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Capitulo 5

En ese momento salí del lugar tomando mis cosas de dibujo, la situación recién vivida era muy extraña, el jamás había hecho eso, sentí vergüenza de solo pensar que me vio sin ropa por un instante, antes de salir del palacio miré  a las concubinas caminar, esas mujeres vestían con prendas lujosas, muchos maquillaje y siempre demostraban sus grandes atributos, ellas me devolvieron la mirada cuando me vieron salir, pero solo las ignoré.

Esas si eran mujeres hermosas —pensé—

Al llegar a mi casa, empecé a limpiarme y a curar mi rostro,cada toque que hacía para limpiarlo dolía como un demonio, mi mente y mi cuerpo se sentían agotados, ahora de mi mente no salía ese tipo de comportamiento por parte de él, había sido una noche muy larga. A terminar de sanar mi rostro me quite la ropa para darme un baño, antes de hacer eso me mire al espejo, observé mi cuerpo, tenía un mejor aspecto pero aún seguía siendo muy delgada, todo el cuerpo me dolía, mi heridas nuevas y viejas aún estaban presentes, me dolía mucho el estómago en donde esos hombre me había patentado muchas veces, había hematomas en todo mi estómago, suspiré, eso hacía que me doliera más, entre a la bañera con cuidado debido a los golpes, limpié con cuidado mi muy magullado cuerpo, con ese mismo cuidado salí de la bañera para no caerme y hacerme otro moretón, aunque a este punto no creo que importe mucho, al salir seque mi cuerpo con una toalla y busque algo de ropa, ese día comí en silencio, masticar y tragan dolían mucho, debido a mi estado no pude ir por varios días, se que a él no le importa, pero me da miedo defraudarlo.

Un par de dias después camine hasta el plació de Sukuna, al llegar miré como reclutaban humanos nuevos. Cada cierto tiempo pasaba eso ya que mucho eran asesinados por maldiciones, se quitaban la vida o eran devorados por el propio Sukuna, así que debido a eso cada cierto tiempo los remplazaban. Al llegar los guardias no me dejaron entrar.

—¿Tienes razón para entrar? —me preguntó mirándome—  Si no es para ser una esclava como esos humanos no podemos permitir tu acceso.

No dije nada, solo me sentaste y empecé hacer cortes en la piel para usar la sangre como pigmento.

—Estás aquí otra vez

Alce la cabeza y era Mahito siempre con es típica expresión de asco hacia mi en su rostro.

— Hace tiempo que no te hago algo horrible —dice sonriendo— Escuché que te secuestraron, dime ¿te violaron?, si eso te pasará perdiste lo único valioso de ti —dijo burlándose de mí, claramente disfrutaba lo que me había pasado, no lo ocultaba ni un poco—

—No... pude escapar

—Lamentablemente lo noto... ¿y como lo hiciste?

—Una maldición de primer grado atacó el campamento...

—Eres una desgraciada con mucha suerte.

Después de eso le dio golpe en la cabeza antes de irse.

Mientras dibujabas el ambiente y la expresión de los guardias cambió completamente, pues 10 entidades poderosas aparecieron lo que hizo que los guardias se congelaran. 

—Mis señores —dijeron ambos con una sinfonía temerosa mientras se arrodillaban—

Estas entidades eran los líderes de tropas, eran 10 maldiciones de grado especial conseguidas por el propio Sukuna, que fueron reclutadas para servirle y hacer que todos en el mundo obedezcan sus órdenes, las entidades entraron al llegar a la zona del trono Sukuna estaba imponente como de costumbre son sus concubinas semi desnudas adulándolo sobre el.