(36) Una pareja de tres.

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  «El gatillo cedió, toqué el pulido vientre de la culata y fue así, con un ruido ensordecedor y seco, como todo empezó

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  «El gatillo cedió, toqué el pulido vientre de la culata y fue así, con un ruido ensordecedor y seco, como todo empezó. Sacudí el sudor y el sol. Comprendí que había destruido el equilibrio del día, el silencio excepcional de una playa donde había sido feliz. Entonces, disparé cuatro veces sobre el cuerpo inerte en el que se hundían las balas sin que lo pareciese».

El extranjero, Albert Camus [*].

    Helena se tiró en el sofá, con las piernas para arriba del respaldo.

ᅳ¡Estoy agotada! ¡Cuántas emociones!

  Los dos hombres la miraron.

ᅳMadamoiselle, por favor. Tenga cuidado. Está a punto de darme con la pierna en la cabeza —la regañó Jean Pierre.

ᅳCállese un rato, monsieur. Mantenga la boca cerrada si sólo la va a abrir para darme el coñazo. Estoy relajándome antes de que nos pongamos con el caso.

ᅳ¿Ahora? —se asombró Jean Pierre—. Recién acabamos de llegar. Tendríamos que ducharnos primero.

ᅳGenial —concordó la chica, quitándose los tenis con los pies—. Usted me frota la espalda, monsieur, y su hermano la parte delantera. Últimamente siente fijación por mis pechos.

ᅳMe voy y vuelvo después —manifestó Jean Pierre.

   Lo dijo mientras se levantaba y se iba a su piso. Jean Joseph largó una carcajada.

ᅳNo tiene remedio, es un amargado —le recriminó la chica, acariciándole la mano—. ¿Te animas a encender el equipo de música?

ᅳClaro —dijo él.

  Se escuchó la canción Gosth, de Ella Henderson. «Muy apropiada», reflexionó la chica.

I had to go through hell 

To prove I'm not insane

Had to meet the devil just to know his name

And that's where my love was burning

Yeah, it's still burning [1].

ᅳ¿Qué tal si nos damos un baño de espuma, amor? —le preguntó el hombre—. Esta vez lleno yo la bañera. Tú sigue meditando.

  Necesitaba pensar en otra cosa durante un rato. Dejar la mente a cero, antes de volver a la tarea. Un baño relajante era ideal. ¡Vaya par de días tuvieron los tres!

ᅳCuando quieras puedes venir —gritó Jean Joseph desde el servicio—. Yo ya estoy rodeado de espuma.

  Helena fue desprendiéndose de la ropa hasta llegar al baño, desnuda.

Enemigo Público Nº 1. GANADORA DE LOS PREMIOS WATTYS 2015.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora