Dia 17 de 19.

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(Español, LETRA CURSIVA )
Inglés, LETRA NORMAL )

No recuerdo porque claramente estoy llorando pero mis ojos amanecieron así esta mañana y me sentí pésimo, me abracé más al torso de Jack y solo dejé que mis lágrimas siguieran recorriendo mi rostro.
Jack se dio cuenta de que estaba llorando se dio la vuelta y quedamos frente a frente, me besó la frente y yo solo escondí mi cabeza en su pecho, mis lagrimas seguían cayendo pero ahora Jack solo acariciaba mi cabello y yo seguía llorando, cuando por fin pude dormir tuve una pésima pesadilla.
Me desperté y noté que estaba sudando y a la vez seguía llorando, qué diablos me pasaba que estaba llorando tanto?
Decidí no volver a dormir y tomé mi teléfono, eran las 4 am y yo no dormiría más, decidí abrir Facebook y cerrar mi cuenta, lo mismo hice con Twitter, comencé a jugar a cualquier cosa que tenía  en el celular para así despejar mi mente. Me volvió a dar sueño pero no podía dormir, comencé a pensar en que se le habría ocurrido a Jack para el día de hoy pero con este chico se puede esperar cualquier cosa. Me resigne y sólo me volví a abrazar a él pero sin llorar y sin dormir.
-Duerme pequeña-me susurró.
-No puedo dormir más-dije muy despierta-es más me iré a levantar.
Me paré pero su mano jaló mi brazo para que siguiera abrazada a él, por una parte me gustó que me detuviera ya que hacia frío pero yo no podía seguir durmiendo.
Me abrazó muy fuerte y me besó, no era un beso suave sino que era un beso en el cual se notaba que podía ser más que eso, pero yo sólo necesitaba sus labios en los míos nada más. Me coloqué sobre él y seguimos besándonos era increíble cuantas cosas nos podíamos decir con un sólo beso. Luego dejó de besar mis labios y comenzó a besar mi cuello, me daba un escalofrío pero lo dejé me hizo un "chupón " y dejó de besarme, sacó sus manos de donde las tenía y comenzó a hacerme cosquillas, moría de la risa pero no podía decírselo.
-hahahahahaha bas...basta Jack...no puedes hacerme...esto....eres un maldito...tramposo-dije ente risas.
-Pero estas feliz a diferencia de como estabas hace horas.
-Te...amo-solté entre risas.
-Dímelo de nuevo-susurró dejando de hacerme cosquillas.
-Sabía que así me dejarías.
-Dímelo o lo vuelvo a hacer.
-N...No lo...volvería...A...A...hacer-dije aún riendo.
-Créeme que si.
-Bueno...ya Te Amo.
-Yo también te amo mucho princesa de mi alma.
-Me has alumbrado la vida...Amor.
-Me sorpren...-no lo dejé terminar su frase y lo besé como lo hice la primera vez en el ascensor. El llevó sus manos a mis caderas y yo con mis manos en su cuello, era dulce besarle sin restricciones. "Te amo" susurraba él entre el beso. Yo reí y no pude seguir besándolo.
-Ya sólo quedan dos días-dije triste.
-¿Por qué lo dices así?
-Porque se que después de esto te devolverás.
-Pues...
-¿Qué me ocultas?
-Pues...no Te lo puedo contar ahora princesa.
-Confiare en ti ahora...Me levantaré porque al que madruga...
-Dios le ayuda-lo miré con cara triste por no déjame terminar-Ve en unas horas más te veo.
-Flojo...te quiero.
Y desaparecí dentro del baño, me duché y comencé a recordar por que estuve llorando lo encontraba absurdo ya que no era la primera vez, pero lágrimas comenzaron a caer nuevamente me sequé y coloqué mi ropa interior, iba saliendo de la ducha cuando me resbaló y todo se me vino a negro.

Jack.

¿Qué habrá sido ese golpe? Hace ya 15 minutos que Andrea estaba dentro y no se escuchaba nada dentro, me asusté y decidí entrar a ver que había sucedido. Mis lágrimas comenzaron a caer al verla ahí tirada en el piso semidesnuda.
-Amor...Me oyes-dije entre sollozos-Amor responde por favor.
