Capitulo 50 "Final"

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Capítulo Final

Pasaron semanas desde que todo ocurrió, aunque a veces parecía una vida entera. Yo, Lisa, me encontraba en un punto de reconstrucción. Había empezado terapia, algo que nunca había considerado antes, pero que ahora era mi salvavidas. Mi terapeuta me enseñaba a aceptar lo que había pasado, a procesar el trauma, y, poco a poco, comencé a sentirme más ligera, como si una nube pesada se desvaneciera.

Milyen y Michael, por su parte, no solo se preocupaban por mí, sino también lidiaban con Rose. Habían decidido que era hora de ponerle fin a su historia con ella, y lo hicieron de la manera más cruda y directa posible.

En el sótano de Rose

Milyen y Michael entraron al sótano donde ahora estaba encerrada Rose. La mujer que había sido una tormenta en nuestras vidas se veía irreconocible. Su cabello estaba desordenado, su ropa sucia, y su mirada perdida. Aun así, cuando los vio entrar, intentó mostrar la misma arrogancia de siempre.

—¿Vinieron a pedirme perdón? —se burló, con una sonrisa torcida.

Michael la miró con una mezcla de asco y frialdad.

—Perdón es lo último que mereces, Rose. Vinimos a asegurarnos de que entiendas que aquí te quedarás, pudriéndote con tus propias decisiones.

Milyen se acercó, sus palabras cargadas de crueldad.

—No mereces ni un gramo de compasión. Pensamos que queríamos salvarte, pero ahora sabemos que solo eres un monstruo. Quédate aquí y enfrenta lo que sembraste.

Rose trató de defenderse, gritando insultos, pero ellos no la escucharon. Cerraron la puerta del sótano con un sonido seco, dejándola atrás para siempre.





Con el paso de los meses, las cosas empezaron a mejorar. Milyen, Michael y yo reconstruimos nuestra relación desde cero, esta vez sin secretos, sin sombras del pasado. Fue difícil, pero estábamos decididos a seguir adelante juntos. Un día, Michael y Milyen se arrodillaron frente a mí con una sonrisa nerviosa, sosteniendo un anillo.

—Lisa, no queremos que sigas siendo solo parte de nuestras vidas —dijo Michael—. Queremos que seas nuestra vida, nuestra familia. ¿Te casarías con nosotros?

La emoción me abrumó, y las lágrimas corrieron por mis mejillas. Por supuesto, mi respuesta fue un "sí" lleno de amor y esperanza.







La ceremonia fue todo lo que podría haber soñado. Nos casamos en un hermoso jardín al aire libre, rodeados de flores blancas y lilas. El sol bañaba todo con una luz cálida mientras amigos cercanos y familiares nos rodeaban. Caminé hacia ellos con un vestido de encaje sencillo, pero perfecto, mientras Milyen y Michael me esperaban al final del pasillo con trajes oscuros y sonrisas llenas de amor.

Los votos fueron sinceros, llenos de promesas para el futuro.

—Lisa, contigo aprendimos a amar sin límites —dijo Michael.
—Y contigo encontramos lo que significa ser realmente felices —añadió Milyen.

Nos besamos entre aplausos, lágrimas y risas. En ese momento, el mundo parecía perfecto.







Los años pasaron, y nuestra felicidad se multiplicó con la llegada de nuestros hijos. Leonel, el mayor, tenía 7 años, con los mismos ojos intensos de Michael y el cabello oscuro de Milyen. Era un niño curioso, siempre preguntando sobre todo, con una energía inagotable.

Leonardo, de 4 años, era un remolino de ternura. Tenía los rizos castaños que yo solía tener de niña y una sonrisa traviesa que derretía a cualquiera.

Nuestra casa estaba llena de risas, juegos, y momentos inolvidables. Los hermanos adoraban a sus hijos, y yo sentía que finalmente había encontrado mi lugar en el mundo.








Un día, mientras veíamos a Leonel y Leonardo correr por el jardín, Milyen me tomó de la mano y la apretó con fuerza.

—Gracias por no rendirte con nosotros, Lisa.

Michael, que estaba sentado a mi otro lado, me besó la frente.

—Eres lo mejor que nos ha pasado.

Y en ese momento, mirando a nuestra familia, supe que, después de todo, había encontrado la felicidad. La oscuridad del pasado era solo un recuerdo, y lo que teníamos ahora era un futuro lleno de amor, los amaba inmensamente y sabía que iba a estar con ellos hasta la muerte...

Colorín colorado, está historia a acabado...

compañeros de cuartoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora