Cuando el teléfono suena

Capitulo 16

De la noche a la mañana, él se convirtió en un incendiario que había matado a seis personas con gas tóxico. ¿Sería por este impacto? Durante varios días no solo no salió de casa, sino que incluso las llamadas amenazantes que recibía todas las noches a las 10 también se detuvieron.
Si el plan de Baek Sa-eon era hacer que el acosador retrocediera, entonces fue un gran éxito.
Cuando 'amenazas con cambio de voz' se convirtieron en una palabra clave popular en las búsquedas en tiempo real, incluso Hee joo perdió el apetito.
'¡Resulta que mi voz es la de un incendiario!'
Cuanto más lo pensaba, más se sentía agraviada, absurda e indignada.
Hee joo odiaba recordar esa mañana y tampoco quería volver a sentirse impotente, así que decidió salir por una vez.

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Aunque su mente estaba un poco distraída, quería hacer algo significativo. 

'Al fin y al cabo, solo hay un lugar al que puedo ir.'

El centro de interpretación en lengua de señas.

Apenas había entrado cuando casi chocó con el director Han Jun, que salía apresurado con expresión seria. Hoy, como siempre, llevaba una camisa hawaiana fluorescente y un collar de oro.
Aunque su jefe solía quejarse de que la ropa de los intérpretes de lengua de señas debía ser tan discreta como una pizarra, sin duda el director Han Jun era la persona más llamativa allí.
'¡Ah, querida! ¡Aleluya!'

De repente, como si estuviera recibiendo a un ángel, tomó la mano de Xi Zhu con entusiasmo.

"¡Hee joo, llegas justo a tiempo! Perdón, ¿puedes ayudarme con algo?"
'¿Qué pasa?'
Mientras intentaba liberar su mano de la que él había agarrado, preguntó en lenguaje de señas.
"Hoy hay un puesto vacante, y nadie puede cubrirlo."
El director frunció el ceño, luciendo preocupado.
'¿Qué puesto?'
Él la condujo hasta el centro de comunicaciones en lenguaje de señas.
Este es un lugar que brinda servicios de mediación en tiempo real para personas con discapacidad auditiva, utilizando voz, texto o señas, con mediadores realizando las llamadas en lugar de los usuarios.
Mientras la arrastraba, el director insistía.
"Has aprendido antes, seguro que puedes hacerlo, ¿verdad? Lo que requiere voz lo manejarán otras personas, solo te encargarías de lo que puedas resolver. ¡Es solo una hora... solo una hora...!"
El director juntó las manos, rogando con mucha sinceridad.
"Este tío tan parcial te recompensará un millón de veces."
A pesar de que hablaba con tanta emoción, Hee joo seguía luciendo desanimada y se rascó la nuca.
Al verlo, el director se sintió avergonzado y comenzó a decirle dulces palabras para consolarla.
"Recientemente asistí a una reunión sobre lenguaje de señas en el Instituto Nacional de Lenguas, donde discutimos cómo expresar en señas las canciones de la cantante estadounidense Kariba... Estábamos en una discusión acalorada."
De repente, apareció una fuerte fatiga en el rostro del director.
"Pero es muy difícil... Las letras son demasiado explícitas..."
¿Kariba...?

¿Letras explícitas?
Hee joo lo miró fijamente, y notó cómo el rostro del director se ponía rojo.
"Creo que no es apropiado decirlo frente a ti..."
'No soy un niño.'
"Está bien, está bien."
El director le dio un suave golpecito en la cabeza.
"En fin, pronto habrá un concierto y necesitamos asignar un traductor de lenguaje de señas. En ese momento, te recomendaré. Tu inglés es muy bueno, serías perfecta para traducir lo que diga el cantante."
Al escuchar esto, Hee joo pensó de inmediato en la propuesta de Baek Sa-eon. Trabajar como intérprete de lenguaje de señas en la Casa Azul.
Sin darse cuenta, Hee joo se lamió los labios.
"Así que te encargarás de esto, solo por una hora. ¡Querida, disculpa!"
El director, realmente apresurado, salió corriendo. Hee joo saludó a sus compañeros y se puso los auriculares.
'En realidad, podrías decirme lo que quieras...'
El director de Han Jun había sido una figura constante en su vida desde que tenía 9 años.
Desde el principio, era un joven de veintitantos años, siempre vivaz y juguetón.
Con el paso de los años, se convirtieron en compañeros con mucha química, pero con Baek Sa-eon, quien había compartido esos mismos años, su relación se había vuelto tan distante como la de extraños.
'Ah...!'