CAPÍTULO 10: Y los sueños son realidad

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MARÍA REGRESA A MOA

Miércoles 3 de Setiembre.

Luego de la  mala charla que tuvo Maria en Canadá con una de sus amigas respecto al hijo que abandonó decidió que era momento de regresar a casa aún con ese sentimiento de que tenía un secreto del pasado  que no deseaba ser descubierto aunque a veces se le pasara la remota idea de  decirle a Paolo y Sebastián quién fue, pero eso sería un riesgo a tomar por ser juzgada y echada de casa. Además tendría que ir a buscar a su hijo verdadero que lo más probable es que la odie.

- Hijo- entró con muchas maletas a la casa y al primero que vio fue a Sebastián.

Sebastián se levantó de su sitio para saludarla, Paolo se adelantó al recibimiento.

- Hola, mi amor. Bienvenida a casa.- vociferó Paolo con un beso en los labios de su amada.

- María, te hemos extrañado- exclamó Sebastián, saludando con un beso a su segunda madre como decía él, le tenía gran afecto.

- Y yo a ustedes, espero que no hayan discutido- fue como si lo supiera y hubo un silencio entre ellos- ¿Todo bien?

Sebastián rodó los ojos hacia arriba y es que hace tan solo días habían discutido por la muerte de su madre y de ir al instituto para retomar sus clases.

- No, Paolo me obliga a que vaya al instituto y no entiende que yo ya decidí en estar sin hacer nada- contestó Sebastián dejando las maletas de María a un lado.

Maria comprendió la etapa rebelde de Sebastián y el dolor amoroso que llevaba por dentro.

- Si este semestre no quieres estudiar, está bien. Prométeme que el próximo vas a querer, si hijito- lo acarició a Sebastián, era su hijo, su motor, como si fuera de su propia sangre.

- María, no hagas eso- intervino Paolo con una cara de fastidio de quitarle la autoridad sobre su hijo.

- Ves a lo que me voy, quiere que haga lo que él quiere, ya decidí páp... Paolo- dijo Sebastián de manera déspota.

Detrás de ellos vino la hija de Maria y Paolo, fruto de su loe y media hermana de Sebastián.

- ¡Mamá!- venía gritando Fabiola con una muñeca barbie en sus manos.

- Fabiola, mi chica hermosa- decía María cargando a su chica de trece años.

- No quiero que se vuelva a tocar ese tema de las decisiones, cada uno elige lo que quiere y aquí acaba, vayamos por unos helados, yo invito- se ofreció a pagar María con la mayor ganas del mundo de tener un día en familia, aunque esa no era su familia.

- Salgan ustedes, tengo asuntos por resolver- cogió una chompa color crema y se salió de la casa en dirección al encuentro con los demás.

...

ALIADOS

Somos amigos, siempre lo hemos sido desde pequeños. Benjamín, es ese hermano que nunca he tenido y el cual ha estado justo cuando lo necesitaba desde niños ha sido así y no puedo fallarle.

- ¿Crees que sospeche sobre nosotros?-preguntó Benjamín a Peter.

- ¿Sobre? Si te refieres a nuestra amistad, no, ni se lo imagina- contestó Peter muy tranquilo.

- Has actuado muy bien, te felicito- dijo Benjamín- Aunque al decirle que me beso con todas, sobrepasaste, en fin. No sé qué no vio en mí, tuve que salir de aquí por los asuntos que tenemos en Ghen y tú la enamoras, ¡Qué buen amigos eh!- dijo sarcástico Benjamín, en realidad no lo consideraba amigo a nadie, para él todos eran sus esclavos. Desconfiaba hasta de él mismo.

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