•~•El juguete personal de Ryomen Sukuna•~• (Sukuna x TN ) £¡DARK ROMANCE!¥ +18🔥

Capitulo 25

Narra Tn

Uraume vino a mi con una prueba de embarazo, la prueba se miraba relativamente bien a pesar de que hayan pasado unos 40 años desde su producción oficial, la prueba dio positiva, no se porque pero fue más impactante verlo de forma explícita que cuando me lo dijeron, Sukuna como siempre solo ignoro el resultado, a este punto estábamos en el tren para volver a Japón, el estaba sentado en su trono, no parecía importarle nada, aunque se miraba disgustada por el acompañamiento de Kenjaku estaban ancioso de llegar a Japón para discutir sus temas, hace tiempo que no miró a Mahito, parece haber desaparecido como si nada.

—¿Qué harás con eso?—Dijo Uraume—.

—No sé...

La habitación estaba muy vacía, Sukuna ni siquiera estaba aquí, no me había visto ni nada.

Me pregunto si... estará molesta, pero, ¿por qué? solo es un bebé ¿por qué tanto odio?.

Me levanté de la cama, Uraume estaba en la sala, últimamente a estado mucho al lado mío, solo parece observarme de reojo.

—¿Si tuvieras un bebé que nombre le pondrías?—quiero hablar un poco, genuinamente en silencio con ella es incómodo—.

—No se, cualquier cosa ¿importa mucho?—Responde cortante.

—Bueno... es tu hijo, creo si es importante

—No lo sé, jamás me tome el tiempo de cuestionarme estupideces como esas.

—Has estado con el como por 1000 años... jamás a...

—No, jamás, no tiendo el motivo de la concepción de ese feto, no entiendo lo hace ahora, jamás había tratado con tanto interés a un juguete como tú—Responde algo tensa—.

—...

El silencio se vuelve a a hacer evidente, después de unos momentos decido salir y camino hasta el trono de el, el me mira de reojo cuando llego.

—¿Qué?

—Bueno... no hemos hablado, necesito que me digas algo.

—has lo que quieras con eso...

—Algo diferente

Me acerqué un poco más a él.

—Tal vez podríamos casarnos, creo que sería algo bueno

Ella se acercó un poco más a Sukuna.

—Creo que sería una buena idea

Sukuna me tomó de los hombros y me apartó.

—¿Eres ridícula?

—No, ahora estoy embarazada de ti, debes de casarte conmigo, es tu primogénito

El me mira con desconcierto, el me toma de los hombros y me apitenta con fuerza me obliga a levantarme y me empuja contra la pared con fuerza pega su cadera a la mi, donde donde puedo sentir sus penes cubiertos por las telas chocando contra mi rodilla. Sube sus manos hasta mi rostro y lo sujeta con impotencia, acerca su rostro y me mira fija y fríamente.

—¿Desde cuando tú me ordenas cosas a mí? No lo olvides yo soy tu dueño, tú me obedezcas a mi, ¿qué?, no me digas que necesitas otros castigo para que recuerdes tu lugar—Dice imponentemente—.