Los días pasan, el entrenamiento continua. Peleamos cuerpo a cuerpo uno contra otro, leemos los libros de historia y los registros de toda criatura conocida, practicamos el vuelo y estudiamos las tácticas de guerra. La misma rutina todos los días. Comienzo a cansarme de todo esto, pero necesito mejorar. Al terminar voy al hogar de mi amiga Anexarad, es humana, sus padres murieron en un incendio accidental.
-Si comienzas a cansarte, por que no me acompañas, fuera de la ciudad, al bosque? Me ayudaras a cazar, sera muy fácil con tus habilidades.
-No puedo, sabes que esta prohibido salir de la ciudad.
-Solo por mañana, solo un día. Te divertiras en el bosque. Rompe las reglas por una vez.
-Crees que me pueda ayudar salir de la ciudad? Haria cualquier cosa para sentirme mejor conmigo misma.
- Te ayudara mucho, te sentiras mejor. Jajaja nunca encierres a un cuervo o el mismo se matará. Entonces, vendras?
-... muy bien. Te acompañare, solo por esta vez.
- Que bien! Nos vemos al amanecer. Prepara tu arco, sera divertido.
A la mañana siguiente, me cepille el cabello, me vestí con mi traje negro y me mire por una última vez al espejo. Mi cabello negro lacio y un poco ondulado con un mechón que me cubre la mitad de la cara, mi piel blanca como si fuera un fantasma y mis ojos hundidos y cansados por pasar la noche leyendo. Tomo mi arco y el cuchillo que llevo siempre en la cintura. Salgo por la venta y al sentir la luz es como un golpe para mi.
Llego a los muros de la ciudad y veo que anexarad me esta esperando con un arco en mano, flechas en su bolsa y un cuchillo en su cintura. Aterrizó y una nube de polvo se levanta.
-Llegas a tiempo. Ven, es por aqui.
Agachó la cabeza y la sigo. Hay un hueco en el muro, oculto por enredaderas y arbustos. Entramos apretadas en el y salimos de la ciudad. Siento el viento y escucho como silba al pasar entre los árboles. La luz apenas alcanza a traspasar las frondosas ramas, escucho a las aves y un arroyo correr cerca de donde estamos.
-Ven, el arroyo esta por aqui podemos beber algo y esperar a que se acerque un animal.
- Cada cuando haces esto?
-Cada semana. Es algo muy hermoso para mi. Lo único malo es tener que matar a los animales para vender su carne. No soy la unica que lo hace, pero aun siguen habiendo criaturas que rechazan a los humanos y prefieren quedarse fuera para no estar con ellos. No todo esta en tus libros.
Agachó la mirada avergonzada de ello. Llegamos al arroyo y me acerco para beber un poco. Anexarad se sienta en el pasto a un lado de un árbol y se apoya en el, deja sus cosas y me acerco a ella para sentarme a su lado. Ella toma unas moras del arbusto que esta cerca y me las ofrece.
El tiempo pasa y llega el atardecer, hemos cazado 1 venado, 3 conejos y 2 pavos.
-Solo espero que podamos llevar todo. En verdad si me hizo sentir mejor el salir, lo hare seguido.
-Te lo dije.
Me llega a la mente la idea de jamás volver y quedarme en el bosque, una hermosa idea sin posibilidad que ocurra.
Alcanzo a escuchar que algo se mueve entre las hojas secas, tomo mi arco y una flecha y me acerco al sonido.
