Todos conocen la historia detrás de uno de los hijos del murciélago de Gotham, Red Hood. El antihéroe de la ciudad del crimen marcado por su pasado y que, en palabras de estos escritores conjuntos, merece algo mejor en su vida. Pero ahora, hablemos...
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Créditos a : danicasketchup en Pinterest
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Jason se sentía completamente atónito ante las palabras de Ariadne, ¿En serio ella se estaba ofreciendo para ser una vigilante? Aquello debía ser producto del calor del momento. El no había esperado que ella pidiera algo semejante, pero la idea de ponerla en peligro lo llenó de angustia y miedo, aunque también, comenzó a pensarlo fríamente.
El tener aunque fuera un poco de entrenamiento le serviría a ella, tal vez no para ser una vigilante, pero si para defenderse, por mucho que el quisiera no podía cuidarla ni estar detrás de ella toda la vida, pero aunque eso pensara, aquello no se sentía bien.
--"¿Quieres que te entrene? ¿Estás segura? No será fácil, ni seguro para ti..."
Entonces ella negó, determinada. –"No me importa, quiero cambiar mi vida, no volveré a bailar para un club, pero tampoco estoy segura de poder hacer otra cosa..." murmurando con algo de vergüenza. –"No es que ser una bailarina fuera algo totalmente indigno en otra circunstancia, pero... quiero dejar de mostrar mi cuerpo..."--
Aquellas palabras hicieron que en el vigilante se albergara, o al menos se notara mejor un sentimiento que tenía por ella. Respeto. Respetaba su decisión e incluso la admiraba, lo hacía pensar que ella no sólo era una mujer que se dedicara a lo que conociera, estaba totalmente dispuesta a iniciar de cero, en otro tipo de trabajo. Y aunque él no se sentía aún convencido de entrenarla, por lo menos estaba dispuesto a ayudarle en lo que sea que ella quisiera hacer. Una buena parte de él, la del instinto protector, impedía lastimarla, y hacía soltar sonidos de alerta ante su idea.
--"Ariadne, respeto e incluso admiro mucho esa idea, pero un entrenamiento así no es un juego, me he roto huesos por este modo de vida, y no quiero que te hagas daño."
Ariadne miró hacia abajo, suspirando apesadumbrada, pero entendiendo totalmente el argumento de Jason, ella no tenía ni idea de cómo pelear, y él había sido entrenado desde una temprana edad para combatir el crimen. Lo que ella buscaba era ser lo suficientemente fuerte para acompañarlo para enfrentar el crimen juntos, pero por mucho que sus habilidades como bailarina la ayudaran, estaba muy lejos de ser una vigilante como Catwoman.
--"Yo sé que combatir el crimen no es un juego, Jason, pero no sé qué hacer con mi vida, y tampoco quiero... perderte, lo siento si te molesté."—Murmuró una preocupada Ariadne, admitiendo con ello los sentimientos de aprehensión que ella tiene y seguramente tendría al verlo irse cada noche para patrullar la ciudad.
Reacción que causó en el vigilante que su corazón se derritiera ante esas palabras, ella demostraba apreciarlo y preocuparse por el lo suficiente para desear acompañarlo a combatir el crimen. Aquello despertó en el vigilante aún más su instinto protector, y la abrazó, apretándola ligeramente contra su amplio pecho, mientras confesaba.