Misión 100 | Clintasha

Una sola verdad

Capítulo 11

Pasé por peores momentos. Se dice la pelirroja mientras se lleva la taza de café a la boca, saborea cada trago de su café e intenta eliminar de su mente el cansancio y sueño que tiene, se recuerda que es mala idea reunirse con Barton a altas horas de la noche, especialmente porque no puede dormir lo suficiente. Y menos pudo hacerlo anoche pensando en el beso que le había dado el arquero... Y todavía ese recuerdo ronda por su cabeza ¿Por qué no puede dejar de pensar en eso?

—Buenos días, chicas. —saluda Claude, el cocinero, con una voz juguetona, haciendo salir a Natasha de sus pensamientos. La pelirroja levanta la mirada y encuentra a Carmen y Alex entrando a la cocina.

—Buenos días, Claude. —saludan las dos al mismo tiempo.

—Hola, chicas. —saluda ella.

—Hola, Nataline. —Alex se sieta en frente de ella y Carmen le entrega una taza, sentándose al lado.— ¿Qué tal todo? Te ves cansada...

—No, estoy bien. Todavía me cuesta acostumbrarme a esto, solo eso. —para hacer su mentira mas creíble, les muestra una pequeña sonrisa.

Carmen la mira con una mueca en su rostro, no muy convencida, Alex, por su parte, la mira con una sonrisa divertida.

—O quizá estas pensando mucho en algo... O alguien. —finaliza Alex alzando una ceja. Su amiga suelta una risita. —¿En algún hombre, quizá?

—Pienso en todo, menos en eso.— responde Natasha divertida, cruzando sus brazos y apoyando su espalda en la silla.

—¡En alguien tenes que pensar! Qué tal ese tal... ¿Brandom? No recuerdo su nombre.

—Colin. —dice Nat. —Él no me interesa, no es mi tipo.

—¡Pero no lo conoces! Además, es mejor que te apresures antes de que Melissa se lo quede. —advierte Carmen.

—Carmen tiene razón. Si queres, podemos salir todos juntos, vos con Colin, Carmen y su novio, y yo con Claude. —dice Alex y Nat la mira igual de sorprendida que de divertida.

—No sabía que vos salias con Claude.— gira para verlo, él está preparando pan, sin embargo no se priva de la conversación.

—No estamos saliendo. —avisa, trata de sonar serio pero no puede evitar mostrar una sonrisa.

—Él cree eso... —dice Alex.

—Me gusta la idea de salir, pero solo nosotras.

—¿Ahora me dejan de lado? —Claude se hace el ofendido. Carmen y Alex se ríen.

— Vos también podes venir con nosotras, Claude. —sugiere Natasha y vuelve a tomar de su café.

Un corto silencio se produce, las tres mujeres se dedican a tomar sus respectivos desayunos.

Natasha piensa que es hora de comenzar la investigación para conseguir información del arma, ¿y qué mejor que empezar a indagar con Carmen y Alex?
Acomoda sus pensamientos y aclara sus ideas y la poca información que posee en su cabeza.

—Saben... estuve buscando información de Levvi, —dice Nat, llamando la atención de las mujeres.— solo por curiosidad, por supuesto... Y encontré algo sobre que él trabajó en España con un hombre muy poderoso, creando un arma... ¿puede ser?

—No tengo idea, no sabía de eso.— responde Carmen, con falta de interés.

—No sabía de ese. —comenta Alex mientras toma su desayuno.