Slide away » YoonMin.

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YoonGi regreso después de unos interminables minutos, JiMin lo observó moverse con rapidez por el apartamento, quizás tratando de conseguir algo.

—Debo irme. —Mencionó tranquilamente, sin rastro de la pasada pesadez que los había envuelto a ambos hace un momento. JiMin asintió, sosteniendo el dobladillo de la camisa. —¿Quieres quedarte? —Cuestionó observándolo fijamente. —Regresaré en la noche, incluso antes si termino de ayudar a unos colegas en una intervención de emergencia, yo... Quiero que te quedes, ¿Puedes?

—¿No hay ningún problema? —YoonGi rió, acercándose hacia el omega mientras tomaba su rostro entre sus manos.

—Vivo solo, JiMin-ah. Estás es mi casa, y te quiero en ella cuando regrese, puedes ir con TaeHyung si quieres, pero por favor... Quiero encontrarte aquí cuando regrese. —Pidió, observando fijamente al omega, por un momento, JiMin pudo distinguir el fuego abrasador de minutos atrás en la mirada del alfa.

Estaba esa sensación de dominio que estaba haciendo que su lobo se doblegara a él.

—Iré con TaeHyung, necesito ver cómo sigue el trabajo de remodelación en el local y... —Calló ante la intensidad de la mirada del alfa. —¡Y-YoonGi! —Se quejó por lo bajo antes de recibir de nueva cuenta los labios del alfa sobre los suyos en un beso casto. —R-Regresaré aquí, s-solo dime la hora.

—Regresaré a las ocho. —Respondió, alejándose del Omega tan rápido como lo dijo. —Ponte tus zapatos, te dejare en el edificio de TaeHyung antes de irme al hospital.

JiMin simplemente se quedó otro poquito de tiempo procesando lo que aparentemente iba a suceder.

...

Cuando llegó al apartamento de TaeHyung, la mirada curiosa del omega recayó sobre él, al igual que el peso del contrario, no obstante, terminó separándose frunciendo la nariz cuando sintió la pesadez del aroma de YoonGi sobre su mejor amigo.

—No voy a preguntarte cómo estás, supongo que estás bien. —JiMin le golpeó el hombro juguetonamente mientras se dejaba caer en el sofá. —Entonces.... —Presionó TaeHyung, jugando distraídamente con sus manos mientras veía al omega de manera expectante. JiMin sintió su rostro enrojecer por completo mientras recordaba a YoonGi.

—No pasó nada. —TaeHyung bufó, rodando los ojos. —¡Es en serio! YoonGi... YoonGi es un experto en volverme loco y dejarme así, desesperado, y Dios, se que debería de estar pensando en lo que pasó ayer con SangHyuk, pero también he decidido que estoy cansado de dejar de lado lo que quiero por vivir con el miedo de que SangHyuk me va a dañar mi relación con YoonGi.

—No te estreses, es normal. —Animó TaeHyung. —Quizás es tu lobo que siente que encontró a su pareja ideal, entonces no quiere perderlo, pero independientemente de eso, ¿Lo quieres? —JiMin lo observó confundido. —¿Quieres estar con YoonGi de esa forma?

El olor dulce de las fresas inundó la sala ante la sola pregunta, TaeHyung rió.

—Lo siento, es que... Me gusta YoonGi, me gusta desde el primer momento en que lo ví, aunque sentía que estaba mal y quería ignorarlo. —Expresó. —No se compara a lo que sentí cuando conocí a SangHyuk, porque con SangHyuk, quizás era más fuerte el sentimiento de lo prohibido, pero con YoonGi lo siento desde adentro, mi lobo desapareció con SangHyuk y volvió a mi con intensidad cuando vi por primera vez a YoonGi en la cafetería, quiero vivir esto con él, aunque fracase a mitad de camino.

—¿Por qué crees que va a fracasar? —Cuestionó con duda TaeHyung. —¿YoonGi te ha dicho algo?

—No sé, pero lo siento aquí. Me casé pensando que lo estaría para siempre, y eso... Eso es algo que no voy a borrar, no soy el prototipo ideal que un padre o madre quisiera para su hijo, yo... Yo tengo miedo de que lo que tengo con YoonGi no soporte el escrutinio externo.