Xiaother || Our Destiny || MODERN AU

18//: El Reflejo del Pasado

300 años atrás-.

"El destino de este mundo no se no se altera con facilidad", resonó una voz grave y distorsionada. "Pero aquellos lo suficientemente poderosos pueden desafiarlo. ¿Eres tú capaz de hacerlo?"

Su alrededor estaba completamente despejado de enemigos, pero el ambiente seguía cargado de una energía pesada y asfixiante. Aether luchaba por liberarse de aquella fuerza invisible que lo mantenía anclado al suelo, como si una voluntad ajena estuviera imponiendo su autoridad sobre él. Cada intento de moverse resultaba en un esfuerzo inútil, y la frustración comenzó a acumularse en su pecho. Apretó los dientes, con un suspiro entrecortado, y alzó la mirada hacia Xiao.

El Adeptus seguía enfrentándose al heraldo del abismo, pero su condición era alarmante. Su figura tambaleaba y los jadeos entrecortados eran signos claros de que el karma lo estaba devorando lentamente. Xiao se sostenía más por pura voluntad que por fuerza física, pero incluso eso tenía un límite.

—Mierda... —murmuró Aether, incapaz de apartar los ojos de la escena.

Entonces, todo cambió.

El tiempo pareció detenerse por completo. El rugido de la batalla se desvaneció, el polvo quedó suspendido en el aire, y cada movimiento se congeló en un instante eterno. Aether sintió un escalofrío recorrer su espalda al percibir una presencia detrás de él, como si alguien se inclinara suavemente para susurrarle al oído.

Una voz serena y cargada de autoridad rompió el silencio:

—Te daré la oportunidad de decidir, Viajero —habló Astaroth, la diosa del tiempo—. Puedes renunciar a tu forma física y tomar el destino de ese adeptus, o rendirte y dejarlo morir.

Aether sintió un escalofrío recorrer su columna. Intentó hablar, pero sus palabras quedaron atrapadas en su garganta, «¿Xiao morirá?» Fue todo lo que pasó por su mente. Astaroth continuó con una calma inquietante:

—Este es el último camino que puedo ofrecerte para llegar a Celestia. Si lo eliges, la soberana de la muerte será tu guía. Pero debes saber que romper el hilo tiene sus consecuencias. ¿Estás dispuesto a pagar el precio?

El viajero permaneció en silencio. Sus ojos se posaron en Xiao, inmóvil y atrapado en un instante congelado con sus manos enredadas en su cabello, su expresión marcada por un dolor que parecía desgarrarlo desde dentro. Astaroth, aguardó su respuesta.

Aether cerró los ojos por un momento para después responder:

—Lo haré. —dijo al fin, sin dudar más.

—Que así sea.

Astaroth levantó una mano, y con un gesto simple, el tiempo volvió a fluir. Los sonidos de la batalla regresaron, el polvo cayó, y Xiao, aún debilitado, continuó luchando contra el karma. La diosa dejó caer sus últimas palabras antes de desvanecerse por completo, su advertencia final resonando en el aire:

"Si no abandonas este mundo a tiempo, tu alma quedará condenada a sufrir eternamente".

El heraldo del abismo preparó sus dagas, listo para el ataque. Se movió a gran velocidad, el filo de sus armas apuntando directamente al cuello del Adeptus, quien se encontraba inmóvil con las manos aferradas en su cabello, incapaz de salir del tormento que ocurría en su mente. Aether logró liberarse de la fuerza que lo aprisionaba en el suelo y corrió rápidamente empujando a Xiao del ataque.