14

69.1K 9.4K 10.5K
                                    

Advertencia: descripciones aterradoras de muñecas y mención a uso de piel humana. Proceder con precaución.

La que sigue en la pirámide: Bábika


Tras lo sucedido con los intrusos, la manada decide que no se puede perder más tiempo y que tienen que ir a la casa de Bábika a buscar al miembro secuestrado.

Las cosas se están poniendo más riesgosas y tengo la impresión de que Damián necesita que esa persona esté a salvo si es que lo atrapan a él.

Obviamente se da otra discusión para que Damián se quede en el refugio y no se ponga en peligro, pero argumentan que, sabiendo que cada pista que tienen podría ser una trampa, no pueden darse el lujo de que él esté presente.

Al final, tras insistirle varias veces, Damián acepta quedarse, y cuando llega el sábado por la noche, se inicia la misión.

Nicolas, Damián y yo estamos en la sala de monitoreo, de nuevo sentados frente a las pantallas.

Eris se ha ido otra vez al pueblo para ser vista, y en cuanto a la presencia de Nicolas (todavía encadenado de muñecas y tobillos) se debe a que conoce la casa de Bábika y puede ayudar con la orientación.

A pesar de que me siento más tranquila, sigo algo alerta. Todavía creo que aparecerán otros Novenos, por lo que ocasionalmente veo hacia la entrada de la sala.

En cierto momento Nicolas me pilla haciéndolo, así que inesperadamente levanta sus manos encadenadas y las pone sobre una de las mías con una calidez de apoyo.

—No te preocupes, estamos aquí —me dice con voz tranquilizadora. Yo le sonrío, asintiendo, y él aparta sus manos.

Aunque mis inquietudes no se calman con eso, y me veo necesario inclinarme hacia adelante para mirar a Damián, que está una silla más allá, y preguntarle:

—Damián, ¿todos los sensores ya están activos?

Pero él no me responde.

Está sentado con los brazos cruzados y la apática mirada clavada en las pantallas. Hoy lleva su chaqueta de cuero negra y el cabello en un desorden azabache. Su boca está curvada con cierta obstinación, y en realidad parece estar enfadado conmigo. Me ha ignorado desde ayer.

¿Por qué? No lo sé, y realmente no voy siquiera a considerar que sea porque le molestara que no aceptara su mano. Eso no tendría sentido, así que asumo que es solo porque sí, como todo lo que hace.

Me concentro en ver la misión por las pantallas.

A decir verdad estoy un poco nerviosa, pues siento que Bábika no será fácil de matar. Toda su persona da miedo, aunque la manada va armada esta vez con cosas que sacaron de la sala de prácticas: cuchillos y unos tubos de hierro.

Ahora se mueven por el oscuro y laberíntico bosque de Asfil, entre los árboles que se alzan siniestramente.

En cierto momento deben esconderse y aguardar, porque escuchan pasos que crujen sobre el pasto y la tierra, y resultan ser dos Novenos que están en la búsqueda organizada por Aspen.

Se da un instante de tensión en el que no sabemos si los van a descubrir o no...

Pero los Novenos enemigos no los detectan y siguen su camino.

La manada entonces continúa hasta que, con éxito, llegan a la entrada del túnel que mencionó Nicolas. Entre la noche es una entrada en arco sombría, fundida en una negrura aterradora. Aun así, se adentran en ella con la ayuda de una sola linterna para no hacer mucha luz.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

DAMIÁN - PARTE 2 © [subtítulo pendiente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora