*NARRA ROSS*
Esquivábamos árboles y ramas. Las hojas crujían bajo nuestros pies. Mi cabeza solo se centraba en una cosa: encontrar a _____________(tn).
Antes la perdí, luego la encontré, ahora la he vuelto a perder, pero la volveré a encontrar cueste lo que cueste y valga lo que valga. Jamás pensé que una chica me golpearía tanto en el corazón, jamás pensé que una de las varias novias que he tenido me llegaría tanto al maldito alma. Jamás pensé que a mi edad iba a conocer esa enfermiza sensación a la que la gente llama "estar enamorado". Nunca le haría daño, ella es todo lo que siempre he querido. En ella encontré lo que siempre he buscado, sin saberlo. Tal vez muchos pensarán que es una tontería. Pero me llena cuando estoy con ella, cuando la beso, cuando la toco, cuando la miro, no sé, es como si todo estuviera en su sitio, como si mi vida empezara a ir bien por primera vez en años. Jode*r, que su put*a sonrisa me puede, la quiero solo y exclusivamente para mi...¿Y cuando se pone roja? Cuando le sale ese punto de timidez que tiene. Es adorable. Solo cuando te ganas completamente su confianza es realmente ella y es increíble. Nunca nadie lo entenderá, pero ella me gusta así, como es, como actúa, y todas sus manías y tonterías me hacen sentir un poco más vivo. cada día estoy más loco por ella. Me gusta tenerla cerca, agacharme para abrazarla y llamarla pequeña. Que nuestras bobadas me hacen el chico más feliz del mundo y juro que no hay ni una sola mañana en la que me despierte y no piense en ella. Por eso, debo encontrarla, debo recuperarla, cueste lo que cueste y valga lo que valga.
Un grito de Riker me hizo salir de mis pensamientos.
Riker: ¡Ross! ¡El anillo de _________(tn)! -vi como se agachaba y cogía algo del suelo, efectivamente era su anillo.
Ross: -corrí hacia donde se encontraba Riker- ¿¡Que hace su anillo aquí?! -se lo quité de la mano.
Riker: Ross tranquilízate, se le abra caído, ___________(tn) tiene las manos muy finas, seguro que se ha deslizado por su dedo y sin darse cuenta lo ha perdido.
Ross: No Riker -negué con mi cabeza- ese anillo le quedaba perfectamente. Además ella siempre se preocupa de que lo tenga...se lo regaló su abuela antes de venir a vivir a Los Ángeles.....No se le ha podido haber caído sin motivo.
Me levanté y comencé a examinar el lugar. Estábamos en una zona profunda del bosque. Era un lugar diferente, alrededor nuestro había siete árboles perfectamente ordenados que parecía que nos encerraban. Di unos pasos más, quitando las hojas del suelo por si veía algo sospecho o fuera de lo normal. Bingo, un trozo de tela negro. Lo agarré.
Riker: ¿entonces?
Ross: -giré mi cuerpo poco a poco para encontrarme con la mirada de Riker- ____________(tn) ha tirado el anillo a posta.
Riker: ¿Cuál es el motivo de que haya hecho eso?
Ross: Es una señal, quiere que sepamos que ha pasado por aquí.
Riker: Ross sigo sin entenderte.
Ross: mira -le mostré el trozo de tela- __________(tn) también ha tirado esto.
Riker: ¿De dónde ha salido eso? _________(tn) no llevaba nada de color negro.
Ross: No es de ella.
Riker: No puede ser -llevó sus dos manos sobre su boca- ¿Otra vez Jaxon? ¿¡Pero cóm---
Ross: No, no es Jaxon, ese hijo de put*a escapó sin dejar rastro.
Riker: Entonces....
Mis ojos se clavaron en los de él.
Ross: ____________(tn) no está sola. Alguien la ha encontrado.
<<Y se la ha llevado.>>
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*NARRACIÓN NORMAL*
Una bolsa negra cubría mi cabeza, apenas podía ver dónde y con quien estaba, solo podía apreciar que ya era de noche, unos agujeros en la bolsa para que pudiese respirar me permitían ver algunas estrellas que ya estaban en el oscuro cielo. Alguien agarraba mis brazos para guiarme en el camino, no sabía que pasaba, todo había ocurrido demasiado rápido. Lo único que recordaba era estar sentada sobre un tronco que había en el suelo, soltar un par de lágrimas y de repente todo se volvió negro.
El camino me pareció eterno , nadie hablaba, solo se escuchaba el crujido de las hojas caídas por el otoño bajo nuestros pies. Mis súplicas e interminables preguntas no servían para nada, no recibía respuestas.
Debo reconocer que en aquel momento no estaba asustada, más bien arrepentida. Arrepentida de haber peleado con Ross y salir corriendo cual estúpida niña de 5 años. Durante todo el camino a pie se me pasaron por la cabeza millones de cosas, pensamientos e ideas, a dónde me llevarían, quiénes eran, qué querían, y sobretodo, por qué a mi. Pero después de aquellas preguntas que solo me causaban agobio e incertidumbre, lo que más me preocupó no fue mi propia vida, ni mi salud, ni si me harían daño o no, lo que más tuve presente en aquel momento fue él, mi segunda vida, esa persona que ha arriesgado todo sin importarle el resultado por mi, por salvarme, lo que más me preocupó fue ese idiota que aunque diga que lo odio, miento, que cada vez que digo que lo amo, digo la verdad y nada más que la verdad. Pensar en lo que ahora mismo estaría pensando me preocupaba aún más. Él es un chico inteligente, muy inteligente. Seguro que ya ha visto las pruebas que dejé en el camino. Aunque quien sabe, no creo que me esté buscando, después de la discusión y de las horribles cosas que le dije seguro que se cansó de mi, seguro que no me está buscando, y ni siquiera hará el intento.
Después de todo, creo que me lo merezco.
<<Meterla en la furgoneta>>
Los brazos que me sujetaban se soltaron para ponerse en mi cabeza y empujarme hacia dentro del vehículo. Intenté poner resistencia pero fue completamente inútil.
El viaje en coche no fue tan largo como el de a pie. Ahí fue cuando supe que no era una persona la que me había secuestrado, eran varias, escuché cinco voces diferentes.
Estaba en el asiento del coche , rígida, completamente inmóvil, con las manos sobre las piernas sin intentar poner resistencia, no quería encender su ira. El olor a cigarro entró por los agujeros de la bolsa y llegó hasta mis fosas nasales provocándome toser innumerables veces, unas carcajadas se oyeron.
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<<Fin del trayecto. Meterla en la casa a toda hostia, no quiero que los maderos nos pillen, la familia ya habrá llamado a la pasma.>>
Otros brazos se apoderaron de mi y bajé de aquel vehículo para pronto volver a caminar de nuevo.
<<Cuidado con el escalón>> alguien me dijo.
El sonido de una llave girando una vieja cerradura me erizó los bellos de todo el cuerpo. Quién sabe a qué tugurio me habían llevado, y lo que es peor, qué harían conmigo.
Me tiraron sobre un sofá. Una chimenea encendida iluminaba toda la sala y el calor que desprendía contrarrestaba con el gélido frío que hacia fuera. La bolsa de plástico se pegaba en mi cara y me era complicado respirar .Por aquellos pequeños agujeros pude ver el interior de la casa. No era una cabaña destartalada como imaginé. Era más bien una casa normal, paredes pintadas de verde botella y suelo de duro y estropeado cemento. Con escasez de muebles; una gran mesa en el centro de la sala, una lámpara cuya bombilla tintineaba, un par de sillones alrededor de la chimenea que se encontraba en la pared izquierda de la pequeña sala, una sucia nevera al otro lado de la habitación y una vieja televisión cuyo audio era penoso.
Una conversación entre ellos me hizo ponerme en alerta.
<<¿y ahora qué?>>
<<Él sabrá, fue su jodid*a idea>>
<<Yo digo de llamar a los padres y pedir una recompensa>>
<<¿Estás loco? seguro que pinchan nuestros teléfonos para rastrearnos y dar con nosotros.>>
<<Eso es ilegal, no pueden hacerlo>>
<<El dinero sí puede. Esos hijos de put*a podridos en dinero son capaces de arruinarse por rescatar a su princesita, y para que el dinero se lo quede la policía mejor nos lo quedamos nosotros y nos lo gastamos en cosas más productivas, como put*as y alcohol>>
Unas carcajadas resonaron entre las cuatro paredes en donde me encontraba.
Se oyó un portazo, alguien más había entrado.
<<Jefe por fin llega.>>
<<Estaba viendo si la policía andaba por aquí, ni rastro de ellos. >>
<<Esos son buenas noticias jefe, ¿ahora que hacemos con la cría?>>
En ese momento quería decir "Esta cría tiene 16 años, a si que ya no es tan cría" pero decidí callarme y seguir escuchando. No era momento de actuar como una heroína. No era momento de morir.
<<Pasará la noche aquí. No podemos hacer nada ahora, es demasiado tarde y si los maderos nos ven deambular a estas horas sospecharan algo y empezaran a seguir nuestros culos y no parar hasta jode*rnos.>>>
<<Jefe no quiero contradecir sus palabras pero me parece una locura, si esta zorrit*a se queda toda la noche con nosotros podrá observar y escuchar todo lo que hacemos, acabará por descubrirnos>>
<<No, no pasara nada de eso, esta princesa no hará nada malo, porque ella no nos quiere enfadar...>> Unos pasos se acercaban al sillón donde estaba sentada <<¿Verdad que no?>> sentí como acariciaba el plástico de mi cabeza. Yo dejé escapar un leve "no" de entre mis labios.
<<Así me gusta>>
<<¿Y cómo sabes que no hará nada malo? Es una Jones más, la maldad lo lleva en las venas.>>
¿Por qué tanto odio a mi familia? Me pregunté en silencio.
<<Porque tú serás el que se quede con ella para controlarla>>
<<¡¿Toda la noche?!>>
Se escucharon unos secos pasos.
<<¿Algún problema?>>
En un momento en el que no me estaban mirando me coloqué la bolsa de un modo en que los agujeros se pusieran sobre mis ojos para poder observar mejor la situación.
Pude ver a dos tipos en medio del salón, otro estaba sentado en una silla de madera con una lata de cerveza, otro estaba frente a la chimenea y el último estaba sentado, a mi lado. En total eran 5, no me había equivocado. Uno de los que estaba en medio del salón era el más grande, el más musculoso, recibía el nombre de "jefe".
<<Sí. Que no quiero quedarme con esa zorr*a>>
<<¿No?>>
<<No.>>
<<¿Seguro?>>
<<Seguro.>>
Un golpe en seco enmudeció la habitación. Los demás dejaron de hacer sus cosas para observar con asombro la escena. El "jefe" acababa de golpear al otro tipo.
<<Que no se te ocurra volver a contradecirme.>>
Y la puerta se cerró tras él.
<<Grandísimo hijo de put*a>> -un escupitajo que tiró mostró sangre coagulada- juro que el día que tenga la oportunidad te mataré con mis propias manos, y sufrirás como un maldito perro callejero>> Dio unos pasos sobre la sala y se dejó caer sobre el sillón que estaba en frente mío.
Ahora sí que estaba asustada. No sabía con qué clase de gente estaba tratando. El hombre que estaba en frente de mí tenía toda la boca llena de sangre, con el labio inferior abierto, un compañero suyo le dio una bolsa de guisantes congelados para que se lo pusiera sobre su hinchada boca. Si un propio "compañero de trabajo" era capaz de hacerle algo así a su socio, ¿qué podría hacer conmigo?
<<Bueno, bueno, bueno, mira quien tenemos aquí>> Dejó la bolsa de guisantes congelados sobre el sofá y se dirigió hacia mi sitio. <<¿Cómo te llamas preciosa?>> El sillón en donde me encontraba sentada se movió, se habían sentado a mi lado. <<No me lo digas, no me lo digas, déjame adivinarlo>> Estiró sus brazos rozando uno de ellos mi hombro derecho y cruzó sus flacuchas piernas. <<Te llamas _________(tn) Jones , ¿verdad?>>
Tardé un par de segundos en reaccionar. Asentí con la cabeza.