Toqué su cabeza y estaba sangrando, mis lágrimas caían rápidamente por mi rostro. La tomé en brazo le puse una camisa y unos pantalones rápidamente y me la llevé a la clínica donde la atendían.
-Pequeña por favor resiste ya estamos llegando-no podía dejar de llorar de sólo pensar que podía volver a ocurrir lo del comienzo me asustaba.
Cuando por fin llegamos a la clínica la llevaron en una camilla y la separaron de mi, me dolía el corazón su vida no podía terminar así. Mi vida con ella no se podía arruinar, ella era mi todo y ahora estaba dentro de una clínica sólo esperando a que no haya olvidado todo lo que tanto le costó recordar.
Salió un doctor y preguntó por los familiares de Amelia Rodríguez. Me paré tambaleante y no pude sacar mis palabras en español.
-Doctor dígame como sigue-me miró confundido pero momento después comenzó a hablar tranquilamente en inglés conmigo.
-La señorita Amelia tiene un grave problema.
-Solo dígame doctor, sin ella no puedo vivir.
-Ella está llamando a un tal Jack y dijo que sólo hablaría con Jack-ella no me había olvidado.
-Soy yo doctor, ¿la puedo pasar a ver?
-Sígame. 
Me llevo por un pasillo hasta llegar a la habitación 18 ahí se encontraba mi princesa, el alma de mi corazón, mis lágrimas no tardaron en volver me acerqué a ella y no sabía que decirle.
-¿Princesa?
-¿Jack? ¿Eres tú?
-Si pequeña.
-Jack no te veo- mi sonrisa se fue y mi rostro se desfiguró.
-Como es eso.
-No veo nada, con suerte se que estoy en un hospital porque un doctor me lo dijo.
-Pero recuerdas todo ¿no?
-Claro que si, los recuerdos siguen lo que no sigue es la vista, tengo miedo.
-Llamaré al doctor.
-No le digas a nadie más que a él esto te lo pido.
-Esta bien, vuelvo en un segundo.
Busqué desesperadamente al doctor, aún no creía que mi princesa no pudiera ver, cuando por fin encontré al doctor lo llevé con ella y la examinó. No tenía explicación según el doctor, todo estaba a la perfección decidió hacerle unos exámenes para que pudiéramos descubrir que sucedía.
-Pequeña estarás bien te lo prometo-dije con lágrimas cayendo sobre mis mejillas.
-Pero ¿Por qué lloras?
-¿Como lo sabes?
-Oigo tu voz y te conozco lo suficiente para saber que estas llorando.
-Estoy preocupado.
-¿Por qué?-dijo sonriendo.
-De que en dos días no veas todo lo que te preparé.
-Todo estará bien mi príncipe.
-Eso espero, espérame un momento el doctor me llama.
Salí secándome las lágrimas de la cara.
-¿Cómo está doctor?
-Tengo una buena noticia, la paciente...recuperará la vista.
-Pero.
-Sabemos que será dentro de 7 días, puede ser mañana pasado nadie lo sabe.
-Esto es imposible...acaso la vida no quiere que sea feliz.
-Señor cálmese.
-No lo puedo hacer no ve...el Amor de mi vida perdió la vista a dos días de su cumpleaños el cual he estado preparando desde que llegué a Chile por su pérdida de memoria, la volví a enamorar y ahora resulta que todo se me irá a la mierda por esto-dije gritando y sollozando.
-Señor, usted necesita descansar.
-No puedo hacerlo y no quiero.
-Lo obligare a desocupar este lado si no lo hace.
-Necesito estar con ella, ella me mantiene vivo doctor.
-Esta bien chico entra pero no le des ilusiones que no sabemos si se cumplirán.
-Gracias doctor, espero que recupere su vista.
Dije despidiéndome del doctor y volviendo a entrar al cuartito donde se encontraba mi princesa.
-¿Qué te dijo el doctor?-habló animada, no sabía que responder así que callé -Amor dime por favor.
-Que aún no saben que sucedió con tu vista-dije desanimado.
-Pero volveré a ver ¿no?
-Aún no lo tienen claro princesa, lo que si volvemos a casa en un tiempo más.
-Ya dejaremos este infierno-dijo animada, aún no entendía como no podía preocuparle que su vista haya desaparecido.
Estaba tan adentrado en mis pensamientos que ella susurró algo pero no logre entender que era y tampoco se lo volvería a preguntar. Me acomodé  A su lado cuando el doctor vuelve a aparecer para dejar que no fuéramos de ese lugar con la condición de llevarla todos los días hasta que recupere la vista. Salimos desanimado ambos.
-Recuerda la promesa que me hiciste.
-¿Cuál?- pregunté confundido.
-Nadie más que tu y yo sabremos que estoy ciega.
-Y como lo harás para andar por la casa.
-Me la se de memoria sólo cuando lleguemos me dices estamos en la puerta principal y ya puedo comenzar a caminar sola por esta.
-Está bien-no me gustaba su idea pero si era lo que ella quería no se lo prohibiría.
Nos subimos al auto y un silencio nos rodeó hasta llegar al departamento, subimos las escaleras con ella sujeta de mi brazo hasta que llegamos.
-Ahora abriré la puerta principal-Le susurre al oído haciendo que se estremeciera-Nos iremos directo al dormitorio te necesito a solas a mi lado.
-Está bien.
Se soltó de mi brazo y en cuanto abrí ella comenzó a caminar al principio le costó un poco pero después comenzó a caminar y llegó derechamente al dormitorio sin afirmarse de nada yo iba detrás de ella se sentó en la cama h al ver que nadie estaba en casa decidí encerrarme con ella en la habitación.
-Abrázame-dije con las lágrimas cayendo nuevamente por mi rostro-te necesito, nunca dejaría que te fueras de mis brazos tu salvaste mi vida.
-Lo se amor, créeme que para mi es muy duro esto y todo lo sucedido.
-No te ves como si te molestara no ver princesa.
-Lo hace pero preferí ponerle buena cara porque al final todos terminamos o así o muertos antes.
-Eres muy sabia-dije acercándome a sus labios y Robándole un corto beso.
Nos quedamos abrazados y recostados en la cama, comencé a acariciar su cabello y se quedo dormida en mi pecho. Se veía hermosa, tomé su cabello y comencé a trenzarlo dejando libre su orejas para ver sus aros, era impresionante cuantos tenía pero su cuello descubierto me sedujo y le volví a hacer uno de los de siempre. Reí y me quedé dormido a su lado.
Cuando despertamos era hora de almorzar así que salí dejándola dormida y le preparé unos spaghetti con albóndigas. Cuando ya los tuve listos los llevé a la habitación y desperté a mi princesa para que almorzáramos, aún seguía en mi  cabeza la duda de donde se encontraban todos lo demás.
Cuando por fin despertó se lavó las manos y volvió a donde estaba y comenzamos a almorzar.
-Jack te amo.
-Yo Igual princesa.
-Cuando tengamos hijos les enseñaremos a respetar su vida y a contar todo lo malo y bueno que suceda.
-Para que si vivan tranquilos.
-Me gusta la idea de que tengamos mini Jack's.
-Yo me imagino también a mis Andreitas rondando por aquí.
-Eres un loco las mujeres son insoportables.
-Pero así tendré a quien espantarle los novios.
-Y es por eso que no quiero niñas.
-Pero si llegan.
-Son una bendición igual.
-Exacto.
-Que bueno te quedo esto-dijo dejando su plato vacío.
-Que bueno que te haya gustado.
-Me hubiera gustado verlo-dijo aguándose sus ojitos.
-Ya luego tal vez princesa todo a su tiempo.
-Tienes razón pero si sigo así no podré ver mi propio cumpleaños el viernes.
-Tienes que tener la calma-dije colocando los platos sobre el suelo.
-Te amo-dijo abrazándome una vez más.
La besé y dejé que su manos sólo se movieran llegaron a mi abdomen y ahí se quedo un momento luego subió por mi pecho hasta llegar a mis labio. Se mordía el suyo y preferí besarla antes de que su labio se rompiera. Mordía mi labio inferior y yo lo hice luego con el de ella esto era nuevo, entre beso introducía mi lengua en su boca y ella hacia lo mismo se entrelazaban y tocaban los labios de vez en cuando, baje hasta su cuello y su respiración estaba agitada preferí no seguir y volví a sus labios, luego ella comenzó a bajar no se quería detener primero besaba mi cuello, luego bajo hasta mi pecho y llegó al abdomen, pasó su lengua por aquel lugar y volvió a mis labios.
-No vuelvas a hacer  eso-dije riendo ente beso.
¿No te gustó?-hizo un puchero y tomé su labio inferior con mis dientes.
-Si pero no era para este momento-dije alejándome un poco.
-Esta bien-me dio un corto beso y se deshizo de todo lo corporal que teníamos.
-No te sientas mal sólo quiero que cuando hagas cosas así este bien de la vista bebé.
-Ok.
-Princesa, ¿te enojaste?-me volteó la cara.
Decidí abrazarla por atrás y besarle la oreja.
-No hagas eso-río.
-No te enojes, sabes por que algo todo esto.
-Está bien pero con ese tipo de comentario me heriste e hiciste sentir inútil.
-Te amo jamás haré que Te sientas así.
Dio la vuelta me dio un corto beso y escondió su cabeza en mi pecho, tiempo después noté que se había dormido.
Nos quedamos como estábamos cuando se escucha la puerta principal y oigo la voz de Carola seguida por una voz familiar. Me quedé oyendo hasta que noté que era Alex, sabía que había una conexión desde que se miraron. Sonreí y sentí pasos acercándose, me asusté y cerré mis ojos simulando que dormía.
-Sabía que habían vuelto-dijo susurrando Carola-Que lindos se ven.
-Tu eres linda-comentó Alex.
-¿Qué?
-Nada vamos dejemos que duerman.
-Tranquilo que duermen casi todo el día.
-Oh ya veo.
-Vamos a tomar un café mientras despiertan.
Se alejaron lentamente y Andrea despertó refregando sus ojos.
-No digas nada.
-¿Por qué?-susurró en mi oído.
-Carola y Alex están allí fuera.
-¿Enserio?-sonrió.
-Si.
-Entonces dejemos que hablen tranquilos.
-Exacto.
-Quiero ir al baño Jack.
-Vamos te espero afuera, recuerda no hacer mucho ruido-sólo asintió y se paró afirmándose de mi brazo. La deje en el baño y cuando salió me volvió a tomar del brazo-¿te sientes bien?
-Si solo que vi una sombra y me asusté.
-Tranquila estoy contigo.
-¿Qué haremos hoy?
-Pues...
-¿Qué?
-La idea era ir hoy a comprar la vestimenta perfecta para el viernes.
-Pero con lo sucedido es mejor que no ¿no?
-Pues si.
-Entonces salgamos a caminar al parque.
-Y a comer un algodón de azúcar.
-Como al comienzo.
-Mañana iremos por la ropa.
¿Aún siguen afuera?
-Si.
-Entonces debo caminar sola.
-Si es lo que quieres.
-O tomada de tu mano.
-Sería mejor.
-Vamos-dijo tomando mi mano y tratando de lucir normal.
Salimos  de la habitación y Alex y Carola se estaban besando.
-Oh...chicos-dijo Carola sonrojándose.
-Tranquilos sigan nosotros íbamos saliendo.
Ambos me miraron raro y yo jalé levemente a Andrea para que me siguiera. Cuando ya salimos del departamento se aferró a mi brazo y bajamos lentamente las escaleras. Llegando al parque se sentó en una banca y yo compré los algodones, me doy vuelta para mirarla y resulta que un tipo le estaba tomando la mano.
Caminé rápidamente lo miré, Mario, se volteó a verme y le di un golpe en la mandíbula.
-¿Jack?-preguntó extrañada.
-Un momento princesa.
¿Por qué me golpeas imbécil?
-Estabas tocándola.
-¿Y eso que?
-Tienes prohibido incluso acercarte a ella.
-Jack, ¿Quién es?¿con quién discuten?
-Con tu enamorado-dije sarcásticamente.
-¿Mario?
-Exacto.
-¿Y qué hace este aquí?
-No lo sé.
-Pero Amelia, si conmigo es con quien hablabas, acaso no me ves-me sorprendió esa pregunta y volví a mirar a Andrea para saber su respuesta.
-Pues estaba distraída.
-Amelia te lo pido por favor mírame a los ojos y dime que no me quieres volver a ver nunca más y te dejó tranquila con este imbécil-mis ojos se querían salir, ella realmente no sabía siquiera donde estábamos parados.
-No le hagas caso mejor vamos el aire se está poniendo tenso-dije tratando de acercarme a ella.
-Eres un idiota, nunca creí poder dudar de tu amistad pero ahora si-tomé su mano preparados para caminar.
-Un momento ustedes me ocultan algo.
-Idiota-soltó nuevamente Andrea.
-Am ¿por qué ni siquiera hiciste el esfuerzo de mírame a la cara?
-Porque...bueno porque...
-Le repugna ver tu cara.
-Am-la tomó del brazo-Por favor dime a los ojos que me vaya y lo haré.
-Em...Esta bien me rindo no te veo.
-¿Qué?-dijo sorprendido, la volví a tomar de la mano colocándome nuevamente a su lado-¿qué le hiciste idiota?
-No fue su culpa.
-Entonces-dijo con la voz entrecortada.
-Lo mismo de la vez anterior solamente que ahora el golpe no afectó mi memoria sino que afectó mi vista.
-Pero... volverás a ver ¿no?-Le hice una mueca de no se pero él no me miró.
-Bueno pues, veo sombras moverse de acá para allá así que creo que por lo menos ese es un avance.
-Te quiero amiga, me quedo claro que sólo seremos eso y nada más-dijo caminando fuera del parque-Espero que vuelvas a ver.
-Siempre lo querré como mi mejor amigo Jack.
-Y yo respetaré eso, los amigos siempre serán eternos.
-¿Cómo David y Nattan?
-Exacto, como Carola, Isidora, Valentina y Mario también.
-Hey y que hay de tu hermano, yo lo consideró un amigo aunque poco sociabilice con nosotros.
-Él es un caso especial-dije entregándole su algodón de azúcar.
-Gracias, necesito algo dulce.
-¿Y no te basta con mis besos?
-Claro pero esto es aún más dulce que ellos-dijo inclinándose para besarme.
-Te amo.
-Tengo una duda de cuando nos conocimos.
-¿Cuál es?
-¿Quien conquistó a quien?
-Pues creo que tu a mi ya que tus ojos me miraban alegres y pestañabas a casa rato buscando mi atención.
-Eso es mentira yo apenas te miraba.
-Bueno está bien pero tu me conquistaste ya que al verte parada sola con un mapa me dieron ganas de ayudarte, y cuando te vi preocupada noté ese brillito en tus ojos cuando se encontraron con los míos.
-Eso es cierto, estaba parada sola tratando de cumplir un sueño con mis amigas cuando apareciste y comenzaste a hablar de cualquier cosa hasta que Isidora llegó desesperada.
-Lo recuerdas bien.
-Estaba rico el algodón.
-¿Quieres más?-dije extendiendo mi brazo para que tomará el mío.
-¿No comerás más?
-No, toma-dije colocándolo en sus manos y enlazando nuestros dedos.
-Fuiste mi mejor casualidad, Jack.
-Tu igual pequeña.
-Desearía volver a verte.
-Lo volverás a hacer algún día, no te desesperes.
-Pero, ¿y si no lo hago?-sus ojos se llenaron de lágrimas.
-No estés así estoy seguro que lo volverás a hacer.
-¿Qué hora es?
-Son las cinco de la tarde, tranquila.
-Es muy temprano.
-Si quieres vamos a caminar al mall.
-Está bien.
-Vamos linda.
Tomé su mano y comenzamos a caminar en dirección al mall, íbamos llegando cuando Valentina apareció.
-Valentina se acerca a nosotros-le susurré al oído para que no se sorprendiera.
-Hola chicos, ¿qué hacen?
-Vinimos a caminar y a tomar un helado.
-A pero que bien, disfrútenlo, nos vemos en casa.
-Adiós amiga, nos vemos más tarde.
Seguimos caminando y entramos al mall, llegamos a la heladería, tomamos unas copas de café helado y se hizo de noche. Cuando anunciaron el cierre del mall, volvimos a casa, era increíble como podía caminar a pesar de no ver.
