la hermana de harry potter y la camara secreta

Capitulo 2: La advertencia de Dobby

Abby entró a su habitación de Brignstone, que era para ella sola, y entró en el cuarto de baño.

Allí dentro estaba la ropa que tenía previsto ponerse, y se cambió su traje rojo por unos vaqueros cortos, una camiseta de manga corta de color azul turquesa, y sus deportivas.

Al salir del baño, se encontró con una lechuza totalmente blanca en la ventana: la suya.

-¡Wings!-llamó con entusiasmo abriendo la ventana, pero al ver que esta volvía sin nada, su sonrisa desapareció.

Suspiró desalentada y se dio la vuelta para tumbarse en su cama, pero en vez de eso, tuvo que ponerse una mano en la boca para no gritar, porque sobre su cama había una criatura que no había visto jamas: tenía los ojos como pelotas de tenis, que la miraban con una mezcla entre miedo y devoción, y sus orejas que recordaban a alas de murciélagos.

-Abby Potter-dijo con tono reverencial-Dobby siente mucho el susto.

Abby no sabía si relajarse o no: la conocía.

Aunque admitió que eso ya no era raro, todo el mundo sabía quien era y la saludaban por donde quiera que fuese, ya no era un secreto que ella fuese la hermana del famosísimo Harry Potter.

-¿Quién eres?-preguntó pensando que eso sonaría mejor que preguntar "¿Qué eres?"

-Dobby señorita Potter, Dobby el elfo doméstico.

-Eh... esto hola-Abby no estaba segura de que decirle, jamas había visto un elfo domestico-encantada de conocerte Dobby, ¿puedo preguntar a que has venido?

-Oh, si, si-se apresuró a decir el elfo-Dobby viene para hablar con Abby Potter, pero... Dobby se pregunta por donde empezar,...

-¿Quieres sentarte?-preguntó ella amablemente-cuando yo me atranco lo mejor es ponerse cómodo...

El llanto de Dobby la interrumpió, preocupada, trató de tranquilizar a Dobby.

-Lo siento Dobby, no quería ser maleducada, yo solo...

-¿Maleducada?-preguntó Dobby con tono ofendido-Abby Potter es una buenísima persona, nunca nadie había tratado a Dobby como un igual...

Abby le indicó que se sentase a su lado mientras pensaba como alguien podría tratar mal a alguien como Dobby que parecía ser muy agradable.

-Dobby agradece ante todo la hospitalidad de la señorita Potter-dijo el elfo al fin-y Dobby viene para advertir a Abby Potter de un gran peligro...

-¿Peligro?-preguntó ella extrañada, a lo que el elfo asintió.

-Dobby ha venido a prevenir a Abby Potter que no debe volver a Hogwarts.

-¿Perdon?-Abby estaba petrificada.

-La señorita Potter no debe ir porque entre los muros del castillo acecha un gran peligro.

-Pero mis amigos y mi hermano...

Se calló, todos habían prometido mandar lechuzas, y aun no había recibido ninguna.

-¿Los amigos que no escriben a Abby Potter?-preguntó el elfo.

-Si, bueno... ¿Cómo sabes tu eso?-preguntó extrañada.

El elfo puso cara de culpabilidad.

-No se enfade... pero Dobby pensó,... pensó que si la señorita Abby creía que se habían olvidado de ella no querría volver a Hogwarts.

Le enseñó un buen puñado de cartas, Abby adelantó la mano para cogerlas, pero Dobby se las guardó.

-Dobby, dame eso-le pidió al elfo firmemente.

-¿Abby Potter promete que no volverá a Hogwarts?

-No puedo prometerte eso Dobby; si es verdad que hay un peligro en Hogwarts, tengo que estar allí, tengo que ayudarles, ademas... ¡tengo el poder del fuego! A ver quien es el guapo que intenta tocarme.

-Abby Potter cansa a Dobby con su humildad-sentenció Dobby-aunque es una gran persona y muy poderosa, Abby Potter no debe estar en Hogwarts. Dobby lo siente.

Las cartas estallaron y los trozos desaparecieron en seguida.

-¡Abby! ¡Abby!-llamó una voz a su puerta.

Abby miró al elfo con urgencia; si se enteraban de su presencia tendría grandes problemas, mas que después de la broma de los lavabos a la que ella llamaba "El gran Geiser" Como resultado, tuvo que ir arreglando todos los lavabos que habían explotado, y ademas habían mandado una carta a la Señora Grace. Lo bueno de que Dobby hubiese interceptado el correo era que se libraría.

Pero cuando giró la cabeza, Dobby había desaparecido, y con un suspiro habrió la puerta. Le habría encantado leer esas cartas.

-Abby, la directora quiere que vallas a la planta baja.-Le dijo Marian.Abby tragó saliva ¿Que habría hecho Dobby?