Una nueva misión

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Capítulo 1

Base de S.H.I.E.L.D secreta. 20 de marzo de 2010, 05:12 A.M.

Natasha se despertó en el medio de la noche y desde ese momento no pudo volver a dormir.
Dio vueltas en la cama, se dio una ducha tibia y se tomó un vaso de leche calentita, pero nada le recobró el sueño.
Cuando miró la hora y vio que eran las cinco de la mañana supo que no tenía nada más que hacer en esa cama.
Estaba angustiada, se la notaba nerviosa y sin atención, pero ella creía que la perdida de sueño era por otro motivo.
Se puso su ropa de entrenamiento y salió de su habitación lo antes posible.
Aunque suene poco creíble la base de S.H.I.E.L.D. estaba casi deshabitada a esa hora, quizá sea porque es muy temprano, o quizá porque es sabado a la mañana.
Se ató su pelo largo con una coleta y fue a la cafeteria a buscar alguna fruta. Ni siquiera tenía ganas de desayunar, solo quería comer algo rápido y darle algunos golpes a algo, solo para ver si su frustración repentina desaparece.
Caminó a paso lento a través de los largos y silenciosos pasillos de la base.
Entró al centro de entrenamiento y se llevó la sorpresa de encontrarse a Barton disparando unas flechas.
Se puso más nerviosa, se suponía que él estaba en una misión y no llegaba hasta dentro de una semana.
De repente los nervios pasaron a ser tristeza.

Nada bueno pasó entre ellos desde la última misión.
Una falla clara, una discusión que parecía tener fin, pero no fue así.
La vuelta a la base fue difícil las discusiones seguían, luego pasó a ser una discusión más fuerte, hasta que llegaron a casi una pelea donde ambos, a causa del enojo se dijeron cosas que no eran verdad, pero muy hirientes.
Natasha quedó destruida con lo que le dijo el arquero y ella supone que él también porque sabe ella que le dijo cosas muy feas.
Parecía al principio una pelea de niños caprichosos, siempre sus peleas eran así y -si, hasta los mejores amigos como ellos discuten- como todas, siempre después de unas horas terminaban disculpándose y luego actuaban como si nada hubiera pasado.
Esta no fue así. Hace más de tres semanas que estan peleados y ninguno se dirige la palabra, casi ni se miran y si lo hacen, son miradas muy indeseadas.
Natasha sabe que debería disculparse, pero siente que los errores que cometió Clint- que son mas de uno, no solo los de la misión- son culpa de él, y él es el que debería disculparse, además de por todo lo que le dijo. Hubo varias cosas que Natasha con el paso del tiempo las fue ignorando, ahora todo se acumuló y siente que su amistad se está llendo por la alcantarilla.

Pero no crean que todo es malhumor y odio para la gran espía. Lo extraña, y mucho, extraña al Barton que la buscaba por todo S.H.I.E.L.D. solo para preguntarle como estaba yendo su día, para compartirle algún trozo de golosina o para contarle lo que le había pasado. Extraña, más que a nada, su amistad.

Se paró en el umbral de la puerta con los brazos cruzados para mirarlo como entrenaba. Barton saca una flecha de la carcaj y la acomoda en su arco.
Pensó Natasha por un momento ir y disculparse, decirle que siente todo aquello que sucedió, pero es demasiado orgullosa, además ¿qué pasaría si el arquero no le acepta sus disculpas?

— ¿Se le perdió algo, Romanoff? — le preguntó Barton con un tono curioso y serio de repente, mientras tensaba el alambre de su arco para disparar.
A Natasha le sorprendió que Barton pudo notar su presencia incluso estando de espaldas a ella, pero luego de unos segundos se dio cuenta de que había visto su reflejo en un vidrio de la sala.

—Estaba buscando tu inteligencia, aparentemente se perdió.— respondió la agente sin moverse de su lugar, con un tono irónico y con enojo.

—Busca de paso tu sentido del humor, que se perdió también.—repuso Barton, y soltó una risa vacía de gracia.

Natasha hizo una mueca y se dispuso a retirarse del lugar.

—No, no, no.—dijo Barton mientras dejaba su arco y la carcaj sobre una mesa metálica.— Quedate, yo me voy. Ya entrené y además, no me gusta compartir el centro de entrenamiento con insectos.

—Ni a mí con pájaros. —respondió ella mientras observa a Barton marcharse. Ambos comparten una mirada de pocos amigos y luego Natasha se pone a entrenar.

Sí, es una pelea muy infantil, lo sabe, pero ella sabe que no tiene la culpa de lo que pasa.

Barton por su parte se dedicó a dirigirse a su habitación. Estaba cansado y malhumorado, la misión de la que acaba de llegar no tuvo buen resultado. Pero no era solo eso lo que le molestaba, sino era Natasha. Sus discusiones, por mas cortas que sean lo cansan mentalmente de una forma inexplicable. La quiere, y la quiere mucho, arriesgó su vida cuando la salvó en Budapest y ella le repitió incontables veces todo lo agradecida que está. Sabe también que ella lo quiere a él, no entiende la reacción de Natasha por el error en la misión, no entiende el odio. Se habían hecho las paces cuando volvieron pero ella sin embargo seguía enojada. Barton sentía que no podía hacer nada, que el enojo de ella era un capricho, y hasta intentó solucionarlo, le preguntó miles de veces la razón por la cual estaba enojada, pero siempre terminaban en pelea.
Barton finalmente entró a su habitación y se dio una ducha caliente y larga, para luego acostarse a dormir.

Dos horas pasaron y Natasha seguía golpeando el saco de arena como si fuera una persona, como si fuera el mismo Clint Barton. Después de tanto tiempo de entrenamiento su frustración desaparecía de a poco, y el hambre comenzaba a ocupar ese lugar.

—¡Romanoff!— la llamó Maria Hill, que estaba parada en frente de la puerta.

— Hill.—dijo a modo de saludo, con la respiración agitada.

—¿Entrenando desde temprano?— le preguntó ella con una pequeña sonrisa.

—Me siento con muchas energías.— respondió mientras se limpiaba el sudor de su frente con una toalla.

—Qué bueno, porque Fury quiere verte.

—¿Por qué razón?

—Una nueva misión.

—Enseguida voy.— le respondió la pelirroja y Hill con un breve saludo salió de la sala.

Perfecto, una misión la iba a mantener ocupada, con la mente en otro lado. Solo esperaba que esa misión no sea con Barton, porque sino todo sería una catástrofe.

Misión 100 | ClintashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora