CAPÍTULO 13: Yo te quise, ahora...No. ¡Todo está destruido!

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EL DESTINO

Dicen que todos tenemos nuestro destino, realmente existe el destino o uno lo hace. Es verdad, que estamos conectados a través de unos lazos rojos irrompibles con la persona indicada para ti y que de una u otra manera jamás podrán romperlo.

El destino de Austin es Flavia, ella es su camino, pero como dice un amigo, cada uno escoge el camino que lo hace feliz, aunque al final ese lazo jamás podrá ser separado.

- Gracias por salvarme, la verdad pensé que moriría- dijo viendo mis ojitos miel.

Nos faltaba poco para llegar al instituto.

-  Para eso estoy yo. Para salvarte.- bromee y le saqué una risita tímida a mi nueva amiga.

-  Por un instante pensé que te habías ido con Flavia-aquel momento no quería que acabara jamás, jamás.

Ya se podía oír el bullicio de voces que llegaban al instituto.

- Prefiero irme contigo- le hice cosquillas en su barriga y reía, a la vez la veía como una niña, una bebé, una chica que tenía el sentido de humor más divertido y una sonrisa que hubiera congelado a cualquiera, una chica espectacular por donde la vieras y se envolvía en lo que ella era, una dulzura de persona.

- Entonces, vamos?-dijo cogiéndome del brazo, la verdad me sorprendió ese gesto de querer andar conmigo, usualmente todos se van por algo o con alguien mejor.

Y así nos fuimos, caminando y conversando de la vida, me sentía mucho mejor que antes cuando estaba a su lado.

Ella es para mí, lo presiento, algo me lo susurra.

Algo que me dejó pensando fue las precisas palabras de Amil cuando conversábamos sobre el amor que le tengo a Flavia, le conté como la había conocido y quedó fascinada, lo que había hecho por ella, lo que sentía y pensaba acerca de nosotros, ella me miraba con dulzura y luego respondió a todo diciendo: "El primer amor, no es el primero al que conoces, tampoco es el único o el último que estará en tu vida. No siempre será así, más bien existe el segundo amor, el cual te amará y te aceptará tal cual eres, sea con tus defectos y virtudes, te llegará a amar a tal punto de sacrificar su vida por ti y te dará esa felicidad que el primer amor no llegó hacer"

- Soy un tonto por esperarla- dije escuchando su consejo, me había impactado la forma en qué pensaba y cómo era precisa y directa, ¿Tendría razón? Quizás el primer amor es aquel amor que te entrega todo, confianza, paz, alegría y que a pesar de todo lo que venga siguen juntos.

-  ¿Y por qué la esperas?-dijo aún sin entender mis sentimientos y el amor que le tengo a esa niña, que me deja cuando quiere y me quiere cuando desea, que no le importo y a mí, sí. Y que la amo como jamás llegaré amar a nadie.

-  El hombre realmente enamorado es capaz de esperar cuanto sea necesario-concluí con estas palabras que decían todo lo que hacía por ella, era porque estaba realmente enamorado, desesperadamente enamorado por ella.

Al escuchar esta última oración, mis ojos ya se habían fijado en él. En mi corazón escribí su nombre, Austin es un hombre completo, con el corazón más dulce y tierno, sensible y humilde, estaba sorprendida por todo lo bueno que existía en él, no tenía miedo de enamorarme de sus defectos y ayudarlo en sus errores.

Envidiaba a Flavia de tener a un chico como él. Una envidia buena, porque realmente se había ganado a un muchacho ejemplar y amoroso, el cual sabía el concepto de lealtad. ¡Qué suerte tiene al tenerlo!

Ya habíamos llegado a la puerta del instituto.

- La amas no?-me paré en la puerta del instituto, mientras todos pasan a nuestro lado.

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