<<Soy genial en este juego. Pero espera que aún hay más. Tienes 16 años, naciste el __________(tu cumpleaños) de 1997. Eres de _______ (tp), te mudaste a Los Ángeles hace 6 meses por cuestiones laborales de tu madre y padrastro, tu hermana Vanessa de 8 años tiene una cabello rubio precioso, y tu hermano Sam, que no es tu hermano real, tiene 19 años pero pronto cumplirá los 20. >> se escuchó el sonido de una lata abriéndose y dejando escapar todo el gas. <<Dime preciosa, ¿me he equivocado en algo?>>
Mi silencio fue la respuesta.
<<Te lo dije>> -sentí sus labios clavarse sobre mi oreja- <<soy genial en este juego.>>
El olor a alcohol comenzó a nublar mi vista, o tal vez no era el olor, sino el cansancio de estar 3 días sin dormir.
<<Vaya, estás temblando>> -sentí una mano en mi muslo izquierdo- <<¿Tienes frío preciosa?, si quieres yo puedo calentarte>>
<<Trash no seas baboso>> -se escucharon unas carcajadas, que irónicamente, me produjeron arcadas.
Trash: Cierra la boca, ya te gustaría a ti follart*e a esta preciosidad.
<<Cómo, ¿tan rápido? Invítala primero a una cita ¿no?>>
De nuevo se oyeron esas asquerosas carcajadas que taladraban mis oídos.
Quité su mano de mi pierna y me alejé unos centímetros.
Trash: Vaya,vaya, es una de esas mujeres que se hacen respetar ¿eh? ¿Cuántos años te crees que tienes? ¿40? Dudo siquiera de que seas virgen, las que van de mosquitas muertas son las más put*as.
<<Trash a sí no se corteja a una dama eh>>
Trash: -su cabeza se volteó - Al próximo chiste que salga de tu podrida boca te meto en ella la pistola y aprieto el gatillo.
"Sí lo soy."
Trash: ¿cómo dices? Habla más alto.
"Que sí"
Trash: -de su nariz salió un fuerte chorro de aire- ¿Que sí qué? -su rodilla derecha comenzó a moverse de arriba abajo- preciosa me pone muy nervioso este tipo de cosas, vocaliza de una put*a vez y no calles como una prostituta.
"Sí soy virgen, y no una puta"
Trash: -suspiró aliviado tras conseguir escucharme- Oh vaya, ¿en serio?... -deslizó su dedo indice por sus labios- ¿no tienes novio?
Negué con mi cabeza.
Trash: ¿Jamás has probado a un hombre? -su mano volvió a apoyarse sobre mi muslo.
Mi cuerpo se congeló.
Trash: ¿Y no crees que ya es hora? -sus dedos caminaron por mis piernas hasta llegar a la bragueta de mi pantalón.
<<Trash si llega Snake y te ve así...>>
Trash: Para que Snake se la foll*e también prefiero ser el primero y gozar de esta bendición del cielo, que encima es virgen. Y que además.......-sin ni quiera darme tiempo a reaccionar agarró la bolsa que cubría mis cabeza y tiró hacia arriba, dejando mi rostro al descubierto- ......es hermosa.
Sus piernas se colocaron a los dos de mi cuerpo. Mis brazos estaban arriba de mi cabeza, clavados en el sofá y agarrados por las manos de aquel hombre.
Su nariz recorrió todo mi cabello hasta pronto llegar el escote roto de mi camiseta.
No pude evitar soltar un par de lágrimas, esa sensación de impotencia se estaba repitiendo nuevamente. Miré a mi alrededor en busca de auxilio, esa búsqueda fracasó, los 3 hombres que había en la sala estaban sentados alrededor de una mesa, con unas cartas de póker en sus manos, jugaban mientras uno de sus compañeros trataba de aprovecharse de una indefensa niña.
Sentí su miembro viril clavarse en la bragueta de mi pantalón. Traté de zafarme con todas las fuerzas que me quedaban, mis dedos golpeaban al aire, mis muñecas seguían atrapadas entre sus garras. Movía mi pecho de arriba abajo para que me soltara, pero eso parecía excitarle más. Cuando consiguió desabrochar un botón de mi camiseta fue cuando supe que no iba a permitir que se volviera a repetir lo anterior.
Cerré mis ojos. Supliqué ayuda en silencio y mi rodilla derecha hizo todo el trabajo.
Mientras su nariz se clavaba en mis senos conseguí que mi boca agarrara su oreja y tiré de ella. Cuando se levantó de un grito tuve toda la suerte a mi favor. Clavé mi rodilla en sus testículos y lo empujé contra la chimenea, una pena que el fuego ya se hubiese consumido. Salí corriendo, los 3 tipos de la mesa se levantaron y trataron de agarrarme, conseguí esquivarles y al llegar a la puerta y girar el pomo pronto entendí que jamás saldría de aquel lugar.
<<Sorpresa>>
Snake entró agarrándome del brazo y cerró la puerta tras nosotros.
Snake: ¿Qué diablos ha pasado aquí? -dijo al ver la sala tan desordenada- ¿y qué mierd*a eran esos gritos?
Trash: ¡Jefe! -corrió hacia donde estábamos- ¡Esta hija de put*a trató de escapar, yo la intenté retener pero me dio una patada en los huev*os y consiguió huir!
Snake me soltó, dio dos pasos atrás y sus ojos se clavaron en los míos.
En cuestión de segundos mi cara comenzó a arder. Llevé mi mano izquierda sobre la mejilla que me quemaba y comprendí que me había golpeado.
Snake: Y esto es solo un aviso. A la próxima tontería tu cuerpo será comida para los lobos.
Él apartó su fría mirada de mí, pero yo de él no. Seguí todos sus movimientos, conté los pasos que daba hacia la esquina de la sala, observé como sacaba una lata de cerveza de la nevera, analicé como la abría y la deslizaba sobre sus labios. Vi cómo alguien se acercaba a él y le susurraba unas palabras.
Dejó caer la cerveza sobre la mesa y comenzó a caminar hacia mi dirección.
Sus ojos recorrieron todo mi cuerpo. Sus pupilas se pararon en una zona en concreto.
Para mi sorpresa no se paró en frente de mi, sino de Trash.
Snake: Trash, amigo, cuéntame que ha pasado.
Trash: Ya se lo he dicho jefe.
Snake: Trash, amigo, cuéntame que es lo que ha pasado realmente.
Trash: -sus ojos dieron una vuelta por toda la habitación para pararse en los míos y clavarse nuevamente en los de Snake- Estábamos jugando al póker, cuándo la cría se levantó del sillón diciendo que quería ir al cuarto de baño, me levanté y le indiqué el camino, cuando me volví a sentar vi de reojo como corría hacia la puerta, la pude atrapar pero me dio una patada y el resto de la historia ya la sabes.
Snake: ¿eso es todo?
Trash asintió levemente.
Snake: Supongo que después de estar trabajando juntos más de seis años deberías saber que odio que me mientan.
Trash: Que el diablo abra un agujero bajo mis pies y me lleve al inframundo si miento.
Snake: Oh, de acuerdo entonces. -su cuerpo se giró y se dirigió de nuevo hacia la puerta.
Snake: Por cierto Trash. -se volteó.
Trash: Dígame jefe.
Snake: Saluda al diablo de mi parte.
No pude evitar gritar. La sangre salpicó mi cara. Todo mi cuerpo estaba bañado en esa sustancia roja. El cuerpo de Trash cayó inerte sobre el suelo. Había un agujero en su frente. Una bala atravesó su cabeza. Snake seguía en la puerta, con el brazo estirado, sujetando una pistola. Yo también caí al suelo. Lo último que recuerdo fueron unos brazos agarrar mi cintura, abrochar mi camiseta y todo se volvió negro, como la primera vez.
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NARRA ROSS
La puerta se cerró tras nosotros y la esperada bienvenida sucedió como imaginé.
Rydel: ¡ROSS! -sus brazos rodearon todo mi cuerpo y apretó con fuerza. Me provocó una mueca de dolor, las heridas aún no se habían cicatrizado.
Rocky: ¡ROSS, RIKER POR FIN ESTÁIS AQUÍ! -sus brazos también se apoderaron de mi magullado cuerpo.
Jazzy:¡Sabía que lo lograríais! ¡Lo sabía! -unas lágrimas cayeron por su mejilla, ya había muestras de que había llorado antes.
Skai: ¡Estábamos todos tan preocupados! ¡Habíamos imaginado lo peor!
Kevin: ¡Que alegría que estéis en casa de nuevo! ¡Gracias Dios!-se santiguó y besó su dedo pulgar mirando al techo.
Ross: No. Apartaos todos. No merezco esto. No.
Ryland: ¿de que hablas Ross? ¡Eres un héroe!
Ross: No me llames así.
Sam: ¿Ross....? -su débil cuerpo apareció por la puerta- ¡ROSS! ¡ROSS ERES TÚ! ¡CONSEGUISTEIS ESCAPAR! ¡VOLVEIS A ESTAR EN CASA, SANOS Y SALVOS! ¡¿DÓNDE ESTÁ MI HERMANA?! ¡QUIERO ABRAZARLA Y BESARLA HASTA DESGASTAR SUS MEJILLAS!
No pude resistirme ante el impulso de llorar. Al ver esa gran sonrisa que Sam mostraba tras mucho tiempo me derrumbó por completo.
Ross: Ella no.....-apreté mis labios- ella no está.
Rydel: ¿Có-cómo dices?
Ross: __________(tn). __________(tn) no está. La rescaté, sí, pero la volví a perder -mis puños se transformaron en dos bolas de acero.
Violeta: Ross qué quieres decir....
Riker: alguien se ha llevado a ____________(tn). Conseguimos salir del granero, pero _________(tn) discutió con Ross y echó a correr. Cuando quisimos encontrarla no estaba, había desaparecido.
Sam: Me estás diciendo....-su sonrisa desapareció, sus ojos se volvieron dos agujeros negros- que por culpa de Ross habéis perdido a mi hermana..¿¡OTRA VEZ?!
Riker: ¡no fue culpa de él! es solo que------
Rydel: ¡SAM NO!
Caí al suelo dándome un fuerte cabezazo contra las escaleras. El cuerpo de Sam estaba encima del mio. Recibía múltiples golpes, en el estómago, en la boca, en las mejillas, no podía defenderme, había agarrado mis brazos para que no me pudiera proteger. Tampoco puse resistencia.
Después de todo, creo que me lo merezco.
Rydel: ¡Sam por favor basta! -intentaba despegarlo de mi pero no lo conseguía.
Rocky: ¡SAM DÉJALE, NO FUE SU CULPA! -un fuerte empujón lo estrelló contra la pared. Pude rodar y salir de debajo de su cuerpo.
Ross: ¡SAM JODE*R LO SIENTO! ¡YO NO QUERÍA QUE PASARA ESTO! -me toqué el labio, tuve un acto reflejo y aparté el dedo de mi boca, ésta me escocía mucho, deslice mi lengua y supe lo que pasaba, mi labio se había reventado.
Sam: -sus lágrimas apenas le dejaban hablar con claridad, y sus gritos de desesperación dificultaban el diálogo- ¿¡QUE NO QUERÍAS QUE PASASE ESTO?! ¡LA HAS PERDIDO ROSS, LA HAS VUELTO A PERDER, Y SÍ FUE POR TU CULPA, TÚ Y TUS MALDITAS PELEAS, TÚ HAS SIDO QUIEN HA ENTREGADO A ________(TN) A LOS BRAZOS DE UNOS PUT*OS DESCONOCIDOS. POR TU CULPA HA VUELTO HA DESAPARECER. POR TU CULPA PUEDE MORIR, SI ES QUE TODAVÍA NO LO ESTÁ ¿ES QUE NO LO ENTIENDES? -pudo escapar de los brazos de Rocky y me dio un fuerte empujón empotrándome contra el armario- ¿¡ES QUE NO LO ENTIENDES JODE*R?! ¿¡EH?! -sus lágrimas mojaban mi rostro, o tal vez eran mis propias lágrimas las que se deslizaban por mis mejillas.
Ryland y Riker volvieron a sujetarle.
Rydel: ¿Te encuentras bien Ross? -susurró- Ven -agarró mi mano- déjame curarte esas herid----
Rydel: ¡¿Ross a dónde vas!?
Agarré las llaves del coche y salí. Era obvio que no podía quedarme allí, y menos con lo que Sam había dicho. Iba a rescatar a mi novia. Por segunda y última vez, porque no habría una tercera, antes muerto. La puerta se cerró detrás de mi, esa puerta no la volvería a abrir si no es con ____________(tn) a mi lado.
Rydel: ¿Y ahora qué hacemos?
Riker: Nosotros nada. Rocky, llama a la policía. Se acabó este maldito juego.
Ryland: Pero Jaxon dijo que si llamábamos a la policía acabaría con __________(tn).
Riker: Ryland -se volteó par encontrarse con su asustada mirada- Jaxon escapó, nadie sabe de su paradero. ____________(tn) ya no está con él, ahora está con otras personas.
<<Y sólo Dios sabe qué clase de personas>>
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Las luces del coche alumbraban toda la oscura carretera. La velocidad iba aumentando poco a poco, 80 km/h ,110 km/h, 150km/h , mi mano agarraba con fuerza la palanca de cambios y mi pie apretaba el acelerador. Las señales de la carretera indicaban que la velocidad permitida era de 70km/h, obviamente me importaba una mierd*a. Ahora la velocidad del coche estaba en lo máximo, 280km/h . Sentía la adrenalina en mi cuerpo, apenas podía ver nada, toda pasaba con muchísima rapidez. Mi menor preocupación en aquel momento era morir en un accidente por exceso de velocidad, quería recuperar a ________(tn), no me importaban las consecuencias. No tenía una dirección fija, yo solo giraba el volante dejándome llevar. Pensaba recorrer toda la ciudad en esa misma noche para encontrarla. Desde que entré en los pasadizos no había descansado ni un segundo, llevaba dos días sin dormir, y mi cuerpo ya lo notaba, pero mis ojos no se cerrarían, no lo iba a permitir. Me abofeteé un par de veces para mantenerme despierto.
Ross: Las dos y media de la mañana -dije mirando el reloj del coche- Antes de que este trasto marque las 12:00 ___________(tn) Jones va a estar entre mis brazos.
Cerré mis ojos con fuerza para que las lágrimas no me nublaran la vista. Mi mano se deslizó por el bolsillo de mi pantalón y sin quitar ojo a la carretera saqué un cigarrillo, lo coloqué sobre mis labios y lo encendí.
Ross: irónicamente -di una calada- esta mierda me da la vida -expulsé el grisáceo humo.
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No podía evitarlo, no podía más, mis ojos se cerraban, estaba extremadamente cansado, los parpados se convirtieron en dos bloques de cemento que por más que intentaba no dejarlos caer éstos se derrumbaban. Pensé en cerrarlos un par de segundos, no pasaría nada, la carretera era recta, no había curvas a si que no podría provocar ningún accidente.
Me coloqué el cinturón por seguridad, reduje 50km/h de velocidad y cerré mis ojos por primera vez en 48 horas.
.
.
Unos ruidos de sirenas me sobresaltaron. Mi sueño había terminado.
Miré por la ventanilla del coche.
Mierda.
Los colores azul blanco y rojo no paraban de moverse, y esa molesta sirena me taladraba los tímpanos. Una mano salió por la ventana del coche de policía indicándome que girara a la derecha y parara.
Ross: Querido agente -con la mano derecha agarré con precisión el volante y con la izquierda la palanca de cambios- Créame que si estuviéramos en otro momento yo pararía con mucho gusto, incluso le invitaría a un par de cervezas -subí la palanca hasta la velocidad máxima- pero mi novia está en peligro y sería un poco gilipoll*as si me dejo detener por usted por la tontería del exceso de velocidad.
Hasta pronto.
Los 280 km/h volvieron a marcarse en el coche. Un chillido resonó de los neumáticos.
Sin ni siquiera mirar atrás apreté con decisión el acelerador, podía sentir la velocidad por la sangre, los pelos se me pusieron de punta. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en mi rostro al darme cuenta que las sirenas dejaron de escucharse y ya no se veía ninguno de los 3 colores.
Había escapado de la policía.
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¿Contigo? Hasta el infinito
Teen FictionBecca Jones es una joven de 18 años hispana por parte de madre y estadounidense por parte de padre el cual abandonó a su familia cuando Rebecca solo tenía 8 años y su hermana pequeña un par de meses de vida. Tras las vacaciones de verano deciden...