Nunca Dije Nada {NDN#1}

Capitulo XIV

Capitulo 14 - ¿Tú?

-¡Hola! ¿Ya estás recuperada?

-Hola. -Me acerqué a Lauren para saludarla con dos besos. -... Y no. Pero no podía ni quería seguir encerrada en mi casa.

-¡Oh! Entiendo. -Dijo sonriendo. Lauren era una de las pocas persona que fue a visitarme a la casa.

-En fin... Iré a mi oficina.

-En cuanto a eso... -Me frenó  antes de que siguiera caminando. -El señor Fuster llamó a otra persona para que te sustituyera...

-Pues creo que esa persona tiene que irse ya.

-Yo no creo que... -Calló pensando algo. -Es mejor que vayas a hablar con tu padre primero. -Asentí y me dirigí al despacho de mi padre.

-¡Hija! Que gusto verte. ¿Qué te trae por aquí?

-¿Qué me trae? Trabajo aquí por si no te acurdas.

-Si, pero como estuviste mucho tiempo fuera decidí contratar a otra persona.

-Bien, pues ya le puedes decir a esa persona que se vaya. -Dije y mi padre esquivó mi mirada. -¿Papá?

-Verás... La contraté hasta que termines con tu baja por maternidad.

-¿Qué? -Lo miré con los ojos bien abiertos. -¿Lo dices en serio?

-Si. No quería dejar tu puesto sin ocupar y cuando tu embarazo avance vas a tener que coger la baja así que decidí contratarla desde ya. -Mi boca se abrió en forma de "o".

-¿Y ahora que hago yo?

-Encargarte de tu casa y tu familia. -Sentí las lágrimas acumularse en mis ojos y me levanté antes de que mi padre me viera llorar.

-Entonces creo que no tengo más nada que hacer aquí. -Dicho esto, salí del despacho dando un portazo y sin pensarlo me dirigí al despacho de Frank, que ahora se había convertido en uno de los socios de mi padre. Entré sin tocar la puerta y Frank levantó la cabeza alzando una ceja.

-¿Lenna? ¿Qué te pasa?

-¿Tú también lo sabias? -Pregunté posicionandome enfrente del escritorio.

-¿El qué sabia?

-¡No te hagas el tonto! ¡Tú sabias perfectamente que otra persona había ocupado mi puesto y no me lo dijiste!

-Si, pero tú padre no quería que te lo dijéramos...

-¡¿Por qué?! -Pregunté alterada.

-Calmate, Lenna. No le hará bien al bebé. -En eso tenia razón y me senté en una de las sillas.

-Vale, pero dime quien es esa persona. -Lo pensé un momento. -Mejor voy a conocerla yo misma. ¿Está en mi oficina? -Asintió. Me levanté de la silla y salí de su despacho para dirigirme a mi oficina, que al parecer, ya no me pertenecía.

Entré sin tocar como era de costumbre eso en mi y frené al ver a la persona que estaba sentada en mi escritorio.

-¿Tú?

-¡Lenna! Cuánto tiempo ¿no?

-Si. -Dije a regañadientes mientras que Claudia me abrazaba.

-¡Felicidades por el embarazo! El señor Fuster ya me lo había dicho. Me parece muy fuerte que mi primito no nos haya llamado para contarnos. -Lo llamas primito cuando te enrollabas con él zo... -¿Lenna?