Cuando el teléfono suena

Capitulo 50

"Ja ja......"

Mordió de nuevo el cuello de Hee Joo y sostuvo su pecho con una mano. Su piel se deformó en su palma, su ápice quedó deformado.

Los dedos de sus pies se curvaban cada vez que él tomaba la ligera cresta de piel en su boca y chupaba.

"Ja ja......"

Su cuerpo se retorció en una sensación casi loca, sintiendo su virilidad hincharse en sus muslos.

Cada momento es caluroso y urgente. Le bajó los pantalones a Hee Joo y presionó suavemente el centro de sus bragas. Lentamente, sus dedos exploraron el lugar ligeramente separado.

"Oh...!"

En ese momento, su cuero cabelludo de repente se calentó. Siguió dándose vueltas y el enorme cuerpo de Baek Sa-eon la presionó.

"Shh... está bien."

Sin embargo, sus movimientos abajo no fueron suaves. Fue lento pero la destrozó sin dudarlo.

"¡Uh, um...!"

Hee joo luchó y se retorció, pero Baek Sa-eon no la dejó ir.

"No sabes cuánto tiempo he aguantado..."

 "Mmm, Mmm..."

"Una persona poco entusiasta ni siquiera tiene las calificaciones para tener..."

Casi lloraba cada vez que sus dedos se frotaban en alguna parte. Era una sensación, densidad y presión completamente diferente a la de su propio toque.

"Incluso si es sucio y repugnante, todavía estoy apegado al poder." 

"Hmmmm..."

"No se me permitía tener nada, pero había una cosa que quería".

Añadió otro dedo.

"Sólo hay una cosa que quiero." 

"Mmm..."

Su pene estaba ahora tan erecto como un instrumento contundente.

«He llegado a codiciar donde no debía para conseguir lo que otros tienen». 

"Uh..."

"Cuando volví en sí, me encontré completamente enamorado y decidido a conseguirlo sin importar nada".

Hee Joo jadeó, apenas capaz de respirar.

"Así que originalmente planeé ir a verte después de que todo terminara, pero ahora no es necesario "..."

"Es suficiente ser un chico malo de principio a fin".

La lujuria explícita pareció quemar todo su cuerpo. Como esposa, nunca había sentido esa mirada.

"No sobreestimo mis habilidades y quiero ser una buena persona".

Justo cuando estaba rígida, otro dedo se apretó. Su cuerpo estaba siendo destrozado y la lengua invadió el interior de sus labios.

"Um..."

Sensaciones desconocidas inundaron sus sentidos.

"Hee joo."

"¡Um...!"

Cuando susurró su nombre, Hee Joo sintió una enorme presión y apenas podía respirar.

La sensación parecía penetrar desde el abdomen hasta el corazón. Hee joo abrió la boca involuntariamente, casi llorando.

Luego sus gritos fueron arrebatados por una lengua suave y tranquilizadora. El blanco de sus ojos inyectados en sangre miraba fijamente a Hee Joo.

"Seguiré siendo un idiota de ahora en adelante."