Caminos Cruzados: Entre dos mundos S&A (3era parte)

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La noche más cruel del mundo...

No pude creer que un día estaba conmigo tan bien y ahora veo su cuerpo en un ataúd inerte e hinchado, tan solo tenía 18 años, era un niño oigo decir a muchas personas que estaban ahí.

He llorado todo el día, desde que escuché los disparos y fui corriendo, tenía un presentimiento enorme y vi su cuerpo, su sangre esparcida y el agua mojando su cuerpo, aun lado la cámara con la que esa noche nos habíamos tomado las fotos. Grité, pensando que era mentira, que no me podía volver a pasar, pero ya no me oía, ya se había marchado.

-Jacob, hermano...-decía llorando frente a su ataúd y recordando aquella trágica noche.

¿Qué persona podía odiarlo tanto? Y fue allí que recapacite, no es que lo odiaran a él, sino a mí e hiriendo a una de las personas más importantes que conocí, me mataban a la vez y así lo hicieron.

No podía estar ahí, no más, me echaba la culpa por dejar que me acompañara, por dejarlo solo y por estos días no haberme comunicado con él. Lo sepultarían al día siguiente día, con la mejor prenda que le gustaba, con esa chaqueta negra de cuero con la que falleció y un jean que le regalé, pedí que entre sus manos le colocaran la foto que un día antes nos habíamos tomado, nadie quiso hacerlo, abrí sus dedos uno por uno y solté unas lágrimas viendo la foto, y cerré su puño y miles de recuerdos iban pasando.

-Siempre serás mi mejor amigo-susurré viéndolo por última vez, tenía la vista tan cerrada y nublada que me pareció verlo sonreír.

-Lo lamento-escuché una voz detrás de mí, voltee y era Flavia, estaba sufriendo y callé seguí mirando a la nada y me abrazó, no tenía ganas de saber del resto.

Sé cuánto lo considerabas, era un gran chico-concluyó su abrazo y su caricia en el rostro, sus ojos hinchados y yo aún mudo.

DOS DÍAS DESPUÉS...

02 de Diciembre.

En cada canal que voy cambiando solo escucho noticias del fallecimiento de una gran persona y siento rabia que las autoridades no hagan nada al respecto, aún siguen las investigaciones y recordé algo.

-Tengo unas cartas, me gustaría que los leas-recordé sus palabras como si me indicaran que fuera a buscarlo.

Así que me levanté y me decidí subir hasta su departamento, desde el incidente no había vuelto a ir, muchos sentimientos se me acumulaban y la nostalgia de la perdida de mi mejor amigo. Entonces, estuve a punto de abrir la puerta para irme a ver que era esa carta y dos oficiales policiales se hallaban parados justo frente a mí.

- ¿Austin Navarro?-preguntó uno de los oficiales de estatura mediana y voz seria.

-¿Sí? ¿Ya saben algo del paradero del asesino de mi mejor amigo?-pregunté, intentando sospechar a que eso venían.

-Queda detenido por ser el presunto sospechoso de la muerte del joven Jacob, debe acompañarnos- dijo el mismo oficial que pregunto y su acompañante me custodió, yo seguía estúpido.

- Es una confusión, es mi mejor amigo, jamás le haría eso, están comiendo un error- decía mientras el oficial me metía a un carro.







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