Caminos Cruzados💕

CAPÍTULO 20: AMIL

¡MALDITA!

Viernes 31 de Octubre.

Era la noche perfecta, ¡Iba ser la noche perfecta!. Al fin probaría de sus labios, al fin podía saber que tengo sentimientos por él, quizás cambiaría de opinión y en estos momentos le estaría diciendo a Peter, que ya no me quiero mudar con él porque siempre he amado a Austin, y él estaría esperándome, siendo verdaderamente felices. Pero no, la historia fue otra, llegó ella y se olvidó de mí. Fue como un balde de agua fría o un disparo en su corazón, al escuchar de la voz de Pablo saludar a Amil y todos giraron a verla, muy linda con un vestido azul y tacos negros, cabello suelto y extraordinariamente bonita. 

Yo veía su cabello de Austin, luego de dejar tirado nuestra foto, y pararse como si ya nadie estuviera sólo un camino que lo dirigía a ella, vi como "la gringa" lo saludó y esa conexión que era indestructible, no sé por qué, las cosas suceden en un abrir y cerrar de ojos, pero, pero él aún me quiere, lo supe esa noche, no será igual que antes, pero me quiere y su sonrisa lo delató, me quiere a mí, pero la ama a ella. Como da vueltas el mundo, un día te aman y al otro día te olvidan, si tan sólo supiera que quería gritar su nombre.

Quería que discutiéramos de cualquier cosa. Quería que escribiera mi nombre. Quería que dijera que me quería. Quería hablar con él. Quería estar con él. Quería pedirle disculpas. Quería enojarme con él. Quería decirle que estaba bien sin él, aunque fuera mentira. Quería decirle que lo extrañaba, sin importar cuánto doliera. Quería dejar de pensar en él. Quería verlo. Quería hablar por horas y horas con él. Quería dejar de esperar. Quería ser feliz. Lo quería a él.

- ¿Y qué tiene ella que no tengas tú?- me dijo Amber, recostada en mi cama, no queríamos levantarnos.

- Lo tiene a él-concluí, sin sonreír, no me hallaba bien, no completa, como lo dije me sentía bien con Peter, también feliz, alegre, pero con Austin siento que podría vivir mi vida entera con él y eso fue lo que también descubrió Amil.

Así que tuve una mala idea, ir a verlo y decirle todo en su cara. Amber, me quería detener pero estaba decidida en gritarlo de una vez por todas, me hice una cola y fui de frente, sin pensar.

Me dejaron pasar y subí corriendo, toqué su puerta y Jacob, muy simpático me abrió la puerta, sus ojos color cielo vieron mis ojos cafés en llamas de enojo y rabia.

- ¿Se encuentra Austin?-dije despertando del insomnio de sus ojos.

- Sí, pasa, está en la cocina-me dijo muy amable Jacob.

Entonces, yo ya sabía dónde quedaba habíamos estado cocinado la vez pasada y cuando dije: Austin, quería decirte que... Vi sus manos manchándola de harina, ella tenía crema en su nariz y un poco despeinada, todo el lugar tenía harina, habían estado jugando y eso me afectó.

- ¡Flavia!-dijo el sorprendido y bajó rápido los brazos.

- Mejor me voy-dije a punto de llorar.

- No te vayas-corrió hacia a mí y me detuvo, nuevamente me perdía en su mirada.

- Los dejo conversar- dijo Amil muy educada, mientras se limpiaba con un trapo las manos.

- ¿Qué pasa?-preguntó él como si no se acordase que la noche anterior me había abandonado.

- ¿No te acuerdas de ayer?-le pregunté, vi las manos ocultas de Amil, estaba escuchando.

- No quería dejarte sola en la fiesta-me respondió sin gestos en su rostro, como si lo de ayer fuera algo sin importancia.

- Si no querías, no te hubieras ido, ¿no?-lo miré enojada y seria, pero en el fondo destrozada.