Hermana de Niall Horan

13

-Niall,  vos estás al tanto de la enfermedad de tu papá, ¿cierto?
Lia negó y todos la miraron.
-¿Qué... qué tiene papá?
-No es cáncer. -susurró ella.- Pensaron que si, pero no.
-Tu papá está bastante enfermo.-la mirada de Niall se alternaba entre su hermana y su amigo.- Él no quiere ayuda, pero tu mamá no quiere dejarlo ir.
-¿Lia?¿Qué tenes vos que ver en todo esto?-preguntó asustado.
-Ella es compatible.-explicó Liam.- Tu mamá la obligó a someterse a numerosas operaciones. Tu hermana pasó por el quirófano mas veces de las que cualquier persona de su edad quisiera. Cuando volvía, tu papá se enojaba porque ella no se negaba, pero nunca lo hizo porque tenía miedo. Tu mamá siempre le dijo que si no hacía eso tu papá iba a morirse. La obligó. Ella no quiere ir a un hospital, Niall, porque ya pasó demasiado tiempo ahí.
-Nunca lo dijiste.-susurró.
-No sabía siquiera dónde estabas.-lloró ella con voz suave y débil.- Solo... no me lleves ahí otra vez.
Harry la presionó mas contra su pecho.
-Mostrale tu pie, Lia.-pidió Liam. Ella negó.- Por favor. Él tiene que saberlo.- El pie derecho de ella se asomó bajo las sábanas. Había pequeñas líneas tatuadas en su planta.- Son todas las veces que tuvo que donar sangre o someterse a una operación. Cuando lo hizo, tu mamá se enfureció. Tu papá le dijo que podía elegir cualquier tatuaje, ella eligió este. No podía donar sangre, porque acababa de tatuarse.
Ella volvió a ocultar su pie mientras temblaba entre los brazos de su novio.
-Están lastimándola.-dijo Zayn.- Hablando de eso acá, están haciéndole mal.
Liam y Niall se marcharon mientras Zayn seguía con lo suyo y Louis la miraba. Harry le besó la cabeza con suavidad y le pidió que intentara descansar un poco.
-¿Cuándo pasó todo esto?-preguntó Niall.
-No solo pasó esto, Niall. Creo que hay muchas cosas que Lia nunca les contó.
Zayn y Louis salieron de la habitación.
-Se durmió. -murmuró Louis.- Mañana nos debe una charla.
-Solo si se siente mejor. Sino, me temo que vamos a tener que llevarla al médico. -dijo Zayn mirando hacia la puerta cerrada.
-Voy a quedarme ahí. -dijo Niall.- Por si me necesita.
Los chicos lo miraron con tristeza y él entró en la habitación, tirándose en el sillón y clavando sus ojos en ella. ¿Cuándo se había perdido de tantas cosas? ¿Cómo es que no lo había notado jamás? ¿Qué cosas ocultaba su pequeña Lia?
Se durmió entre cuestionamientos y despertó al sentir que alguien lo tapaba con suavidad. Abrió sus ojos y la encontró de pie junto a él. Blanca como la nieve y con una pequeña sonrisita en el rostro. Lucía mal, sus ojos la delataban.
-Princesa...-empezó.
-Dormí, Niall. Todo va a estar bien. Te lo prometo.
-Estás pálida. ¿Cómo te sentís?
-Estoy bien.-murmuró ella y le besó la frente antes de regresar junto a Harry que la rodeó con sus brazos con rapidez.
Greg llegó a la casa y subió a la habitación de Niall, pero no lo encontró y fue a la de ella, pero también estaba vacía. Se alarmó y comenzó a buscarlos. Se quedó mudo cuando los encontró en el cuarto con Harry. Iba a estallar al verla en brazos de él, pero luego reparó en el sudor de su frente, en su piel pálida y en el bol con el paño húmedo. Su bebita parecía estar enferma. Se arrodilló junto a ella y tocó su frente. Tras comprobar que tenía fiebre, bajó a la cocina con rapidez.
-Maldición.-masculló Harry y ella despertó.- ¿Por qué demonios no baja la fiebre?
-Hey.-saludó ella refregándose los ojos.
-¿Cómo te sentís?
-Mejor.-mintió ella. Quedó en claro que él no le creyó con una simple mueca.- Ya se me va a pasar, amor.
La puerta se abrió y entró Greg con un vaso.
-El remedio de la abuela.-dijo él haciendo una mueca.-Siempre funcionaba cuando éramos chicos.
Ella hizo una mueca de asco y tomó todo el contenido del vaso para luego ocultarse en el pecho de Harry, asqueada.
-No me acordaba que sabía tan mal. Es un asco, Greg.
Él rió con suavidad y le besó la cabeza. Ese remedio siempre sabía asquerosamente mal.
-Si no me siento mejor con eso, no vuelvo a tomarlo en mi vida.
Ahora Harry también reía sin apartar los brazos de su alrededor. Niall abrió sus ojos y los miró confundido. ¿Qué hacía Greg ahí?
-Cuando te enfermes te voy a hacer tomar eso.-dijo ella mirando a Greg y haciendo muecas de desagrado.- Es asqueroso.
-Mientras te baje la fiebre....
-¿Qué haces acá? -preguntó el rubio molesto.
-Yo le pedí que viniera.-murmuró ella mirándolo a los ojos sabiendo que él explotaría.
-¿Por qué? -preguntó dejándose caer en el sillón con las palmas en las rodillas. Su tono la desencajó por completo, no se lo esperaba. Definitivamente, no.
-Porque odio no tenerlos cerca.-murmuró ella con toda la sinceridad del mundo.
Niall suspiró y se acercó a ella. Le besó la frente y salió de la habitación.
-Voy a hablar con él. -dijo Greg.- Vos, cuidadito con lo que haces, es mi hermanita.
-¿Me tendría que haber negado a venir?-preguntó ella en un susurro.
Harry guardó silencio y ella volteó a mirarlo.
-¿No querías venir?-preguntó él.
-No quería esto.-admitió ella.- No quería que pelearan. Hubiera sido mejor si se quedaban con la imagen de esa nenita de diez años que se disfrazaba de princesa.
-Esto no es tu culpa.
-¿Y de quién es? Decime porque todas las flechas apuntan hacia mi. Lo único que quería era pasar tiempo con mis hermanos, pero no así. No con gritos y peleas. Ojalá pudiera volver a ser la vieja Lia. Aunque eso fuera todavía peor.
-Amor...
-Quiero irme, Harry. -lloró ella.- Quiero volver a casa y fingir que nada de esto pasó. Era lo único que permanecía intacto, y ya no está.
Él la levantó en brazos, sacándola de la cama y la llevó fuera, cubriéndola con una manta. Se sentó en la arena con ella en brazos y la pegó a su pecho.
-Tu momento. -murmuró él en su oído.- Olvidate de todo lo demás. Este es tu momento.
Ella buscó su mano y le besó los nudillos con suavidad. Todo estaría bien. Mientras Harry siguiera ahí, todo estaría completamente bien, a pesar de todo. Entonces reparó en que también estaban Louis, Zayn y Liam. En que ellos también estaban metidos en todo eso pero que los veía actuar normal, salir adelante. Ella no podía sola, pero con ellos si. Besó a su novio en los labios y ambos se quedaron mirando el mar, ajenos a la pelea dentro de la casa.