Nunca estarás solo

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El día de la partida llegó rápido, demasiado rápido para el gusto de Lilian. Aunque el tiempo que pasó con los Piratas Hearts había sido breve en comparación con las batallas que se avecinaban, le habían brindado algo inigualable, le habían dado fuerza, tanto física como emocional. Sabía que el mundo no sería indulgente, pero ahora estaba lista para enfrentarlo.

La cubierta del submarino estaba llena de actividad mientras la tripulación preparaba una pequeña embarcación para dejarla en la isla más cercana, desde donde podría iniciar su búsqueda de Luffy. Law estaba de pie a su lado, observando el proceso con los brazos cruzados.

-Este será tu punto de partida, Lilian -dijo Law con su tono característico, frío pero con un atisbo de respeto- Desde aquí, estás sola. ¿Estás segura de querer seguir adelante?

Lilian ajustó el lazo de su capa, una prenda que la protegería del viento y el sol. Había cambiado su apariencia en esos meses, su cabello negro ahora era corto como cuando era joven, su mirada había perdido la fragilidad que una vez la definió, además que varias cicatrices recorrían su cuerpo, pero según la opinión de muchos en el barco la mujer seguía siendo hermosa.

-Nunca he estado más segura -respondió, con firmeza. Luego, giró hacia Law y le ofreció una leve sonrisa mientras le tendría sus brazos para darle un gran abrazo- Gracias por todo. No sé cómo podré pagar lo que hiciste por mí, pero si alguna vez necesitas mi ayuda, solo llama -Law asintió aceptando el abrazo con mirada evaluándola una última vez.

-No soy de los que buscan agradecimientos, pero… asegúrate de que tu viaje tenga sentido. Sobrevivir es solo el primer paso.

Lilian asintió y se subió a la pequeña embarcación. Cuando la dejaron en la costa de una isla desierta, los Piratas Hearts desaparecieron bajo las olas, y por primera vez en mucho tiempo, Lilian estaba completamente sola.

[...]

Lilian sabía que llegar a Amazon Lily no sería fácil. La isla era conocida por su inaccesibilidad y la ferocidad de las Piratas Kuja que la protegían, pero su mente estaba fija en un único objetivo, Luffy.

Durante días, navegó entre las corrientes del Calm Belt, utilizando su ingenio y las lecciones de navegación que Bepo le había enseñado. El viaje fue cansino, monstruos marinos acechaban bajo la superficie, y las tormentas eran horribles. Pero Lilian no se detuvo, cada ola que enfrentaba, cada obstáculo que superaba, sentía que Ace la observaba, guiándola.

Finalmente tras una semana de viaje, divisó las altas rocas que protegían la isla de Amazon Lily. Su corazón se aceleró, pero antes de que pudiera acercarse más, una flecha flameante pasó zumbando frente a su barco, obligándola a detenerse.

-¡Detente ahí, intrusa! -gritó una voz femenina desde los acantilados. Lilian levantó la vista y vio a un grupo de mujeres armadas apuntando sus arcos hacia ella. Las Piratas Kuja la habían encontrado, entonces Lilian alzó las manos, mostrando que no representaba una amenaza.

-¡No estoy aquí para pelear! -gritó Lilian tratando de calmar a las mujeres- Busco a Luffy. ¡Es mi hijo!

Las mujeres se miraron entre sí, claramente desconcertadas. Pero antes de que pudieran decidir qué hacer, una voz firme y autoritaria resonó detrás de ellas.

—Déjenla pasar.

Lilian alzó la vista y vio a una mujer alta y majestuosa, con cabello negro y una presencia que exigía respeto. Boa Hancock, la emperatriz de Amazon Lily y una de los Shichibukai. Su expresión era seria, pero sus ojos reflejaban curiosidad.

—Si eres la madre de Luffy, entonces tienes mucho que explicar —dijo Hancock, mientras bajaba hacia la costa con un movimiento elegante.

[...]

•Todo por sus sueños•  {one piece y oc}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora