DAMIÁN - PARTE 2 © [subtítulo pendiente]

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Nota: como sabrán, el personaje de Nicolas en Damián 1 tiene destinos diferentes tanto en la versión de Wattpad como en el libro físico. Para no crear confusión he decidido que aquí en Wattpad Padme no mencionará nada sobre lo que sucedió con Nicolas en las distintas versiones. Ella solo lo reconocerá y recordará la ayuda que él intentó darle, pero en cuanto a su final no habrá mención. Cuando la historia esté terminada y el libro 2 salga en físico esta parte será editada para que ella recuerde lo que le pasó a Nicolas en la versión impresa. Gracias, sigan leyendo :)

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Celos, información y... ¿manchas de sangre?

—¿Por qué lo trajeron hasta aquí? —Damián exige saber.

Claramente le molesta la presencia de Nicolas, aunque el mismo Nicolas no puede saberlo porque está inconsciente.

Me queda claro que él pertenece a esta dimensión, porque a pesar de que físicamente es igual al que yo conozco, tiene un detalle diferente: su cabello castaño es más largo, le llega hasta por debajo de las orejas en un desorden que hace parecer lejana la primera impresión que tuve de él cuando lo conocí, esa de un chico pulcro, sereno, que no tenía el más mínimo aspecto de asesino.

Aquí está sucio, descuidado, pálido, tiene moretones por el rostro, indicios de golpes, sangre seca alrededor de la boca y en partes de la ropa.

Es obvio que fue maltratado y que estuvo muchos días en esa celda.

—Bueno es que Verne dijo que lo ayudáramos... —Archie repite lo que ya explicó sobre salvarlo.

Pero creo que lo que Damián quiere saber es la razón de esa ayuda. Me da la impresión de que él lo ve como que auxiliar a Nicolas no debió ser ni siquiera una opción para la manada. Por eso, apenas Verne termina de bajar la escalerilla y se voltea hacia el grupo, Damián se lo reclama, tenso:

—¿Por qué?

—Porque iba a morir quemado —responde Verne. Contrario a Damián, su voz no es nada imponente, sino baja, y tiene una nota de incomodidad, como si no quisiera tener esa conversación ante todos.

—Sácalo de aquí. —Damián va al punto, en desacuerdo con sus razones—. ¿Acaso quieres que nos descubran? Sabes quién es y con quién ha estado.

—No creo que pertenezca a ninguna manada en estos momentos si estaba metido en esa celda —dice Verne, negando un poco con la cabeza.

—Y también creímos en lo que Amadeus dijo sobre el traslado, pero no fue cierto, ¿no? —refuta Damián.

Pero por desgracia se da cuenta de que Poe y yo estamos muy atentos a la conversación, así que se pone en pie y con decisión jala a Verne del brazo para que ambos se aparten. Lo lleva casi a la entrada de esa área, en donde empiezan a murmurar. O bueno, Damián murmura enfadado. Verne solo se queda parado, como un perturbador maniquí.

Los sigo con la mirada e intento escuchar algo. Solo capto algunas palabras de Verne:

—Lo traje porque podemos interrogarlo. No sabemos cuánto tiempo estuvo encarcelado, quizás vio a los demás rehenes, vio qué hicieron con ellos.

Poe, cruzado de brazos, se acerca a pasos tranquilos hacia mí, mirando con una sonrisita curiosa el cuerpo inconsciente de Nicolas.

—Admito que esto es inesperado —me comenta en un murmullo, como si la casualidad fuera divertida—. ¿Qué papel jugará en esta dimensión si a este Damián tampoco le gusta su presencia?

—No lo sé... —murmuro también, mirando en dirección a Damián y Verne. Damián ahora luce totalmente contrariado ante la inexpresiva máscara de su amigo—. Pero tienes razón, no se ve contento con tenerlo aquí.