Buenos Chicos

164 19 1
                                    

La convivencia en el Thousand Sunny no tardó en llenarse de momentos intensos. Aunque Lilian había ganado el respeto de los Mugiwaras, no todos estaban completamente convencidos. En particular Zoro, este no podía evitar mantener cierta distancia. Para él, cualquier nueva incorporación representaba un riesgo hasta que se demostrara lo contrario.

Una tarde, mientras la tripulación navegaba tranquilamente, Zoro se acercó a Lilian en la cubierta, donde ella estaba practicando con un bastón que había improvisado para entrenar.

-Tienes movimientos sólidos -comentó Zoro cruzando los brazos- Pero una cosa es cazar bestias en una isla desierta, y otra enfrentarse a enemigos que buscan destruirnos, ¿Estás segura de que estás lista para este viaje?- Lilian sin inmutarse, detuvo su entrenamiento y lo miró directamente a los ojos.

-No espero que confíes en mí de inmediato, Zoro. Pero puedo asegurarte que haré lo necesario para protegerlos, no estoy aquí para ser un peso muerto- comento la pelinegra.

-No se trata solo de proteger. Aquí todos confiamos nuestras vidas los unos a los otros. Si dudas en un momento crítico, podrías ponernos a todos en peligro.

Antes de que Lilian pudiera responder, Sanji apareció desde la cocina, llevando una bandeja de bocadillos.

-¡Zoro, deja de molestarla! ¿No ves que está trabajando más duro que tú, espadachín flojo? —dijo Sanji, entregándole a Lilian un vaso de jugo con una sonrisa galante- Señorita Lilian por favor, no le prestes atención a este bruto. Si alguna vez necesita ayuda o compañía, estaré encantado de atenderla- Zoro giró los ojos con fastidio.

-¿De verdad, Sanji? ¿Siempre tienes que convertirte en un idiota cada vez que hay una mujer cerca?- Hablo el peli verde haciendo molestar a su contrario.

-¡No soy un idiota! Solo tengo modales, algo que tú desconoces, espadachín de pacotilla.

-¿Modales? Pareces un perro persiguiendo un hueso.

El ambiente se tensó, y Lilian, viendo que ambos estaban a punto de estallar, levantó una mano.

-¡Basta los dos! -interrumpió con firmeza- No necesito que peleen por mí. Sé cuidarme sola.

-Mis disculpas, señorita Lilian. Solo quería asegurarme de que estuviera cómoda aquí- dijo el rubio con respecto, un poco avergonzado por la situación, Zoro por su parte, suspiró y se giró para irse.

-Si quieres quedarte aquí, asegúrate de que no tengamos que salvarte. Todos llevamos nuestro peso. Espero que tú hagas lo mismo- hablo el hombre en forma de advertencia. Lilian lo observó marcharse y luego miró a Sanji, quien seguía sonriendo, aunque con cierta incomodidad.

-Gracias por defenderme, Sanji, pero Zoro tiene razón en una cosa -dijo con serenidad- Este no es un lugar para los débiles. Si quiero que me acepten, tendré que demostrarlo con hechos.

[...]

En los días siguientes, Lilian decidió tomar en serio las palabras de Zoro. Aprovechó cada oportunidad para entrenar y demostrar que no solo podía mantenerse a la altura, sino también contribuir al equipo. En un momento crítico, cuando un barco enemigo intentó emboscar al Thousand Sunny, fue Lilian quien identificó la trampa a tiempo, permitiendo a la tripulación reaccionar antes de ser atacados. Su precisión y rapidez salvaron el día, y aunque Zoro no dijo nada directamente, Lilian notó que su mirada hacia ella comenzó a cambiar.

Aun así, la rivalidad entre Sanji y Zoro continuó, especialmente cuando se trataba de ella. Lilian, aunque agradecida por su preocupación, no podía evitar sonreír cada vez que los veía discutir. Poco a poco, se daba cuenta de que esa dinámica, por caótica que fuera, formaba parte del espíritu de los Mugiwaras.

Mientras la tripulación celebraba la victoria de aquel enfrentamiento, Nami se acercó a Lilian, riendo.

-Creo que Zoro y Sanji están compitiendo para ver quién te impresiona más- Lilian soltó una carcajada y negó con la cabeza, al escuchar las palabras de la peli naranja.

-Son buenos chicos, pero no necesitan preocuparse tanto por mí. Ya tengo todo lo que necesito aquí con ustedes- Nami sonrió ampliamente y la abrazó con fuerza, para luego ir a detener la discusión de los dos hombres.

Lilian supo, en ese momento, que había encontrado no solo un lugar en el Sunny, sino también una familia que estaba dispuesta a luchar y crecer con ella, incluso con sus pequeñas rivalidades y desafíos. El viaje apenas comenzaba, y no podía esperar a ver qué les depararía el futuro.

•Todo por sus sueños•  {one piece y oc}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora