swift

🏎️

El sonido de mis latidos es aplastado por la música electrónica saliendo del departamento de West. Que vale, no es un departamento, es el piso entero, una suite inmensa con acceso a la terraza con piscina. Este rascacielos me pone nerviosa, no conozco a nadie y la mitad de las personas con las que me cruzo son millonarios o modelos con las pupilas dilatadas.

Me permito soltar un largo suspiro mientras nadie me ve, no recordaba lo "divertido" que es pararte en una esquina donde nada se ve muy bien, hay humo, polvo en la mesa y botellas en el suelo. Donde no se puede hablar con nadie por el ruido, de todas formas no es como si una fiesta fuera el lugar indicado donde conocer a alguien. Nada de lo que te encuentres en un circo puede ser otra cosa que no sea un payaso.

Supongo que el sentimiento me sube por la garganta porque esta vez no tengo a mis amigos alrededor controlándome, estoy sola y no es sorpresa: Me siento inmensamente sola rodeada de personas "felices" y sociales. Le escribo a West que estoy aquí pero no me ha respondido.

Chandler entra minutos después junto con otro grupo de chicos, no tengo idea de cómo consiguió poder pasar desapercibido pero tampoco me da tiempo de preguntarle. Sube las escaleras a la terraza apenas ingresar, sin mirarme o dar mínimo indicio de que me conoce como acordamos.

Nada logra deprimirme tanto como el tecno europeo a luz baja, me trae recuerdos de mierda. Creo que podría perder la cordura si visitara por demasiado tiempo el pasado. Tomo asiento en el sector de bebidas antes de que mis piernas me lleven a correr de aquí.

«Esto es aburrido, preferiría estar con mis amigos jugando videojuegos».

Preferiría estar en cualquier otro lugar la verdad.

Percibo un aroma intenso a un lado mío, no reconozco su perfume pero puedo asumir que es del tipo que usaría cuando no huele a sudor.

—Hola bonita.

—West, estaba esperándote.

—Lo sé —pasa su brazo alrededor de su cintura, deposita un beso en mi mejilla y me fuerzo a relajarme—. ¿Qué haces? ¿Quieres venir mis amigos? Estamos en la piscina.

—Con verte estaré bien.

—¿Segura? —arquea una ceja—. te quedaría increíble ese atuendo mojado.

—No sé nadar. —miento.

—Te sostienes a mí con tus garras. —bromea al tomar mi mano y observar a detalle mis uñas esculpidas.

—Podría intentarlo —tuerzo mi falsa sonrisa—. ¿Quieres tomar algo?

—Aun no, es muy temprano. Ven, sígueme —su mano en mi espalda me guía a las escaleras—, ellos te amarán.

Asiento, tomo una larga respiración y evito pensar en quienes están a mi alrededor. West está vestido con una camisa negra y un collar de oro en grande. Se puede ver un poco de su tatuaje de dos tigres en su pecho.

Los pocos conscientes giran la cabeza ante él, al vernos. Sus amigos hacen bulla cuando regresa, cada uno de ellos me escudriña como si fuera un trofeo nuevo y noto a algunos asentir en aprobación. Remojo mi boca seca con mi lengua.

Hay dos mujeres más sentadas en un puff juntas. Altas, delgadas, de cabello corto y claro. Piezas de ropa diminutas. Están calladas y solo se dedican a encender sus cigarrillos; es vergonzoso lo mucho que se parecen entre ellas, yo al menos soy un estallido incomodo de color en el monocromático beige que impone su grupo de amistades.