-Estamos llegando al departamento ya princesa.
-Está bien solo yo te diré cuando soltarme la mano.
-Está bien como digas.
Entramos y todos estaba tomando once con 5 pizzas familiares.
-Hermano, les guardamos una para ustedes dos.
-Son pizza-le susurré al oído-que rico gracias.
-¿De que son?-pregunto entusiasmada Andrea.
-Extra queso.
-Que rico, muchas gracias-sonrió-suéltame la mano necesito ir al baño-volvió a susurrarme.
Se dirigió al baño.
-Jack, ¿tienes ya todo listo para el viernes?-esas palabras rebotaron en mi corazón, solo asentí y fui a beber agua a la cocina.
-Hermano ¿qué te pasa?
-Nada John.
-Te conozco, no por nada somos hermanos.
-No te lo puedo decir.
-Ya no confías en mi ¿cierto?
-No es eso.
-Entonces...
-Es sobre Andrea.
-¿Qué ocurre con mi cuñada?
-Es eso, no te lo puedo contar.
-¿Por qué?
-Porque se lo prometí.
-Entiendo, siempre me tendrás, y lo sabes hermano.
-Lo se ahora ve, no quiero que nadie se preocupe.
-Lleva la pizza a la habitación si deseas.
-Gracias hermano-elevé levemente mis labios esbozando una sonrisa.
John me dejó solo en la cocina y yo no sabía que hacer, mi princesa estaba técnicamente sufriendo y no podía hacer nada para mejorarlo. Caminé en dirección a la pizza y luego a la habitación, no quise mirar a nadie, le susurré al oído a John que le dijera a Andrea que la esperaba en la habitación y me fui, cerré fuertemente la puerta y comencé a llorar. Sentí como levemente se abría la puerta, levanté la vista y la vi parada con la vista en el horizonte.
-En la cama-susurré tratando de que no notara que estaba llorando.
-¿Por qué viniste acá?
-Quería que estuviéramos solos-dije extendiendo mi mano para que se sentara a mi lado.
-¿Trajiste la pizza?
-Si, ¿tienes hambre?-Asintió y le entregué una rodaja de pizza.
-¿Estás comiendo?
-Si-mentí, mis lágrimas caían y no sabía como detenerlas, nadie nunca me dijo que estas cosas sucedian, y mucho menos que me estarían pasando a mi.
-¿Estás bien?-preguntó frunciendo el ceño.
-Si, necesito ir al baño, vuelvo en un momento.
Me levanté de su lado y caminé al baño de afuera, arriesgándome a que todos me vieran llorar, me sequé la cara, me observé en el espejo y todo se me dio vueltas, solo quería huir, pero no podía hacerle esto a ella, lo pensé bien y técnicamente ella está así por mi aunque diga lo contrario, me volví a lavar la cara, salí del baño tomé mi chaqueta y salí del departamento, necesitaba aire y despejar la mente, y claramente ahí dentro no sería la solución.
Caminé hacia una botillería de ahí cerca, compre un vodka y me dirigí al parque, el césped estaba mojado pero igualmente me tiré encima y comencé a beber el vodka, al comienzo raspaba mucho mi garganta pero luego comenzó a bajar tranquilamente, mis lágrimas volvieron a aparecer, lo único que quería hacer ahora era olvidar que el amor existía y que de quién estaba enamorado posiblemente no me volvería a ver, me rindo fácilmente pero si no lo hago me causo solo falsas ilusiones.
Mis ojos comenzaban a pesar y la botella se había acabado, no quería volver al departamento y encontrarme con el rostro de Andrea decepcionada, caminé en dirección al edificio pero me quedé dormido en recepción, mientras lágrimas seguían brotando de mis ojos.

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Hola... vine a publicar una de las últimas partes de la primera temporada y también a hacer un poco de spam por una amiga...

https://www.wattpad.com/story/45484088-mi-verdad-by-una-inadaptada , esta historia está en proceso pero les aseguro que será una de las mejores que hayan leido, escrita por una gran persona DanielaFernandez9

Espero que todo te vaya bien en esta oportunidad que te has dado :D




The Existence Of...

Un Amor InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora