CAPÍTULO 61: ¿Y EL AMOR?

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El Sol ingresó por la ventanilla del pequeño hospedaje. Mis ojos despertaron mirando un techo con telarañas y a punto de caerse por cualquier movimiento telúrico. Giré al ver una lámpara vieja en esa mesa de noche que no tenía un cajón. No sabía dónde estaba, pero mover los labios me causaban gran pesar y sentía que había sido arrollado por un camión. Hasta que recordé a la pelirroja que besé en la discoteca por despecho ante las palabras de Flavia, ¿ahora era soltero no? Me recalcó que ya no iba a poder ser lo mismo, me terminó y eso que yo me arrodillé. Ok, la jodí completa, sin embargo, nunca me había dejado caer ante los pies de ninguna mujer, por eso decidí darle la razón. Me dolían sus palabras que me producían un dolor de cabeza como nunca antes había sentido, me dolía esa desconfianza que ahora me había ganado en todos y que volvía a ser el chico antipático ante todos. Y bueno, luego de la "pelea" con ella, me largué a esa discoteca para embriagarme y perderme en ese mundo que me alegraba y divertía, porque nadie me conocía, nadie sabía mi historia, nadie me iba a juzgar como lo han hecho todos. Malditos que piensan que nunca han cometido un error, pero claro... se trata de mí y ya soy mandado al infierno a quemarme vivo. Bastardos.

Al final sólo recuerdo que un hombre feo y gordo, con una panza que se le caía hasta el suelo me lanzó un puñete y me tiró a la barra cargando mi cuerpo como un trapo y cayendo de frente al piso. Lo demás es historia.

Mi rostro cambió al sentir un cuerpo a mi lado que se acomodaba en mi cuello dejando que su respiración recorra cada parte de mi piel, se me erizó la piel, al sólo pensar que había follado a la pelirroja y más si no usé condón.

Cerré los ojos para ver quién estaba a mi lado, abrí un ojo pardo y luego el segundo. Mi respiración se tranquilizó al ver a Amil con una sonrisa y durmiendo plácidamente. Mis ojos se abrieron como platos. ¿Me follé a Amil?

Miré mi cuerpo y no estaba desnudo, ella tampoco llevaba su pijama favorita de peras. No sabía sí era bueno despertarla o irme. Lo segundo es muy cobarde.

- ¿Amil?- mi voz sonó temblorosa- A-A-mil- nuevamente pronuncié moviendo sus hombros para que despertara.

Se despertó con miedo ante mis ojos y se levantó de un zarpazo de la cama. ¿Vio al diablo en persona?

- ¿Qué hora es?- me pregunta muy asustada y parándose buscando algo debajo de la cama.

- Las 12:00 a.m- respondo viendo el despertador de la mesa de noche.

Veo que su expresión se congela y se escabulle debajo de la cama para alcanzar algo, hasta que saca sus pantuflas.

- ¿Sucedió algo entre nosotros ayer?- pregunto medio incómodo al pensar que me había tirado a mi mejor amiga. O sea, después de esto no volveríamos hablarnos, o nada sería igual. Así como la última vez que nos dimos nuestro primer beso y bueno, nos sentimos diferentes.

- ¿Sexo?-responde ella de lo más normal. Claro, ahora ya se la hacía costumbre esto del sexo con Austin. Como cambian las vírgenes cuando tienen su primera vez- Claro que no idiota. Ayer te emborrachaste hasta el pedo y tuve que ir a rescatarte como la mejor amiga que soy. Ningún día puedo estar tranquila en mi cama porque tú llamas a que uno te salve.

- No debiste ir si tanto te molesta- responde borde- Sí crees que soy una carga para ti y que mis problemas te afectan, simple... ¡No acurras a mí!

Se coge los cabellos en desesperación y bota aire al escuchar mi grito.

- Por Dios Sebastián, siempre he estado para ti, en tus borracheras, en tu soledad, en tus broncas, en tus desilusiones, en tus peleas familiares, en todo. Tus problemas me afectan porque te quiero, ¿no lo has entendido hasta ahora? He permanecido a tu lado en todo momento, no te he dejado caer, más bien te he querido ayudar a levantar de cada mala decisión. Y sí, me jode que no me hayas dicho la verdad por creer que pensaría lo mismo de ti que los demás. Cuando tú no eres ellos, tú eres...

Caminos Cruzados💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora