Nunca Dije Nada {NDN#1}

Capitulo XXXIII

Capitulo 33 - Flashbacks

-Aquí es, señora Lenna.

-Gracias por traerme, José.

-No tiene porqué darlas, señora. –José sonrió y me despedí de él para entrar a la empresa de mi padre.

Mi hermana ya me había traído aquí antes, por lo que ya sabia más o menos donde estaba cada cosa.

-¡Lenna!

-Hola, Lauren. –Dije respondiendo al abrazo que me había dado cuando salí del ascensor.

-¿Cómo estás?

-Bien ¿y tú?

-Bien también. –Sonrió volviendo a su puesto de trabajo. –El señor Fuster está ocupado, pero puedes esperarlo en su despacho.

-No, entonces lo esperaré aquí. Gracias.

-¿Segura?

-Si, no te preocupes. –Asintió y yo me dirigí a los sillones que habían cerca del despacho de mi padre.

-Lauren, ¿Sabes si... ¿Lenna?

-¿Si? –Pregunté mirando a la chica que había salido de uno de los despachos confundida.

-¡Que gusto verte! ¿Cuánto hacia que no venías por aquí? –Volví a mirarla confundida.

-Ya deja de comportarte como si no supieras que le pasó, Claudia. –Dijo Lauren saliendo de detrás del mostrador para acercarse a nosotras. –El papel de inocente no te queda.

-No puede faltarme el respeto cualquier empleada como tú.

-Perdón que me meta, pero tú eres cualquier empleada igual que ella. –Dije frunciendo el ceño. ¿Pero esta que se creía?

-¿Y lo dice la chica que tiene un puesto en esta empresa solo porque el padre es el jefe? No me hagas reír, enchufada.

-Hey, más respeto, Claudia. –Dijo Lauren con tono enfadado. –Ya déjate de formar espectáculos delante de todos.

-¿Perdón? ¿Yo estoy formando espectáculos?

-Ya déjala, Lauren. –Dije para que se tranquilizara. –No vale la pena seguir discutiendo.

-¡¿Qué yo no valgo la pena?! –¿Pero qué dice esta chica? –¡Tú si que no vales la pena, Lenna! Eres una pobre mujer que perdió la memoria perdiendo así a tú propia familia y a tus amigos. ¿O que crees?

-Yo no perdí a nadie. –Dije mirándola más confundida.

-A parte de no recordar es tonta. –Dijo riendo. –Pobrecitos de tus hijos cuando crezcan y sepan que su madre era una vulgar drogadicta o que su adorable hermanito no es más que el hijo de otra drogadicta amiga tuya.

Y sin pensarlo, levanté la mano golpeando su mejilla. –No vuelvas a hablar así de mis hijos.

-¡A mi nadie me toca! –Gritó antes de lanzarse contra mi, empujandome y haciendo que perdiera el equilibrio.

-¡No, Lenna! –El grito de Lauren fue lo último que escuché antes de ver todo en negro y sentir un feo dolor en la cabeza.

*Flashback*

-Eres un chico malo Zeus. Vas a estar castigado durante una semana sin... -Me quedé pensando en lo que le puedo quitar. -... Tú lata de carne ¿de acuerdo?