Capitulo 27 - Se acabó...
-¿Por qué vamos a dormir aquí, mami?
-Porque... -¿Y ahora que le digo? -Pues porque tenemos que pasar la noche aquí.
-¿Por qué? ¿Dónde está, papi?
-En casa.
-¿Y no va a venir? -Negué. Esto era difícil. -¿Por qué?
-Porque... Él tiene que cuidar a Zeus. ¿O quieres que se quede solo?
-No.
-Pues ya está, Daniel. Vé al baño que voy a pedir la cena y ahora voy yo. -Daniel asintió y caminó al baño.
Cuando llegué a la casa busqué a Lucian, pero no había rastro de él. Entonces decidí coger algo de ropa y llevarme a Daniel conmigo para quedarnos en un hotel.
Marqué el número de recepción y mandé a que nos subieran la cena. Mi móvil empezó a sonar y al darme cuenta de que era Lucian, decidí dejar que sonara.
-¿Ya estás en la bañera?
-Si, mami. Pasa. -Abrí la puerta del baño encontrándome con Daniel dentro de la bañera. -¿Ahora puedo llamar a papá para preguntarle por Zeus?
-Si, pero primero cenaremos. -Me senté en el borde de la bañera y cogí la esponja con jabón para pasarla por su espalda y brazos.
-Vale. -Dejé que Daniel terminara de bañarse solo ya que el timbre sonó.
-Buenas noches, señorita.
-Hola. -Dije sonriendole al botones que traía la cena. -Pasa. -El chico joven entró con el carrito y dejó los platos sobre la mesa. -Iré a por el dinero. Ahora vuelvo.
Me dí la vuelta para dirigirme al armario y coger dinero que tenia guardado en la cartera.
-¡Mamá! ¡Hay un hombre extraño aquí! -Fruncí el ceño al escuchar el chillido de Daniel.
-Tranquilo. Soy Marco, el botones.
-¡Mami! -Daniel corrió hacia mi y se abrazó a mi barriga.
-Gracias por traer la cena. -Dije entregándole el dinero a Marco.
-Gracias a ti. Adiós, pequeñín. -Daniel se pegó más a mi intentando esconderse. -Buen provecho.
El chico se dió la vuelta y salió de la habitación.
-Ya está, Dan.
-No me gustan los extraños...
-Lo sé. -Acaricié su cabello recordando a Lucian. -Que rápido te vestiste ¿no?
-Si, quería hablar con papá. -Asentí y fui a por el teléfono.
-Ven, pongámonos aquí. -Borré las últimas diez llamadas de Lucian y le marqué pasandole el móvil a Dan.-No, papi. Soy Dan... Bien, mami dice que te tuviste que quedar para cuidar a Zeus... No, estamos en una habitación muy grande... Si, creo... Mami está aquí. ¿Te la paso? -Negué con la cabeza efusivas veces pero aun así Daniel me pasó el teléfono.
Cogí varias bocanadas de aire antes de llevar el teléfono a mi oreja. - Si...
-¡¿Se puede saber por qué demonios te fuiste de la casa?!
-No me grites...
-¡¿Qué no te Grité?! -Rió amargamente. -¡¿Cómo quieres que no te grite si te llevaste a MI hijo contigo?!
-También es mi hijo. - Dije comenzando a sentir las lágrimas. Encendí la televisión y lo dejé en un canal de dibujos para que Daniel lo viera. Es mejor que Dan no me oiga. -Además, tú fuiste el que se fue y...
-¡¿Qué querías que hiciera?! ¿Qué me quedara a ver como mi mujer alagaba a otro hombre?
-Solo dije la verdad.
-Claro, la verdad. -Volvió a reír. -Quiero que mi hijo esté mañana en casa.
-No hables como si solo fuera tuyo...
-No lleva tú sangre. -Eso dolió. Dolió y mucho. -No quise decir...
-Pero lo dijiste. -Lágrimas cayeron por mis mejillas y un fuerte dolor llegó a mi vientre. -Veo que solo te importa Daniel...
-No, tú también me importas, los bebés también me importan.
-No lo... No lo creo. Si tanto quieres a Daniel mañana lo llevaré a la casa y yo me iré. -Llevé las manos a mi vientre porque me dolía mucho.
-Lenna...
-N-no creí que algún día dijera esto pe... pero...
-No lo digas, por favor... Te amo.
-... Esto se... Se acabó, Lucian. A-Adiós. -Colgué sintiendo como la vista se me nublaba y todo se quedaba oscuro mientras el dolor era más intenso.
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Nunca Dije Nada {NDN#1}
Romance-Es imposible que después de siete años sigas sin amarme, Lenna. -Dijo antes de salir dando un portazo. 《Adiós a mi relajante baño.》 Pensé mientras salia de la bañera y me ponía el albornoz blanco. -¡Lucian! ¿Puedes esperarte un momento? -Quiero q...