•~•El juguete personal de Ryomen Sukuna•~• (Sukuna x TN ) £¡DARK ROMANCE!¥ +18🔥

Capitulo 32

Skip time.

Narra tn.

Han pasado unos 5 años desde que todo comenzó, desde que el me decidió tomarme y volverme parte de su propiedad, desde que él fue a mi casa de ese entonces antes de que Mahito la destruyera. Ahora el reino de Sukuna está en declive, Mahito y Uraume están tensos ya que no entienden las intenciones de Sukuna, ¿por qué le está cediendo todo a Kenjaku?, ellos no logran comprender eso, Sukuna tampoco parace hablar, todos los líderes restantes se fueron con kenjaku por órdenes de Sukuna, menos Cinco el se quedó. Cada cierto tiempo veo menos empleados en el plació, se ve cada vez más vacío.

—Lo menos que necesitas en estas situaciones son más bebés, ¿no te bastan con los que tienes?—Dijo Mahito con un tono enojado—.

—Y-yo... solo... estos son los hijos de tú amo deberías de respetarlos.

—Mahito se rio, me miró con es típica expresión de odio—

—Mahito sabes que no puedes hacerle nada, está embarazada nuevamente.

—Pareces coneja, Sukuna solo te mira y te preñas.

Narra tn

Ahora que lo pienso, pronto Sakura cumplirá 5 años, su hermanita acaba de cumplir 3, y mis gemelos están cerca de cumplir 2 años. No pude evitar sonreír, al recordar el primer cumpleaños de Sakura, ese día solo estábamos las dos y Uraume, Sukuna no estaba nada interesado en eso, Uraume solo sostuvo el pastel con un expresión estoica e indiferente, cuando termine la canción ella se retiró.

En el patio del palacio estaban dos niñas, las hijas mayores del rey de las maldiciones, ambas habían sido mujeres, había una niña más alta, escarbando en la tierra, tenía el cabello rosa terminado en un trenza con ojos carmesí  y sus mejillas rosadas, al lado de ella estaba una niña más pequeño con el pelo corto y los mismo rasgos.

—No hagas... arruinas el hoyo

—¿po que?, eso lo hace ma grande. —la niña de 3 años hablaba algo entre cortada y con una pronunciación muy infantil de las palabras—.

—Porque si lo haces muy profundo de ahogarán las muñecas. Hay que hacerles un mar adecuando.

—Si— dice asintiendo constantemente—.

Al otro lado del palacio estaba yo, atendido a los bebés, de todos mis hijos hasta ahora ellos son los que más están tardando en dejar el pecho, ambos bebés, gemelos varones eran alimentados por su madre de pecho, a pesar de su dieta no lo necesitara del todo seguían tomando leche de una forma muy apasionada, el lugar en donde estaba era silencio y tranquilo, un cuarto a una temperatura cómoda con asunto muy suaves.

Mientras  alimentaba a ambos bebés alguien inrrumpio en la habitación, era Sukuna, solo dos personas podían entrar el y yo, al final el designó este cuarto para mi maternidad, en donde podía alían estar a mis hijos de una forma cómoda sin ser vista para mayor privacidad.

—¿Aún siguen con eso?, ¿no están muy grandes?, vas a parir otra vez en 5 meses,  y solo tienes dos pechos y 4 bocas que alimentar con ellos.

—¿cuatro?

—Bueno, cinco, si lo ves de otra perspectiva—dice sonriendo burlanamente— no puedes dejarme desatendido.

Sentí como mis mejillas se sonrojaron al captar lo que quiera decir.

—¿Donde están las moscosas?

—En el patio, siempre pasan la mayoría del día ahí.

Desde que Sakura nació Sukuna cambió un poco, se mira más relajado, el día que ella nació, todos se quedaron congelados ante el poder que esa simple bebé emanaba, gritaba de forma desesperada un potencial feroz, lo extraño es que no pasó con sus demás hermanos hasta ahora.