Luego de cenar, el frío continúo en toda la noche de Navidad. Su familia era estupenda y hacían chistes de maravillas, creo haber bailado con todos incluso con su padre que tiene movimientos grandiosos.
Eran las 4:00 am de la madrugada y era hora de regresar. Se ofreció a traerme a mi casa y eso hicimos. Subimos al auto hasta llegar al portón de mi casa, en todo el transcurso no dejó de hablar de la grandiosa noche que había sido. Me alegraba su felicidad. Puso el parabrisas en todo el camino porque caía más nieve que de constumbre. Bajamos del auto y abrí la puerta de mi casa. Me quedé impactada por cómo las calles estaban, gracias a Dios no habíamos sufrido un accidente dentro del carro.
Sebastián se estaba despidiendo. Hasta que mi acción lo detuvo. Y Amber salió al frente en pijamas.
- ¿Por qué no te quedas? Está muy oscuro a fuera y seguirá la nevada- le dije viendo la escena de la calle.
- ¿Tus padres no se van a molestar?- dijo él con un gorro de tela que se puso en la cabeza.
Primera vez que lo veo con abrigos y ese gorrito celeste en sus cabelleras negras. Encantador.
- Sus papás son lo máximo- intervino Amber para convencerlo.
- Quédate- puse mis manos en las suyas.
- - Ya no supliques- se burló y me dio una despeinada brutal.
- ¡Qué! ¡Estás muy contento!- cerré otra vez la puerta- Tú dormirás aquí en la sala. Te bajaré colchones y frazadas para que te abrigues.
- No, no, yo dormiré contigo-dijo tercamente y Amber se reía.
- No Sebastián, he dicho que dormirás acá- seguí con el juego aunque sí era de verdad.
- Y yo dije que no- se acercó al sofá cogió la sábana y el ramo de rosas de hace unas horas y subió como si nada hacia el segundo piso.
- ¡Por qué siempre me dará la contra!-exclamé con muy buen humor y lo vi irse.
- Y eso es lo que te gusta, su forma de ser- dijo Amber y le di un golpe en la cabeza y nos reímos.
Subí y lo hallé en mi habitación.
- ¡Sebastián!- dije al ver que rebuscaba entre mi ropa y cogió un sostén.
- ¡Uy! Llamativo, me encantaría vertelo puesto- dijo y le quité de las manos.
Así se lanzó a mi cama como si fuera un trampolín y se acomodó.
- Tú en el piso, yo en mi cama- dije parada desde el filo.
- No- encendió la lámpara del otro extremo.
- ¡Por qué eres así!-dije renegando y sentando en ese extremo a lado de la mesa de noche.
- ¿Así cómo?-dijo él y ya me había recostado.
Su cabeza la acomodó para poder mirarme y yo también, estábamos en la misma cama y en la misma posición, nuestros ojos frente a frente.
- Tan tú-dije con un brillo y por quinta vez en esa noche le di un regalo, mi sonrisa.
- Quiero decirte solo una pequeña cosa- pronunció aún con el rostro fijo en mí.
- Te escucho- dije acomodando mi cuerpo y tapándome con las sábanas.
- Cuando él regrese, no te olvides de todo esto, no te olvides de mí-y se acercó a darme un beso en la frente, cerré los ojos en forma de sentirme protegida, querida y cuidada.
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Caminos Cruzados💕
Romansa"Muchos se preguntan en qué lugar nos conocimos, diles que fue en una noche donde un ángel y el diablo se vieron por primera vez" ¿Qué harías sí para estar con tu destino tienes que enfrentarte a los peores personas que pueden existir? ¿Qué pasaría...