Cuando el teléfono suena

Capitulo 54

Baek Sa-eon.

El nieto mayor del difunto senador Bai Chang-ho.

Hijo único del próximo candidato presidencial y Sim Kyu-jin, profesor de la Universidad de Corea.

El hombre al que ha estado observando, que le ha gustado en secreto e incluso con el que se ha casado durante los últimos 20 años... ¿no es en realidad Baek Sa-eon?

"Y... ese amenazador es el verdadero Baek Sa-eon."

Hee joo tenía la piel de gallina por todo el cuerpo.

Si bien todo era un desastre, al mismo tiempo todas las piezas del rompecabezas se iban juntando. El mundo entero le estaba mintiendo.

Cuando escuchó la noticia de que su hermana había regresado, lo único que Hee Joo esperaba era un divorcio limpio, nada más.

"¿Pero la confesión...?"

Todo lo que sabía y creía estaba patas arriba. Aparece el verdadero Baek Sa-eon, que se creía muerto. Su mundo estaba patas arriba.

Debido a este shock, tardó más de cinco horas en llegar a casa, incluso en el mismo Seúl. Mi mente todavía está confundida. Nada está claro.

"Esta no es como la historia del príncipe y el mendigo..."

Entre las historias escuchadas el día del sacrificio, algunas personas dijeron que el difunto congresista Bai Chang-ho amaba tanto a Baek Sa-eon que nunca apareció en público hasta que ingresó a la escuela secundaria.

Por lo tanto, ninguno de los familiares fue testigo del crecimiento de Baek Sa-eon. Entonces, es posible que nadie sepa si el niño es reemplazado a mitad de camino.

Pero ¿qué pasa con sus suegros que viven con él? ¿Podría ser que todos lo sabían, pero lo mantuvieron en secreto? ¿Por qué?

¿Para qué es exactamente?

Hee joo sostuvo el teléfono con las manos juntas y se sentó en la oscuridad.

"Entonces, ¿quién es Baek Sa-eon ..."

No, el hombre que ha estado haciéndose pasar por Baek Sa-eon, el hombre que me gusta,

¿Qué tipo de vida llevó?

El niño que una vez se escondió en un rincón y ni siquiera se atrevió a llorar de alegría.

El chico delgado y pálido que odiaba comer y siempre decía cosas malas. La persona que me gusta...

"No es fácil, pensé que finalmente podría tocarlo..."

Pensé que tendríamos un futuro diferente... 

Hee joo se frotó los ojos rojos e hinchados y cogió su teléfono.

Cuando el reloj marcó las 10 de la noche, inconscientemente cogió su teléfono.

"Tal vez haya un malentendido..."

Nada es seguro hasta que escuchas su explicación. Bip... bip...

Pregúntale, pregúntale claramente

... "Oye, 406".

Había fatiga en su voz, pero también un toque de bondad. Había tantas cosas que quería preguntar, pero me atraganté en un instante.

El amor asfixiante, el silencio de mi hermana y tus demandas de rehenes. Fue demasiado para mí soportarlo.

Pero lo más doloroso son los sentimientos no expresados. Preguntó Hee Joo, tapándose los ojos rojos e hinchados con los brazos.