.4 Castigo

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-Si, gracias. Tu entrenaras conmigo?
-Me mantendre cerca. Si lo deseas.
-Si y me gustaría ser tu amigo por lo menos.
-Podria ser... me gustaría eso.
Yo agachó la cabeza y me marcho.
Voy a cada uno de los cuartos de mis hermanos a llamarlos para ir al gran salón donde mi madre nos espera. Nos dirijimos al salón, abrimos la puerta, y entramos uno por uno, nos arrodillamos ante ella y mi madre levanta la mano para que nos levantemos.
-Skoteni faltaste a tu entrenamiento de hoy, Fue por ese chico? Si deseas reinar con tus hermanos debes mejorar. Para eso es el entrenamiento
-No fue por ese chico, solo deseaba caminar por el pueblo y saber como viven. Se que debi haber avisado. Lo lamento.

Skotadi parece un poco molesta por esto -Hermana se supone que debemos movernos como uno, somos un equipo, actua como tal!
-No tengo la culpa de nada, desde un principio no actuamos asi, no vengas a fingir apenas ahora.
Mi madre lo piensa un momento -Es conveniente que pasen tiempo con el pueblo pero deberias avisar antes de hacerlo. Tendras tu castigo. Pasaras 3 días en las celdas. El joven entrenara con ustedes. Fosgueret a dicho que tiene el suficiente potencial como uno de ustedes. Ya veremos que tan fuerte es. Pueden retirarse. Esta noche empezara tu castigo hija.
Nos levantamos y Elpizod le indica a mi madre -yo la llevare- me alegra que el lo haga. Siempre a sido muy bueno conmigo
Llegamos a las celdas y Elpizod abre la puerta y me encadena. Siento los grillete con las cadenas en mis muñecas y tobillos. Hay una pequeña ventana con barrotes en la puerta y otra en una pared. Ya me acostumbre con pasar la noche en la celda. Paso aqui mucho tiempo.
-Después te traere algo de comer. Mañana le dire al chico que estas aqui para que venga a visitarte.
-No le digas nada. No quiero que me vea aqui.
-Como prefieras. Debio ser interesante el bosque.
Me sorprende que lo sepa pero cuando volteo ya se habia hido. El tiempo pasa, Elpizod me trae de comer. Pasan los 3 días y casi es hora de liberarme. Ya tengo heridas en las muñecas y los tobillos por los grilletes, pero valio la pena salir. Me siento mucho mejor. Me quedo sentada y lo único que puedo hacer es mirar el cielo para saber cuanto tiempo pasa. Elpizod llega, abre la puerta y me quita las cadenas sin palabra alguna.
El se queda para hablar con los guardias y yo continúo hasta llegar a mi cuarto

StellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora