Cuando el teléfono suena

Capitulo 57

"...Ese niño nunca debería haber nacido."

Se tambaleó un poco.

"Comenzó con un gato".

Junto al río oscuro, el rostro de Baek Chang-ho no se podía ver con claridad.

"Fui el primero en notar que él era diferente. Desde entonces, nunca lo dejé salir. Intenté todos los medios para corregirlo -"

"......."

"Pero simplemente aumento mas las cargas".

"¿Sabes qué hay en esos bultos?" 

Ese bulto grande causó un gran revuelo cuando lo arrojaron al río. 

Aunque el joven tenía algunas conjeturas, se quedó sin palabras.

"Es humano".

"...!"

"Más pequeño que él, a veces más grande que él."

"Metió animales en la lavadora, drogó a la tía en casa... se escabulló al patio de recreo y secuestró a niños más jóvenes que él... Qué demonio".

Su rostro se contrajo como si no pudiera soportarlo.

"Los monstruos a veces se crean, pero a veces nacen. Pero en mi casa, Baek Chang-ho... ¡Cómo se atreve a aparecer algo así debajo de mí...!"

El rostro del anciano se volvió como el de un demonio.

"Las elecciones presidenciales se acercan pronto. ¡Antes de eso, no se podrá captar ningún ruido ni control...!"

"Cuando crezca, sólo destruirá a nuestra familia".

El niño ni siquiera se atrevía a respirar. ¿Qué hay de ti...?

Si trataste personalmente con tu propio nieto, ¿quién crees que eres? Las palabras llegaron a mis labios, pero no pudieron salir. Todo mi cuerpo estaba temblando.

En ese momento, la extraña mirada de Baek Chang-ho recorrió al joven que todavía estaba sentado en el agua. El joven retrocedió inconscientemente y el agua inmediatamente llegó a su barbilla.

"No te di un nombre porque -"

Los ojos del anciano brillaron con frialdad.

"Un niño como tú no me sirve." "...!"

Los ojos del chico se abrieron como platos.

"pero......."

De repente, sus manos agarraron el cuello del niño y lo levantaron de repente.

"Cuando descubrí cómo era mi único nieto, le cubrí completamente la cara. No dejes que nadie lo sepa, excepto mi familia".

"..."

"Niño, ¿sabes por qué hice esto?"

Las comisuras de su boca estaban levantadas y las comisuras de sus ojos también estaban arrugadas.

"Porque en mi casa no debe haber ni una cuchara oxidada."

"¡Especialmente en esta casa que construí con mis propias manos—!"

Esto puede haber sido algo que había planeado durante mucho tiempo. Desde que descubrió que su único nieto era un perdedor, empezó a pensar en formas de reemplazarlo.

"Entonces, te voy a dar un nombre".

En esas aguas oscuras, el niño obtuvo un nombre. Sa-eon.

Es una lengua muerta, una palabra muerta.